No todo lo que brilla es grupo de calidad uno: pautas para elegir cultivares de trigo

La red de ensayos de trigo 2017/18 de la región CREA Mar y Sierras, realizada en siete zonas representativas de la misma (Gral. Madariaga, Maipú, Miramar, La Dulce, Tandil, Azul y Cascallares) mostró que algunos cultivares categorizados en el “grupo 1” obtuvieron valores de proteína y gluten muy bajos, mientras que otros de “grupo 2” e incluso de “grupo 3” mostraron un mejor comportamiento en calidad con niveles de rendimientos equivalentes o superiores a la media.

“Ensayos realizados con ofertas de nitrógeno de 150 y 200 kg/ha también evidenciaron que esos materiales tuvieron dificultades para registrar niveles de fuerza panadera (W) lo suficientemente elevados como para generar oportunidades comerciales en el mercado de calidad”, indicó Jorge González Montaner, coordinador técnico de Agricultura de la región CREA Mar y Sierras, durante la última jornada de la Mesa de Planes Nacionales de CREA realizada en la sede central de la entidad.

González Montaner señaló que una alternativa que se viene explorando en los últimos años es la siembra combinada de cultivares con perfiles complementarios para lograr partidas de trigo con rendimientos y calidades aceptables.

“Un ejemplo es la mezcla, en una proporción 70-30%, de Baguette 802 con Meteoro, la cual, en el promedio de resultados de los ensayos realizados en los siete sitios de la zona, logró buenos resultados al combinar un material de alto rendimiento con otro que se caracteriza por contar con buenos parámetros de calidad pero con rindes por debajo de la media”, explicó el técnico CREA (ver cuadro).

En el caso de la otra mezcla probada (Serpiente + MS INTA 514), los resultados logrados en la última campaña no fueron satisfactorios porque los rendimientos de Serpiente resultaron muy afectados por ataques de mancha amarilla.

“No se duerman con el trigo, porque si bien las condiciones presentes no parecen ser las mejores, en caso de presentarse lluvias que recarguen los perfiles, la campaña triguera se va a largar con todo y es conveniente tener todo preparado en ese escenario”, recomendó González Montaner.

En cuanto a cebada, el cultivar que –adecuadamente fertilizado– mostró el mejor comportamiento en calidad en los ensayos realizados en la zona fue Andreia (ver cuadro). “De todas maneras, necesitamos ampliar la base genética que estamos utilizando para evitar repetir lo que sucedió con (el cultivar) Scarlett (que dejó de sembrarse al quebrarse la resistencia a enfermedades)”, relató González Montaner.

“En la actual coyuntura, en caso de poder asegurar precios de cebada forrajera atractivos (para el ciclo 2018/19), se está evaluando priorizar las siembras orientadas a ese mercado para aprovechar las ventajas agronómicas y logísticas que tiene la forrajera respecto de la cervecera”, añadió.