Sigue el misterio por las vacas mutiladas

Vuelve el misterio de las vacas mutiladas en el sur cordobés. Hace más de una década se llegó a culpar por el fenómeno al “Chupacabras”. Luego el Senasa determinó que habría actuado un ratón: “el hocicudo rojizo”.

En las últimas horas, en un campo de Jovita, propiedad de Viviana Picco, apareció una vaquillona muerta con extraños cortes. Según la propietaria, pese a que lleva varios días sin vida, el cuerpo no se descompone y “no se le acercan ni los caranchos”.

A la vaquillona le faltan partes de la cola y la cara y  los cortes parecen tener una precisión quirúrgica. Según la productora, lo llamativo es que, “pese a la rodean moscas, la carne no se agusana”.

En el 2002, cuando se produjo una seguidilla de apariciones de vacas mutiladas en Berrotarán y Laboulaye algunos vecinos, como Jesús Peralta, llegaron a afirmar que habían visto al “chupacabras” y lo describieron como “parecido a un perro lanudo pero de gran tamaño, con ojos rojos y rapidísimo”.

Entonces, desde la Universidad Nacional de Río Cuarto se comprobó que las vaquillonas tenían “cortes netos en la piel” por lo que se descartó que hubieran sido producidos por predadores. Sin embargo, el Senasa, con base en un informe de la universidad de Tandil, sindicó al ratón hocicudo rojizo (oxymycterus rufus) como el autor de las mutilaciones.

 

Fuente: Vía País