Agricultura circular: la visión de Holanda y Argentina

De cara a los desafíos de cambio climático, aumento poblacional y demanda de alimentos, Holanda tomó la decisión de apostar a la Agricultura Circular. Ésta busca aplicar a la agricultura misma lógica de la economía circular: reemplazar el modelo lineal actual de “tomar, usar, desechar” por uno holístico, restaurador y regenerativo que permite conservar y mejorar el capital natural, optimizar el uso de recursos y minimizar externalidades.

Para contarnos cómo lidera este camino, la Ministra de Agricultura, Naturaleza y Calidad Alimentaria de Holanda, Carola Schouten, pasó por el Congreso Aapresid. “Apuntamos a que la agricultura circular sea el principal método de producción de alimentos a 2030”. Para lograr esto puso en marcha su estrategia: ´Agricultura, Naturaleza y Alimentos: valiosos y conectados´. La misma se basa en la aplicación de tres líneas de acción: 1- percepción de un precio justo e ingresos satisfactorios para los productores – clave para innovar y mantener empresas sólidas -; 2- valorar los alimentos en todos los niveles, incluidos los consumidores y los grandes actores como restaurantes, y 3- posiciona a Holanda como referente de este nuevo paradigma.

En cuanto al primer punto, la ministra advirtió que “es importante que los productores trabajen junto a los actores de toda la cadena: transformación, packaging, distribución, supermercados y consumidores.” La propuesta apunta a promover el emprendurismo y la innovación y la integración a escala regional, donde Estado nacional, provincias y municipios trabajan juntos. Pero ¿cuáles son los desafíos y oportunidades que Argentina enfrenta para desarrollar una agricultura circular? Fernando Andrade fue el otro invitado del panel para hablar del tema. En términos globales, el desafío que enfrentamos es desacoplar producción de impacto ambiental: “los aumentos de producción del pasado estuvieron asociados a mayor impacto ambiental. El desafío es satisfacer las futuras demandas reduciendo estos impactos”. Para ponernos en contexto, a 2050 habrá un 47% de aumento en la demanda mundial de alimentos en kcal de cultivos. En esto la composición de las dietas y los desperdicios tienen un rol clave. “Si redujéramos a la mitad los desperdicios de alimentos el aumento requerido bajaría al 20%” La agricultura mundial es responsable de más del 20 de las emisiones GEIs. El sector usa casi 4kg/ha de plaguicidas y 120 de fertilizantes, fuentes de contaminación del agua. “En Argentina, los usos son más altos para plaguicidas, pero en fertilizantes son menos de la mitad de la media mundial”. Habló de la deforestación, la degradación de los suelos y el consumo de agua dulce como otros de los impactos de la agricultura histórica. “Si bien es probable podamos cubrir las demandas de producción de alimentos en 2050, en términos de impacto ambiental estamos lejos de los objetivos propuestos”.

Para hacer frente a esto necesitaremos de estrategias que nos permitan aumentar rendimientos sin incrementar la superficie cultivada, maximizando la eficiencia de uso de los recursos e insumos y minimizando el impacto. Para Andrade, la respuesta está en la innovación. “Hoy contamos con tecnologías duras como la robótica, sensores, informática, satélites y biotecnología. Pero quiero poner el foco en rol que las tecnologías de procesos y conocimientos jugarán en este contexto.” Estas incluyen el conocimiento del ambiente, del funcionamiento de los cultivos y pasturas, de la biología de plagas y de las interacciones entre componentes del sistema. “Estos conocimientos nos guían en los procesos de producción y el manejo de los sistemas bajo enfoques de bajo costo y con beneficios apropiables para los productores”. Ejemplos de estas herramientas son las rotaciones, los cultivos de servicios, la integración agrícola-ganadera y la no labranza. “Pero además de innovación necesitaremos de la colaboración entre investigación, extensión, productores y comunidad”, concluyó. En cuanto a las posibilidades para migrar a modelos de agricultura más circulares, Cesar Belloso, socio Aapresid que moderó la charla advirtió que “Argentina ya es líder en modelos de producción que usan menos insumos y generan menos emisiones, gracias a tecnologías como la SD. Tiene además experiencias como las de la Chacra Pergamino que logró reducir a la mitad el uso de herbicidas y maximizar la fijación biológica de N. Pero enfrenta problemas para promover la recirculación”. Andrade agregó que “a la gran extensión de los territorios se suman los problemas de logística, la menor integración (incluso agrícola-ganadera), la producción extensiva y dependiente del ambiente y la menor constancia en las políticas públicas, como principales trabas para encarar la recirculación”.

 

Fuente: Prensa Aapresid

 

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