Se incorpora un cultivo que genera una enzima de uso agroalimentario.

Se trata de la primera aprobación a nivel mundial de un cártamo mejorado por biotecnología moderna y la primera incorporación de un cultivo que genera una enzima de uso agroalimentario.

El evento fue desarrollado por la empresa argentina INDEAR y representará un enorme agregado de valor sobre el producto cosechado, oportunidades para la generación de nuevas industrias de base tecnológica, sustitución de importaciones y reducción de costos en la producción de alimentos. Este cultivo produce la enzima quimosina, la cual se puede ahora purificar a partir del mismo y ser empleada en la industria de producción de quesos. Cabe señalar que la quimosina utilizada hasta ahora para este fin en todo el mundo es asimismo de origen biotecnológico, pero producida en microorganismos genéticamente modificados.

Entre los antecedentes de esta decisión se cuenta la evaluación de la Comisión Nacional Asesora en Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), centro de referencia para la bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Asimismo, la inocuidad y aptitud alimentaria del producto fue evaluada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en tanto que el Instituto Nacional de Semillas (INASE) estuvo a cargo de los controles regulatorios durante las etapas de liberación a campo experimental y producción piloto.

La Artemisia annua se utilizó durante más de 2.000 años en la medicina tradicional china para tratar las fiebres.

El científico chino Youyou Tu fue galardonado en 2015 con el Premio Nobel de Medicina por el descubrimiento de la artemisinina y su aplicación en terapias contra la malaria. La terapia combinada basada en artemisinina (ACT) es el tratamiento estándar para la malaria en todo el mundo, avalada por la Organización Mundial de la Salud.

Un equipo internacional de científicos descubrió un gen que permite duplicar la producción de artemisinina en la Artemisia annua, lo que les permitió obtener, a través de ingeniería genética, plantas de Artemisia annua genéticamente modificadas (GM) que producen el doble de artemisinina. Este avance representa un importante paso hacia la reducción de los costos de producción de artemisinina.

El 90% de los casos de malaria y el 92% de las muertes causadas por esta enfermedad ocurren en el África subsahariana, este hallazgo podría ser un paso importante para reducir los costos de un medicamento tan necesario.