En el norte de Córdoba la soja tuvo la mejor cosecha

A nivel país, las últimas dos campaña agrícolas estuvieron marcadas por los contrastes y la región centro norte de la provincia no fue la excepción. A tal punto que en un análisis de 17 campañas, la regional Córdoba Norte de Crea tiene en los ciclos 2017/2018, afectado por la sequía, y 2018/2019 a los extremos productivos.

Sobre una superficie sembrada de 50.844 hectáreas con soja en secano, en la última campaña el rendimiento promedio de los lotes de primera fue de 41 quintales. “Se trata del mayor registro histórico de la zona, ubicándose 24,6 quintales por encima del rendimiento de la campaña anterior”, explicó Lourdes Cornavaca, analista técnica zonal y encargada de difundir el capítulo soja durante la Jornada de Actualización Técnica (JAT) realizada en Jesús María.

En la campaña 2017/2018, la soja había tenido un rendimiento promedio en el ámbito de la regional de 16,3 quintales por hectárea. Respecto al promedio histórico, el aumento en la última cosecha fue 40 por ciento.

El clima fue el gran aliado de la producción. Hubo zonas de la regional que en enero recibieron arriba de 200 milímetros de lluvias, en febrero 100 milímetros y en marzo máximos de hasta 140 milímetros.

La soja de primera implantación ocupó 46.381 hectáreas, con un rendimiento promedio de 41 quintales, mientras que la soja de segunda se ubicó en 4.463 hectáreas que reportaron una productividad promedio de 39 quintales por hectárea.

En riego, los Crea de la región destinaron 3.581 hectáreas. Los cultivares de primera aportaron 43 quintales y los de segunda contribuyeron con 38 quintales.

Antecesores

Como es usual en la región, durante la última campaña predominó la elección de sembrar soja de primera en secano sobre lotes de maíz y en mayor proporción del cereal de primera.

“Sólo en el 10 por ciento el antecesor fue soja, con buenos resultados en los casos de primera; diferenciándose esto de lo que se observa en los datos históricos de la región, en los cuales el resultado sobre este antecesor es de alrededor de tres quintales por hectáreas menos respecto al maíz”, precisó Cornavaca.

Sobre el rastrojo de soja, la oleaginosa rindió 42 quintales, contra 41 quintales sobre de maíz de primera y de segunda. Hubo lotes sembrados sobre cultivo de servicio con rendimientos promedio de 43 quintales por hectárea.

En soja de segunda en secano, el antecesor más elegido fue el trigo; allí rindió 40 quintales de promedio por hectárea. Quedó en segundo lugar el garbanzo, donde reportó 35 quintales.

Bajo riego, la soja de primera se sembró en un 95 por ciento sobre lotes de maíz (ya sean de primera o de segunda). El mayor rendimiento fue sobre barbecho del cereal de primera, con 45 quintales de promedio.

 

Fechas de siembra

En la campaña 2018/19, la soja de primera en secano se sembró a partir de la tercera decena de octubre hasta la segunda decena de enero. El 85 por ciento de la implantación del cultivo se concentró entre el 11 de noviembre y el 31 de diciembre. “Muy pocos lotes se sembraron en enero 2019, tal como es habitual para este cultivo en nuestra región. La línea de tendencia para los rendimientos promedios por decena de siembra para esta campaña mostró una pérdida de 14 kilos de soja por día de atraso en el establecimiento del cultivo. El año anterior, en una campaña seca, habíamos encontrado una tendencia coincidente a la baja de rendimiento por el atraso en fecha de siembra, aunque de casi el doble de kilos”, comparó Cornavaca.

En cambio, la soja de segunda en secano se sembró más de un 80 por ciento en diciembre y mostró una tendencia de disminución de rendimiento a medida de que se atrasó la fecha de siembra.

Maíz

Con una superficie sembrada de 57.741 hectáreas en el ámbito de la regional Crea, el maíz no logró superar su registró histórico.

Las 43.845 hectáreas con maíz de en secano tuvieron un rendimiento promedio de 91,4 quintales, 21 por ciento más que el promedio histórico. “Se trata de la segunda mayor producción por superficie para nuestra zona en 20 campañas y es además el récord de rendimiento desde los últimos 10 años, cuando se cambió más del 90 por ciento de la fecha de siembra a tardía”, sostuvo Diego López responsable técnico de zonal.

Bajo riego, entre maíz de primera y de segunda ocupó 4.157 hectáreas que rindieron 99,4 quintales de promedio.

En cuanto a la siembra, la campaña comenzó con algunos pocos lotes implantados en septiembre, octubre y noviembre. Recién en diciembre se realizó el pulso principal en el que se evidencia que entre el último mes de 2018 y los primeros 10 días de enero se implantaron 82 por ciento de los lotes con el cereal.

Según López, en el norte de Córdoba, la tecnología de maíz tardío defiende muy bien los pisos de rendimientos y mejora los techos productivos.

En lo que respecta al cultivo de segunda, y como es usual en la regional, la siembra se produjo a partir de diciembre y se concentraron la mayoría entre la segunda decena de ese mes y la primera de enero.

 

Fuente: Agrovoz

 

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