Fuentes del Consejo aseguran que “seria una lastima que una decisión coyuntural pusiera en duda un trabajo que es mucho mas amplio, a largo plazo, para los próximos 10 años”. Afortunadamente son varios los integrantes de la nueva entidad que entienden que no puede haber ganadores y perdedores. “Debe ganar la agroindustria argentina porque la grandeza que todas las entidades mostraron al unirse fue la de dejar las mezquindades de lado”. En este sentido, José Martins, referente del CAA destacó que “el grupo esta unido para concretar una política de Estado a largo plazo, por eso hay que ser cuidadosos y no caer en los extremos de ambos lados”.
El CAA llevará a la reunión del próximo miércoles una agenda con propuestas de aplicación inmediata y ademas buscará definiciones acerca del proceso legislativo -si efectivamente se impulsará desde el Poder Ejecutivo o si lo hará un grupo de legisladores- para avanzar a paso firme luego de las presentaciones que se llevaron a cabo en los últimos meses con legisladores, ministros e incluso con el propio Alberto Fernández. De hecho, en los últimos días se realizaron reuniones de equipos técnicos entre el Consejo Agroindustrial y los Ministerios de Economía y Agricultura como para llegar a la reunión con avances en temas de rápida implementación.
Es que mas allá de la Ley Agroindustrial, la estrategia de reactivación productiva también incluye una batería de medidas que el Consejo pedirá se apliquen a corto plazo, para que el diálogo se transforme en señales concretas que transmitan confianza. Estos pedidos no tendrían impacto fiscal en las arcas del estado y darían una ventaja a distintos actores de la producción. Se trataría de nuevos esquemas de prefinanciación de exportaciones con foco en pymes y cooperativas, la reducción de costos de servicios públicos en la operatoria de exportación en los puertos, la solución en los retrasos de la devolución del IVA, la creación de una cuenta única para compensar obligaciones tributarias y/o previsionales y la simplificación digital de operaciones de comercio exterior.
Otra de las propuestas que cobra fuerza es la de premiar a quienes generen valor y mejoren su performance productiva y exportadora de los últimos años. En caso de superar sus indicadores podrían pagar menos impuestos por la diferencia y de esa manera se premiaría la superación e inversión productiva.
Los distintos sectores privados que representan a la producción acudirán al encuentro con expectativas porque entendieron que había una silla vacía en las mesas de negociación entre el agro y el Gobierno, o mejor dicho que era necesaria una representatividad mas amplia que contuviera también a la agroindustria. Es que en un contexto de necesidad de dólares, de incrementar las exportaciones, parece ser éste el momento ideal para plantear la importancia del complejo agroindustrial, que fue uno de los pocos sectores que siguió trabajando y exportando aun en pandemia.
Fuente: ambito.com | Por: Daniel Aprile