Ante el fuerte impacto de la sequía, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó recientemente que 2,6 M/ha de soja no se cosecharán. La estimación abre un interrogante para los productores: con tan bajas expectativas de rinde, ¿vale la pena igual cosechar algo?
“Se estima en 2,6 millones de hectáreas la superficie sembrada con soja que podría no cosecharse en el 2022/23. Se trata de un nuevo récord que marca la brutal sequía que sigue sufriendo nuestro país. El área perdida duplicaría el récord previo, el de 2017/18, cuando no se habrían cosechado 1,3 millones de hectáreas”, dijo la BCR en su informe.
Luego, agregó que la superficie perdida podría ser mayor. “Lamentablemente, se advierte que ante el actual escenario de pérdidas masivas y sin perspectivas de un cambio radical en los pronósticos climáticos en gran parte de la región pampeana, la cifra podría quebrar en breve el nivel de 3 millones de hectáreas”.
Pagar gastos. En este contexto, respecto de si vale la pena o no cosechar en un escenario de tan bajas expectativas de rinde, un informe de la consultora AZ Group indicó que “el punto de indiferencia para decidir cosechar o no un lote de soja está entre 300 y 500 kg/ha, según las zonas. Aún con rindes tan bajos se justificaría la trilla para pagar gastos, por ejemplo, el arrendamiento”.
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Al respecto, Sebastián Salvaro, director de esa consultora, precisó: “Si se pactó un alquiler de 10 quintales por hectárea, se pagará la mitad del monto si se recolectan 500 kg/ha”.
Para la consultora, por debajo de 300 kg/ha es más dudosa la decisión de trillar un lote porque no se cubriría el costo de cosecha. “Todavía no se definieron los valores finales del servicio de trilla, pero se habla de al menos US$70/ha. Si se divide en ese monto por los US$320 netos que recibe el productor por una tonelada de soja libre de gastos, se concluye en que se necesitan más de 200 kg/ha para pagar el servicio del contratista”, agregó Salvaro.
“Con rindes de 300kg/ha o menos solo sería justificable cosechar si se quisiera evitar la aparición de plantas de soja guachas en el siguiente ciclo agrícola”, apuntó el director de la consultora.
Según la BCR, para los productores afectados por la sequía habrá pérdidas de 600 a 1.300 US$/ha en soja de primera (siembras de octubre) y de 700 a 1500 US$/ha en maíz tardío.
Sobre el particular agregó que “con 20 quintales por hectárea en soja de 1ra, rinde que se toma como promedio de la región y que lamentablemente pronto podría sufrir un nuevo recorte, los márgenes arrojan una pérdida de US$635 por hectárea, en condición de campo alquilado. En campo propio, el dueño de la tierra obtendría una ganancia de US$104 por hectárea con este nivel de rinde. Si el lote no se cosecha, las pérdidas se disparan, incluso para los que disponen de campo propio con US$523 por hectárea. Para arrendamiento el cálculo es de US$1.297 por hectárea”, precisó.