Mercado de granos: coherencia en tiempos de cuarentena

La importancia de trabajar coordinada y responsablemente para dar continuidad a la campaña 2019/20.

En medio de una pandemia, se toman resoluciones nacionales, provinciales y municipales, con el firme objetivo de disminuir la proliferación de este COVD-19, cuya virulencia podría colapsar nuestro sistema de salud. Se busca, entonces, quitar del medio el vector más importante, las personas.

En el mientras tanto, la cosecha gruesa debe continuar, así como todas las tareas relacionadas a la producción agropecuaria, desde ordeñar una vaca, alimentar a la hacienda, vacunar el rodeo o fertilizar una pastura. Todas acciones que en el corto, mediano o largo plazo, se traducirán en alimentos y divisas que serán imprescindibles para nuestro país.

Sabemos que a la fecha, la cosecha 19/20 se ha comercializado más del 30% de la soja, más del 40% del maíz y casi el 90% del trigo. Además, los compromisos de embarques, muchos de los cuales ya entran en fecha de cumplimiento, alcanzan volúmenes de 5,6 millones de toneladas de soja, 19,4 millones de toneladas de maíz y 12 millones de toneladas de trigo, siempre hablando de la cosecha 19/20. No todos los compromisos de embarque son para ser cumplidos en plena cosecha, entre abril y mayo, pero en el caso particular del maíz marzo y abril son fechas claves de carga de buques con cereal nuevo, y los compromisos de embarque fueron tomados con meses de anticipación, para los que los buques se movieron desde sus países hasta el nuestro, para cargar sus pedidos. Este maíz nuevo se obtiene desde lotes que entregan sus maíces tempranos. Por dar un ejemplo, la semana pasada se cargaron casi 2 millones de toneladas de maíz en buques para ser exportado.

Son tiempos diferentes, que nos encuentra en medio de trabajos de cosecha, con una capacidad de almacenamiento propio limitada, y con la necesidad de trasladar gran parte de la mercadería a puerto y así descomprimir las estructuras de almacenamiento, tanto propias como de acopios y cooperativas.

A favor de todo esto resulta que, muchos productores, anticipándose a bajas de precios y complicaciones logísticas, se abastecieron de silos bolsa, con lo que podrán conservar tranquera adentro parte de sus cosechas. Pero esto solo servirá como paliativo y seguirá siendo necesario el transporte de granos a puerto.

De manera que, extremando las medidas de seguridad e higiene requeridas por los protocolos provinciales en lo referido a cosecha y transporte de carga, se recomienda buscar orden en las medidas implementadas, que las mismas se plieguen desde el decreto de Necesidad y Urgencia de la Nación, hasta los protocolos provinciales, poniendo todos los recursos en hacer funcionar lo ya impuesto por esos documentos y no agregar medidas municipales que contradigan las provinciales y/o nacionales.

La coherencia se define como la relación lógica entre las partes o elementos de algo, de tal forma que no se produce contradicción ni oposición entre ellas. Así, la coherencia de las medidas de cuarentena tomadas no exceptúan a nadie, el país se encuentra en cuarentena y algunos sectores deben atravesarla trabajando, por ser personal de la salud, de seguridad o de producción, elaboración o provisión de alimentos, así como estaciones de servicio, etc.

Todos ellos, por estar haciendo una cuarentena en actividades, deben ser más estrictos que quienes se quedan en sus casas, por estar expuestos a personas y lugares que podrían contagiarles.

Conclusiones: ser coherente desde quienes deben cumplir reglas como de quienes deben hacerlas cumplir. El personal de trabajo que está levantando el grano, lo transporta y almacena, deben acatar las normas establecidas sin subestimar su severidad, y los municipios atravesados por el agro, que trabajan coordinadamente con el gobierno provincial y nacional, deben facilitar el normal funcionamiento de camiones para evitar aglomeración de los mismos como fuentes de contagio.

La oportunidad en medio de esta crisis global, es establecer lazos invisibles entre quienes deben permanecer en pie de guerra, para cooperar con excelencia en el rol que les toca y respetar con empatía al resto de los que permiten que estas actividades vitales se sigan desarrollando.

 

Fuente: INTA por Marianela Sabrina De Emilio

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