La reducción para bienes finales industriales se reducirá del 5% al 0%, y en insumos elaborados irá del 4% al 3%. Habrá también un esquema escalonado para los reintegros a la exportación.
El documento que lleva el sello de la cartera que conduce Matías Kulfas propone sostener el derecho de exportación de las materias primas en el nivel actual del 5%. En cambio, postula bajas para los insumos elaborados que pasarían del 4% al 3% y los bienes finales, del 5% a 0. Según las estimaciones del Gobierno, el costo fiscal para estas modificaciones sería de u$s 525 millones.
De esta manera, confían en solucionar asimetrías en por lo menos tres cadenas industriales: foresto-industrial, textil-lana y textil-algodón, en las que actualmente algunos de los insumos con mayor valor agregado pagan derechos de exportación superiores a los de sus materias primas.
Días antes de asumir como ministro, Kulfas hizo público un artículo titulado “La economía después de la grieta”. Según dicen desde su entorno, la nota sintetiza su pensamiento y el del Grupo Callao, la usina política que encabeza. Allí plantea que “el principal problema de la economía argentina es la restricción externa” y agrega que “esto lleva a la necesidad de priorizar a los proyectos que recuperen el tejido manufacturero y, al mismo tiempo, contribuyan en la generación de un excedente de divisas”.
Ese argumento pareciera ser la motivación de la nueva propuesta que el gobierno acercará a los empresarios, en el marco de la escasez de dólares y una creciente deuda externa que, tarde o temprano, requerirá desembolsos en moneda extranjera.