Para la campaña de Girasol 2020/21 se estima una proyección de área sembrada de 1,8 millones de hectáreas

A tan solo semanas de iniciar la ventana de siembra del ciclo 2020/21, presentamos a continuación los resultados del relevamiento de precampaña para el cultivo de Girasol. Durante el período que duró el mismo, se ha registrado una tendencia positiva en las respuestas sobre la superficie que podría ocupar el cultivo.

Los datos preliminares, obtenidos a partir de las consultas a nuestros colaboradores distribuidos a lo largo de toda la región agrícola, reflejan una clara intención de expandir área, explicada principalmente por una favorable relación insumo/producto, además de las perspectivas climáticas que anuncian un año niña (es decir, con precipitaciones acumuladas por debajo del promedio), bajo las cuales el girasol presenta un mejor desempeño en comparación a otros cultivos de verano. Bajo este escenario, se proyecta una superficie total destinada a la oleaginosa de 1.800.000 hectáreas para esta campaña, reflejando un incremento interanual de 200.000 hectáreas (+12,5 %), y superando al promedio del último quinquenio en 8,2 %

En términos regionales, los resultados preliminares indicaron que en el norte del país, principalmente el NEA, ante una mejora de la humedad superficial durante la ventana de siembra se espera una importante recuperación de área no solo por una mayor intención de siembra, sino también por una mayor oferta de lotes que inicialmente estaban destinados a la siembra de trigo y por falta de humedad hasta ahora no pudieron ser incorporados en la rotación. Mientras tanto, sobre los núcleos productivos de Buenos Aires y La Pampa, la oleaginosa se perfila a expandir el área debido fundamentalmente a incentivos de precios favorables para su producción.

No obstante, si bien el escenario se muestra alentador, la actual proyección de superficie queda sujeta principalmente a la evolución de variables climáticas y de mercado durante la ventana de siembra, la cual va desde principios de agosto hasta mediados de septiembre en las regiones agrícolas del centro y norte del país, y se reactiva a partir de octubre en los núcleos girasoleros del sur extendiéndose hasta principios de diciembre

Hacia fines del invierno y comienzos de la primavera se espera una reactivación de las lluvias, aunque de manera irregular, sobre prácticamente todo el territorio, pero que acompañaría el crecimiento de los primeros lotes implantados y la siembra en las regiones del sur del área agrícola, hoy con sectores bajo excesos pero con tiempo suficiente como para recuperar piso.

De cumplirse estos pronósticos, los sectores que hoy se encuentran bajo déficits hídricos podrán mejorar su condición a tiempo y presentar un escenario entre adecuado y óptimo para la implantación de lotes, incrementando la participación del girasol en la rotación.

Escenario Económico

En esta sección analizaremos los incentivos económicos recibidos por los productores para la nueva campaña agrícola 2020/21, con foco en el cultivo de Girasol. Para eso, en una primera instancia haremos hincapié en las señales del sistema de precios, tanto del lado del producto como de los insumos. Luego, analizaremos la relación entre estos precios a través de la relación insumo-producto. Al momento de analizar los precios del Girasol, es importante comprender sus determinantes.

El principal demandante de esta oleaginosa es la industria molinera. En Argentina, el 90% de la producción tuvo este destino para el promedio de las últimas cinco campañas. El principal producto de la molienda de girasol es el aceite, que contribuye, casi excluyentemente, a la formación del precio del grano.

El resto, principalmente harina de proteína vegetal, se vende como insumo forrajero y tiene menor impacto en su cotización. El precio FOB del aceite de girasol en los puertos argentinos promedió 758 usd/tn en la primera mitad de julio. Siendo el valor más alto registrado en los últimos tres años, superando en un 6% a los valores del mismo periodo del año pasado. Por su elevada correlación, los precios del girasol muestran el mismo comportamiento que el aceite y se ubican por encima de los valores registrados en el mismo periodo de la campaña anterior. Si tomamos el precio Cámara de Bahía Blanca y el tipo de cambio vendedor del Banco Nación, en julio del 2020 el girasol promedió los 246 usd/tn, un 11% por encima de los 222 usd/tn que promediaba en julio del año pasado.

En cuanto a los costos, si bien en las últimas campañas se observa una tendencia a la disminución de los precios de los insumos claves para la producción del cultivo, en la campaña vigente esta reducción se profundizó. En detalle, los insumos relacionados con el precio del petróleo registraron considerables bajas como el caso de combustibles (-18 %), urea (-13 %) y fosfato diamónico (-13 %). En este sentido, se observa una mejora en la relación insumo-producto respecto a la campaña previa e incluso al promedio de las últimas cinco campañas. Esta relación muestra la cantidad de producto necesario para comprar una unidad de insumo, su baja refleja que se necesitará una menor cantidad de producto para comprar la misma cantidad de insumos. Las mejoras más importantes se registran en combustibles y fertilizantes.

Si bien todavía faltan semanas para ingresar a la ventana de siembra, especialmente en los núcleos girasoleros de las provincias de Buenos Aires y La Pampa, las señales observadas hasta el momento son alentadoras. Incluso al comparar la evolución de la relación I-P con los cultivos de soja y maíz, el girasol presenta una ventaja relativa respecto a ambos.

 

Fuente: Bolsa Cereales de Buenos Aires

 

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