El trigo trae un aumento del 124% en el margen para la próxima campaña

No sólo las lluvias de abril y mayo están llamando a las sembradoras de trigo a surcar los campos de Córdoba: también los números que se avizoran para la campaña próxima a comenzar.

El economista del Inta Marcos Juárez, Carlos Ghida Daza, estimó que los márgenes para el corriente ciclo podrían duplicarse en relación al año pasado.

El investigador publicó un informe denominado “Análisis de costo beneficio del cultivo de trigo”, en el que proyectó un margen teórico de 4.009 pesos por hectárea para un cereal producido en campo propio y que rinda 26 quintales por hectárea, lo que significa un 124 por ciento más que los 1.788 pesos por hectárea que se estimaban en marzo de 2017.

Este crecimiento interanual supera por cuatro veces a la inflación estimada para el mismo período, en torno al 29 por ciento.

Cálculos

Según Ghida Daza, el costo de las labores de siembra y cosecha, la compra de la semilla y la aplicación de agroquímicos, sube 35,9 por ciento para esta campaña, de 2.639 pesos a 3.589 pesos por hectárea.

Pero esta variación superior a la inflación, se compensa con creces con un precio del cereal cerca de su pico histórico, debido al escenario de sequía del verano, la mayor demanda de la molinería y la actualización del dólar.

En una serie desde 2006 hasta la actualidad, a valores constantes, el trigo está en su cotización más alta, a excepción del máximo de 2013/14, cuando escaló a un precio excepcional debido a un fuerte déficit en la oferta interna.

La ecuación final es un incremento del 61 por ciento del precio que recibe el productor tras abonar todos sus gastos, que lleva a los márgenes a un escenario positivo aun cuando los rindes fueran magros.

Cereales, a la vanguardia

Otro dato interesante que aportó Ghida Daza es que “se mantiene una situación favorable a la sustentabilidad agronómica, ya que los resultados más eficientes se dan en cereales, tanto en el doble cultivo de trigo/soja de segunda como en maíz”.

Según el economista, este empuje del trigo, combinado con soja de segunda, es el que arroja un margen más alto, superando al maíz y a un planteo exclusivo de soja de primera.

También la mejora de los números para el trigo beneficia a quienes producen en campo alquilado: “En el caso de un contratista que realice el doble cultivo trigo/soja de segunda pagando 18 quintales por hectárea de soja, cuyo costo se repartiría entre los dos cultivos, se requerirá un total de 29,3 quintales de trigo para cubrir todos sus costos, incluyendo el alquiler.

Teniendo en cuenta que el rinde promedio zonal es 34,6 quintales, surge que se requiere un 15 por ciento menos del promedio de rendimiento para cubrir costos; lo cual, aunque presenta cierto riesgo, es menos crítico que la situación que existía en la campaña pasada”, resumió Ghida Daza.