Delincuentes le sustrajeron 18 corderos a Gustavo Colombo. Indicó que la ocurrido le provocó un perjuicio económico superior a los 50 mil pesos.
Gustavo Colombo es un productor de Médanos, Provincia de Bs. As. y por estas horas trata de luchar contra la impotencia y el enojo que le provoca la acción de delincuentes, quienes ingresaron a su campo y le sustrajeron 18 corderos, los cuales tienen un valor comercial superior a los 50 mil pesos.
Asegura tener sospechas acerca de los responsables del robo, pero admite que la falta de compromiso de algunos vecinos y los inconvenientes que tiene la Patrulla Rural para cubrir la zona a su cargo, favorecen el accionar de los ladrones.
“No sé cuántas denuncias habrá, porque no estoy en la policía para saberlo, pero sé que hay mucha gente que no denuncia, porque no se da cuenta o porque creen que nada va a cambiar la situación. El tema es que uno no se da cuenta cuando tiene un campo grande y faltan 2 o 5 corderos, pero lo que me pasó a mi ya es es demasiado”, explicó Colombo.
Sostuvo que el de los últimos días es el quinto robo que padece en su establecimiento, ubicado a unos 12 kilómetros de la localidad del partido de Villarino.
“Acá hubo casos puntuales y algunos fueron denunciados, pero no porque esta bandita produzca 4 o 5 hechos seguidos podemos decir que se roba todo los días. La bronca es saber quién te robó y cruzarlo en la calle. Médanos es un pueblo chico y todos sabemos quién es quién”, expresó.
El hombre considera que ante esta situación es necesario cuidarse entre los vecinos.
“No digo que la Patrulla no anda o la policía no sirve, lo que pasa acá es que la gente no se involucra como debiera para solucionar el tema. Empezando con el que compra elementos robados, como con el que sufrió un hecho y no denunció. Ojalá no les toque estar en el lugar de uno, donde sentís una impotencia muy grande, porque hay gente que sabe pero no se anima a hablar”.
Explicó que la sustracción se produjo durante la madrugada y que los delincuentes “se tomaron todo el tiempo del mundo para hacerlo”.
Para el damnificado “trabajaron entre 3 o 4 personas en el campo y otro que buscaba los corderos”.
“Tenía unas 160 o 170 madres y quería llegar a tener 200. Incluso, tenía ofertas de unos 3 mil pesos por las corderas y nos las quise vender para tenerlas para reposición de crías, pero vinieron y me hicieron este desastre”.
Por otra parte, comentó que el perjuicio no se limita a los animales robados.
“Perdí más de 50 mil pesos, sin contar todas las ovejas que van a tener dificultades para parir, porque son muy sensibles y se pueden haber golpeado dentro del corral”.
Para Colombo, “las cifras para el que tiene poco o mucho son las mismas. En mi caso, me robaron un dinero que significa el pago de gastos fijos de dos meses y encima te cierran la fábrica, porque esas ovejas el año que viene iban a parir todas”.
Allanamientos
En las últimas horas se llevaron adelante cuatro allanamientos por el robo en el campo perteneciente a Colombo.
Fuentes de la fiscalía especializada en delitos rurales señalaron que durante los procedimientos secuestraron una camioneta y otros elementos de interés para la investigación.
“Secuestraron un vehículo y se hallaron cosas, pero aún falta, porque una chaira con sangre la tiene cualquiera en un campo. Además, no hay detenidos”, sostuvo el damnificado.
El hombre admitió que la zona que controla la Patrulla Rural es demasiado extensa.
“No es que no trabajan, porque tengo colmenas y me han parado infinidad de veces. Acá la situación pasa por colaborar entre todos con la policía para que suceda algo. Nos tenemos que cuidar entre todos”.
“La gente cruza vehículos raros, de día o de noche, y tiene que alertar rápidamente a la Patrulla. En mi caso yo no tengo muchos vecinos cerca del campo y los que están van y vienen, y eso facilitó para que trabajaran los delincuentes, además de que esta gente que entró a mi campo se dedica a esto”, añadió.
De todas maneras, el productor apunta a la comercialización de los animales robados.
“Acá la medida más clara es que la gente no compre y avise. Si a los corderos no los venden acá, lo hacen en Buratovich, Luro o Bahía. Hay personas que viven y vivieron toda la vida de esto. Cuando hay gente que no trabaja y se la pasa vendiendo corderos en el pueblo, no es muy difícil darse cuenta que robó. La gente a veces no sabe, pero otras veces tiene miedo a hablar”, finalizó.
Fuente: La Nueva Provincia | Por: Claudio Rodríguez Kiser