🍯 La miel tucumana que vale oro: tiene sello oficial y pagan 25% más por su sabor único
Con aroma suave, sabor delicadamente ácido y una textura cremosa, la miel de azahar de limón de Tucumán se convirtió en la primera del país y el primer alimento del NOA en obtener el Sello de Indicación Geográfica (IG), un reconocimiento que garantiza su origen, calidad e inocuidad. Este logro, que llevó más de 15 años de trabajo conjunto, ya impacta directamente en el bolsillo de los apicultores: el producto se comercializa hasta un 25 % más caro que una miel convencional.
El desarrollo fue posible gracias a la articulación entre el INTA Famaillá, instituciones provinciales, universidades y productores locales. El objetivo: sumar valor agregado, diferenciarse en el mercado y consolidar un alimento funcional con propiedades beneficiosas para la salud.
🧪 Calidad certificada, sabor con identidad
El proceso de investigación incluyó análisis fisicoquímicos, sensoriales y funcionales realizados por el INTA junto al CONICET y laboratorios de la Universidad Nacional de Jujuy. Esta miel se destaca por contener flavonoides como hesperidina y hesperetina, que le otorgan propiedades antioxidantes, antimicrobianas y flebotónicas, convirtiéndola en un alimento saludable.
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🏞️ Más que un producto: es territorio y saberes
“El valor de una Indicación Geográfica no está solo en el lugar de origen o las condiciones climáticas, sino también en los conocimientos y técnicas aplicadas por los productores”, explicó Alejandro Álvarez, del Área de Agroindustria del INTA Famaillá.
Luego de obtener el sello, el desafío fue adaptar al sector a las Buenas Prácticas Apícolas y de Manufactura, mediante capacitaciones para asegurar la trazabilidad, inocuidad y calidad de la miel en todo su proceso. Los protocolos abarcan desde la ubicación de los apiarios y los tratamientos permitidos, hasta las condiciones higiénicas de las salas de extracción habilitadas por Senasa.
🔍 Auditorías y control permanente
Cada año se realizan auditorías a campo y análisis de laboratorio para verificar el cumplimiento del protocolo de la IG. Participan técnicos del INTA, la Dirección de Ganadería y Alimentos de Tucumán, la UNT y otras instituciones que integran la red público-privada.
🤝 Un modelo de trabajo colectivo
La experiencia tucumana es ejemplo de articulación efectiva entre el Estado, universidades y organizaciones de productores como la Cooperativa Norte Grande y la Asociación Civil Tucumana de Apicultura. “Buscamos proteger la calidad de la miel, promover su consumo y mejorar los ingresos de los apicultores familiares”, destacó Álvarez.
Fuente: INTA Informa