Gobierno quiere meterse en África: maquinaria agrícola, genética y medicamentos en menú exportador

Un estudio de Cancillería revela la estrategia que quiere llevar adelante el Gobierno. El objetivo es aumentar las exportaciones en u$s25.000 millones por año.

El primer paso siempre es el más difícil. Lo sabe el presidente Alberto Fernández, que apuesta a meterse de lleno en un mercado como el africano. La razón es clara: en el Gobierno creen que África es potencialmente “una región en expansión” con mayor tasa de crecimiento poblacional y mejora del poder adquisitivo. “Hay una clase media en ascenso que está empezando a consumir carne, ahí tenemos una oportunidad”, remarcaron a este medio desde el Ministerio de Relaciones Exteriores. Pero hay más. Por ejemplo, que los países de este continente importan más u$s434.000 millones en bienes industriales, de las cuales la Argentina representa sólo el 0,07%. En productos agropecuarios, en tanto, la cifra alcanza los u$s80.000 millones, un 5% de ese mercado.

Entre los productos que el plan exportador apunta a potenciar en esta región están los aceites refinados, los lácteos elaborados, los productos de panadería, las máquinas agrícolas, la tecnología poscosecha, los sistemas de irrigación, la genética bovina, los productos para la sanidad animal y una amplia gama de medicamentos.

En rigor, el plan pospandemia ya está en marcha. Los anuncios de obras públicas que Alberto Fernández hizo en los últimos días forman parte del programa para reactivar el mercado interno. Pero en el Gobierno saben que en cuanto el consumo vuelva a funcionar las importaciones aumentarán y la falta de dólares puede reaparecer. Para evitar esto, desde la Cancillería vienen trabajando en la detección de oportunidades y de acuerdo al último plan elaborado, el objetivo exportador será aumentar la participación en los mercados asiáticos y africanos.

Con la industria funcionando casi en su totalidad y la actividad volviendo a los niveles de la pre pandemia, cada una de las carteras comienza a retomar el objetivo que se trazaba a comienzo del año. La designación de Felipe Solá a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores estuvo directamente vinculada con el retorno de las gestiones comerciales a la esfera de la Cancillería.

“Necesitamos aumentar las exportaciones en por lo menos 25 mil millones de dólares por año”, dijo ayer Solá en la primera reunión del Gabinete de Comercio Exterior. Para conseguir este objetivo, el ministro encargó un detallado estudio al Centro de Economía Internacional sobre el avance el rumbo a nivel mundial y el comercio en cada una de las regiones.

El informe al que pudo acceder Ámbito revela que en los próximos 10 años el mundo crecerá a una tasa anual del 2,9%. También marca que los países en vías de desarrollo serán los impulsores de dicha suba y tanto Asia como África se posicionarán como las regiones de mayor variación positiva. ”Su comercio exterior crecerá más rápido que el mercado interno y representará hasta el 50% del comercio total, frente al 40% actual”, asegura el texto elaborado por la Cancillería.

Es por eso que, además de África, la nueva estrategia diplomática y comercial se centrará en potenciar las exportaciones a India, China, Pakistán, Filipinas, Indonesia, Malasia, Egipto, Irán, Nigeria, Emiratos Arabes y Tailandia entre otros.

En este caso, el documento refiere que las mayores oportunidades se encuentran en los derivados de la industria láctea, las carnes, los productos de la pesca, la miel, la fruta fresca, los vinos, las semillas y los minerales. “Si bien el aceite de palma continúa siendo el más comercializado y consumido en la región, mayor cantidad de consumidores están demandando productos más saludables como los aceites de soja y girasol”, resalta el estudio adquirido por este medio.

También hay un apartado dedicado a la relación comercial con China. En este se espera que su economía crezca entre un 5% y 6% anual promedio hasta 2030 y que sus importaciones sigan aumentando impulsadas por la continua expansión de la demanda interna. En ese marco, todos los sectores tendrían un alza: los alimentos y manufacturas agropecuarias, las commodities, los productos industriales y los combustibles,

“El mundo va a demandar mayor cantidad de alimentos”, repiten los funcionarios a la hora de analizar el comercio exterior. El mayor desafío que se plantea el gobierno ahora es ganar espacios en un mundo que se cierra y al mismo tiempo generar valor agregado a las exportaciones.

Fuente: ámbito.com por Andrés Lerner

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