A pesar de que los márgenes de crushing mejoraron, la caída de la actividad industrial no permite visualizar la mejora en los precios

En diciembre, mes marcado por el paro, la industria procesó el volumen de soja más bajo en 18 años. Las exportaciones de harina caen a mínimos desde 2007/08. En Brasil, la cosecha avanza a su ritmo más lento en 10 años y peligra el programa de embarques.

 

Es necesario remontarse a febrero del 2002 para encontrar valores de crushing mensual tan bajos como los registrados en diciembre, cuando la industria procesó apenas 808.000 toneladas. El volumen industrializado el pasado diciembre representa un tercio del promedio procesado en diciembre en las últimas tres campañas (2,4 Mt). El bajo nivel de crushing de poroto de soja durante el último mes del 2020 fue consecuencia, principalmente, del cese de la actividad industrial ante las medidas de fuerza gremiales que se extendieron durante gran parte de diciembre.

Independientemente de la contundente caída de la actividad en el último mes del 2020, el procesamiento de soja para la campaña 2019/20 se estima en 36,6 Mt, es decir, 4,6 Mt por debajo del crushing en 2018/19. El volumen de procesamiento de la oleaginosa que se anticipa actualmente se asemeja a los valores alcanzados en las campañas 2017/18 (36,4 Mt) y 2012/13 (35 Mt), cuando la cosecha de soja argentina había sufrido fuertes recortes producto de severas sequías.

El margen bruto de procesamiento de la soja (es decir, la diferencia entre los ingresos por la venta externa de harina, pellets y aceite, y los costos de adquisición del poroto más costos industriales y de exportación) sube acompañando los aumentos de precios de los subproductos industriales, por encima de las alzas en el poroto. Sin embargo, pese a esta recuperación de los márgenes, la caída en la actividad industrial no ha permitido capturarlos en su totalidad.

En tanto, las compras totales del sector industrial y exportador van a un ritmo mucho menor que el año pasado. Para el último día hábil de enero, las compras totales se ubicaban 3 puntos porcentuales por debajo de las registradas a misma fecha la campaña pasada. Con un bajo nivel de actividad comercial, se consolida un fuerte atraso en las exportaciones de harina y pellets de soja.

En este sentido, en la campaña 2019/20 se lleva exportado cerca de 21,4 Mt de harina, pellets y expellers de soja. El volumen despachado representa así el menor nivel exportado en el período abril-enero desde el año comercial 2007/08 (20,8 Mt).

Además, frente a un panorama incierto que contempla posibles subas de precios, se incrementó la proporción de la cosecha que al momento aún no tiene precio puesto. A fines de enero, el volumen de soja 2019/20 aún no negociado (11,5 Mt) y aquel ya comercializada pero sin precio firme (4,3 Mt) sumaron 15,8 Mt, es decir, el 31% de la cosecha. La proporción de soja a la que aún falta ponerle precio creció un 6,75% esta campaña en relación al ciclo anterior y cerca de un 40% en relación al promedio de las últimas cinco campañas.

La mayor humedad de los suelos mejora las perspectivas de rindes

La siembra de maíz ya se encuentra prácticamente finalizada en Argentina, con más del 98% de la superficie objetivo implantado. Mientras que en el caso de la soja, las actividades de siembra concluyeron a finales de enero. En el plano climático, las recientes lluvias han mejorado considerablemente la humedad de los suelos, y con ello, el desarrollo de ambos cultivos coincidentemente con el período más crítico para la definición de rindes en gran parte del territorio nacional. La imagen que sigue muestra la evolución de las reservas de humedad durante el último mes, evidenciando la mejora descripta.

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Con los efectos de un fenómeno La Niña aminorados por un buen ritmo de lluvias, las perspectivas productivas mejoran en una campaña con amplia apuesta productiva por los granos gruesos. El área sembrada con maíz se estima totaliza 7,1 millones de hectáreas en 2020/21, sólo superado por la superficie cubierta en 2019/20 (7,2 Mt). Las últimas dos campañas se consolidan así como las de máxima cobertura de siembra maicera en la historia del país.

Por otra parte, se estima una superficie sembrada con soja de 17,3 millones de hectáreas en la campaña 2020/21, en línea con lo implantado la campaña anterior, pero muy por debajo del promedio de los últimos cinco años, de casi 19 M Ha.

La recomposición de la humedad del suelo, en una campaña que parte de amplia superficie sembrada tanto de maíz (segunda mayor de la historia) como de soja, puede colaborar a enriquecer rindes y mejorar perspectivas productivas.

La cosecha de soja en Brasil avanza a su ritmo más lento en 10 años y peligra el programa de embarques

Comenzó la cosecha de la campaña gruesa 2020/21 en Brasil, con un fuerte retraso en relación con años anteriores. Al 29 de enero la cosecha había avanzado sobre el 2,1% del área sembrada, según información de CONAB, con los mayores avances registrados sobre los estados de San Pablo y Mato Grosso. Este progreso se ubica 6,6 puntos porcentuales por detrás del avance en 2019/20, y representa el ritmo de cosecha más lento en los últimos 10 años. Los retrasos en el período de siembra corrieron la ventana de cosecha y, sumado a esto, uno de los eneros más lluviosos de los últimos años en el Cono Sur cargó de humedad los suelos y cultivos, y retrasó aún más las tareas.

Esta situación pone presión sobre el mercado de soja, considerando que la programación de embarques para el mes de febrero es la más alta desde al menos 2015 en Brasil. Actualmente, según información de Refinitiv, el país vecino tiene programados embarques de soja para el segundo mes del año por casi 8 millones de toneladas, un 20% por encima del 2020.

El retraso en la cosecha de la oleaginosa no solo dificulta su provisión, sino que además afecta las posibilidades del maíz, ya que retrasa la siembra del maíz de segunda, que se siembra en muchas zonas después de soja.

En un informe reciente, el Agregado Agrícola en Brasil del Departamento de Agricultura de Estados Unidos disminuyó en 2 millones de toneladas su pronóstico de producción de maíz brasileño para la campaña 2020/21, hasta 105 Mt. Esto se explica por una reducción en la proyección de los rendimientos del maíz temprano, así como en la posibilidad de que se retrase la siembra de maíz tardío (safrinha). El pronóstico, de cumplirse, aún representaría un aumento del 2,4% con respecto a la campaña 2019/20, y constituiría un récord de producción de maíz para Brasil.

Según el organismo, a pesar de las preocupaciones sobre la siembra tardía de la safrinha, los productores estarían motivados por precios casi récord del maíz para expandir la superficie sembrada, incluso arriesgando productividad por correrse de la ventana óptima. Se espera que se expanda el área de maíz de Brasil en la campaña 2020/21 en un 1 M ha, alcanzando 19,5 M ha, un máximo histórico. La fuerte demanda de los sectores avícola y ganadero, así como la creciente industria de etanol en ese país, apuntalaron el consumo interno del cereal y sostienen los precios a los productores.

 

Fuente: Guido D’Angelo – Javier Treboux   BCR

 

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