Las petroleras suben hasta 12% los combustibles

Luego que YPF aplicó aumentos de hasta 8% en sus combustibles el fin de semana, desde el lunes las petroleras Shell (Raízen), Axion (Pan American Energy) y Puma (Trafigura, ex Petrobras y ex Pampa) también ajustaron sus precios al consumidor.

Según pudo saber ámbito.com de fuentes del sector, la compañía angloholandesa hoy en manos de los brasileños incrementó entre 9% y 12% sus productos en la ciudad de Buenos Aires, al remarcar la nafta súper a $ 29,52; la V-Power a $ 34,99 y el Diesel Premium a $ 30,98, un 12% más que el mes pasado. En lo que va del año Shell acumuló un incremento anual de más de 21%. 

PAE subió 5% la Súper hasta llevarla a $ 28,08 por litro, mientras que la de mayor calidad trepó 8% a $ 33,75. Esos porcentajes fueron resueltos en línea con los aplicados por la empresa de mayoría estatal. Para el gasoil, Axion aumentó el común a $ 24,45 (4,9%) y el Premium a $ 29,56 (8%).

La versión Súper en las estaciones de servicio Puma y Petrobras se encareció 6%, pero el precio por litro quedó 24 centavos debajo de YPF, que llegó a $ 27,82. En tanto la nafta más cara de Trafigura aumento apenas por debajo de un 6% y se ubicó a solo un centavo de la cotización que fijó la estatal, en $ 32,34. 

La paridad de precios entre las marcas ratifica la intención del Gobierno nacional de sostener la liberación del mercado de combustibles en la Argentina.

Según revelaron fuentes del sector a ámbito.com, esa ratificación la trasmitió en las últimas horas un alto funcionario del Ministerio de Energía a los principales despachantes de naftas y gasoil del país. En rigor, el mensaje completo tuvo múltiples “aclaraciones” sobre el rumbo que la gestión de Mauricio Macri pretende para la importación, producción y venta de hidrocarburos, luego de la abrupta salida de Juan José Aranguren y el desembarco de Javier Iguacel en el área.

En primer lugar, se sepultó el Acuerdo de Estabilidad de Precios de Aranguren y se ratificó la liberación del mercado implementada desde octubre pasado, cuando el dólar cotizaba $ 17,36 y el barril de Brent u$s 57,69. Con un dólar que rozó los $ 30 el último viernes de junio y el crudo internacional por encima de los u$s 77, se estima que el atraso de los precios ya se acerca al 45%.Las petroleras hablan de un rezago de solo 20% en los surtidores para no asustar a los conductores y factores productivos, fundamentalmente del campo, consumidores de gasoil a granel y en pugna por lograr el abastecimiento.

En el Gobierno admiten que habrá al menos un incremento de combustibles por mes, sin temor a la consecuente escalada inflacionaria. El mensajero gubernamental recordó que para 2018 ya no existen las metas inflacionarias ni del 15%, 20% o 25% y refrescó la condición de liberal y “promercado” que caracteriza a los jefes de Cambiemos. En la Casa Rosada apuestan a que la luz verde para aumentar los precios fomente la “sana competencia” entre las petroleras para conseguir clientes y no perderlos.

Por la entrada en vigencia de la reforma tributaria en marzo pasado, que establece un ajuste trimestral por el IPC del INDEC del impuesto a la venta de combustibles (exITC) y al Dióxido de Carbono (IDC), ya se descuenta otro golpe al bolsillo para septiembre. En ese mes, los tributos expresados en pesos subirán como mínimo 8%, por la inflación acumulada del segundo trimestre de 2018 (2,7% en abril, 2,1% en mayo y un piso de 3% en junio). En junio el incremento de impuestos fue de 6,7%.

A este “impuestazo” se le agrega una reciente elevación de hasta 12,9% en los precios de los biocombustibles dispuesta por Energía, que también se trasladará a los surtidores por la incidencia en la mezcla con las naftas y el gasoil, aunque con un menor impacto que las dos principales variables de ajuste, que son el tipo de cambio y Brent.

Fuente: Ambito Financiero