El poder de compra ganadero, afectado por la suba del dólar y por la inflación

El precio del ternero subió la mitad de la inflación en los últimos 12 y 24 meses. La hacienda gorda también perdió contra el aumento de precios.

Más allá de las buenas noticias que se generan a nivel internacional para la carne argentina, con la reapertura de Estados Unidos y el crecimiento de las exportaciones, el productor ganadero no la está pasando bien con sus números.

Por el lado del criador, la suba del 22 por ciento que había registrado el valor del ternero en septiembre se vio diluida en los meses siguientes, con una caída de 4,3 por ciento en octubre y de 9,8 por ciento en noviembre, según los datos que trajo a Córdoba Federico Santángelo, integrante de la consultora Agroideas.

“El precio del ternero subió la mitad de la inflación en los últimos 12 y 24 meses”, graficó el analista durante su participación en la última Charla Granadera, organizada la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne de Córdoba (Afic) y la Bolsa de Cereales de Córdoba.

Pero no solamente el ternero perdió poder de compra. También lo hizo la hacienda gorda, que en octubre cayó de manera muy similar a la categoría de invernada: 4,29 por ciento. Solo el tipo de cambio tuvo ese mes una disminución mayor que la hacienda: 6,57 por ciento.

Con signo positivo se habían movido en octubre los valores de la carne al consumidor, con una actualización del 1,19 por ciento y el pollo, con 0,64 por ciento. Todo en un contexto en el cual la inflación alcanzó 5,5 por ciento.

“Hay una fuerte pérdida del poder adquisitivo de la hacienda, en especial en el último semestre”, advirtió Santángelo.

De larga data

Pero si la comparación entre los precios ganaderos, la inflación y el tipo de cambio se hace en relación a los últimos 12 meses, la brecha es más amplia.

Durante el último año, el valor de la invernada subió 24 por ciento; la hacienda gorda, 37 por ciento y la carne al consumidor, 40 por ciento. Mientras tanto, la inflación acumulada trepa al 45 por ciento y la actualización el tipo de cambio es de 110 por ciento.

Los números del analista de Agroideas mostraron también la comparación en los últimos 24 meses. Durante ese período, el ternero de invernada se encareció 46 por ciento; la hacienda gorda, 54 por ciento, y la carne al consumidor 61 por ciento. ¿Y la inflación?; 83 por ciento. Mientras que el dólar se revalorizó 142 por ciento.

Con costos crecientes en la alimentación, y sin financiamiento acorde, el productor ganadero está perdiendo capital para mantenerse en actividad.

Según Santángelo, el productor está vendiendo lo que tiene a mano y ese comportamiento mantienen elevada a la oferta.

En comparación con los precios agrícolas, la ganadería también pierde terreno y poder de compra.

“Desde la asunción del actual Gobierno, el valor en dólares del kilo vivo de novillo de exportación cayó 27 por ciento. Mientras que la tonelada de soja solo se retrajo uno por ciento”, comparó el especialista. El crecimiento de la faena de hembras también marca un desincentivo a producir carne. En los primeros 10 meses del año, la participación de los vientres creció en alrededor de 560 mil cabezas respecto a igual período de 2017.

Fuente: Agrovoz | Por: Alejandro Rollán