Así surge de la última encuesta del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. Los motivos que arrojan tal resultado son los problemas climáticos y de competitividad que atraviesa la actividad agropecuaria, y el riesgo económico derivado del contexto político.
El relevamiento, que alcanzó a 406 productores cuyo valor bruto de producción individual es igual o mayor a USD200.000. Según quienes realizaron el trabajo, que 2 de cada 3 empresarios agropecuarios decidan no invertir actualmente “es un número que contrasta con el optimismo reinante hasta mayo pasado, circunstancia que se tradujo en grandes compras de maquinarias y equipos registradas en los primeros 5 meses del 2022″.
Riesgo político. Además, el 71% de los encuestados expresaron que no van a invertir en activos fijos en los próximos 12 meses. Al respecto, 46% de los productores opinó que la principal limitante para decidir invertir es el riesgo derivado del contexto político económico, 24% lo atribuye a la falta de financiamiento, 21% a los riesgos propios de la actividad, 10% a que ya invirtió iones y 9% a que no visualiza proyectos rentables.
Uno de los puntos que determina la encuesta es el de índice de expectativas futuras, que alcanzó esta vez los 91 puntos, con un incremento del 15% respecto de la medición de julio pasado.
Por otra parte, las expectativas de los productores para los próximos 5 años siguen siendo positivas con un valor de 150, siendo en el único índice que supera los 100 puntos. Según explicaron en la Universidad Austral, ese registro positivo posiblemente refleje la eventualidad de un cambio de gobierno en 2023, que permita una mayor valoración de los aportes de la actividad agropecuaria a la economía nacional.
Sin cambios. También la encuesta midió el índice de condiciones presentes, que se ubicó en 71 puntos y no presentó cambios significativos, respecto de los valores del mes de julio último. “Estos números se mantienen, aún incluso a pesar la vigencia del dólar soja, que se interpreta como una medida aislada y motivada solamente por la urgente necesidad de incrementar las exhaustas reservas del Banco Central”, explicaron los responsables de realizar el estudio.
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Respecto del “dólar soja”, la encuesta señaló que 57 % de los productores aceleraron sus ventas aprovechando ese desdoblamiento cambiario, 73% dijo que utilizaría los fondos recaudados por esas ventas para la compra de insumos y un 41 % mencionó la posibilidad de arrendar campos o saldar cuentas pendientes, siendo solo 11% de los consultados quienes mencionaron la compra de dólar MEP.
Clima. En tanto, la falta de lluvias en las distintas zonas productivas es una de las principales preocupaciones de los productores. Al respecto, 46% de los consultados observan pérdidas irrecuperables en la producción de trigo, 32% piensa que pueden recuperarse algunos lotes del cultivo y solo un 22% manifestó que no observa daños. También la encuesta arrojó 59% de los productores teme la presencia de eventos climáticos desfavorables, 23% piensa que frente a ellos debería realizar cambios en los planteos productivos y 15% vislumbra que la situación se normalizará.
