Prueba de híbridos de maíz en siembra temprana en 9 de Julio Bs.As. Campaña 2019/20

El maíz es un cultivo muy importante en la zona central de la Provincia de Buenos Aires. En la misma hay un número destacado de establecimientos que son mixtos, es decir, realizan agricultura y ganadería y las actividades en gran medida se complementan. Por supuesto que también existen establecimientos agrícolas puros e inclusive ganaderos puros. En los mixtos, el maíz es un insumo clave para la producción.

Si bien el número de feed-lot ha disminuido respecto a otros años, la suplementación estratégica o de terminación, se realiza en la mayoría de los establecimientos ganaderos de carne. En estos casos el maíz es el insumo por excelencia para tal alimentación.

En consecuencia, observándolo desde este punto de vista, siempre hay una superficie que es cautiva a este cultivo. En función de los años, la realización del cultivo para venta de grano al acopio, cobr a mayor o menor importancia de acuerdo a las condiciones económicas y rentabilidad que pueda brindar el mismo. Después de soja, que es el cultivo con mayor área, el maíz en la zona central, se realiza con superficies parecidas a la de trigo.

Conocer el comportamiento de los híbridos que año a año están disponibles para el productor, es un tema interesante. Además de visualizar algunos aspectos fenológicos, sanitarios, etc, se puede obtener información sobre el tipo de grano que cada uno produce, si es dentado o duro, si es amarillo o colorado, cuanto rinde bajo las condiciones ambientales que el año presentó y la tecnología que se le aplicó, compararlo con otros híbridos. Toda esta información es puesta a disposición del público en general en pos de aportar a la toma de decisiones para la próxima campaña.

La Agencia INTA 9 de Julio realizó a tal fin un ensayo en la campaña 2019/20, en donde participaron 48 materiales de maíz. El ensayo se realizó en el establecimiento “El Deseado”, ubicado entre 9 de Julio, planta urbana y la localidad de Mulcahy. El lote tenía como antecesor soja de segunda, previo a realizar la siembra se rea lizaron una serie de actividades. En primer, lugar se efectuó un análisis de suelo, el cual es mostrado en la tabla 1.

En segundo lugar, cada semilla de los híbridos a sembrar, fueron pasadas por un banco de prueba a efectos de seleccionar el disco perforado más adecuado para su siembra. Tabla 2.

La siembra se efectuó en directa, el 8 de octubre del 2019, con una densidad de 76.000 semillas/ha a una distancia de 0,7 m entre surcos, utilizándose una sembradora Yomel-Hilcor. El diseño experimental fue de parcelas de 4 surcos por 90 metros de largo. Se empleó un testigo (Next 22,6 PWWU), el cual fue colocado cada 5 híbridos. La comparación de los híbridos se realizó en forma relativa al testigo, participado cada uno de ellos en forma porcentual respecto a la distancia al híbrido a evaluar.

La fertilización se realizó con 120 kg/ha de fosfato monoamónico, aplicado en la línea de siembra y posteriormente, cuando el maíz se encontraba en 2 hojas (26-10-20), se aplicó en el entresurco con barra (doble disco incorporado y ruedas escotadas tapadoras) Urea 40 % y azufre 5 %, total aplicado por hectárea 240 kg. El maíz se mantuvo libre de malezas durante todo el ciclo. Se efectuó un barbecho a base de Glifosato, Atrazina y 2-4D, posteriormente cómo preemergente se empleó: Glifosato, Adengo, S -Metoalaclor y 2-4D.

Al estado reproductivo del maíz (02-01-20) (para la mayoría de los híbridos), se efectuó una evaluación sanitaria, Tabla 3. La escala utilizada de incidencia va de 0 a 10, siendo 10 el caso donde en todas las hojas de la planta se detectó enfermedad. La severidad esta expresada en porcentaje en que la hoja del cultivo se ve afectada por la enfermedad.

La cosecha se efectuó el 17 de abril, se utilizó una máquina New Holland recolectándose para cada híbrido una superficie de 238 m 2 equivalente a 4 surcos por 85 m de largo. El material con N° de orden 46: DUO 30 PW, se dio de baja por no tener una densidad correcta (disponía menos del 50 % de pl antas del total de semillas sembradas). En la Tabla 4, se presenta los datos de humedad a cosecha, rendimiento en kg/ha corregido a 14,5 % de humedad y rendimiento relativo de cada híbrido respecto del testigo.

A cada híbrido se le determinó el peso de mil granos y el número de granos/m2 y el color y textura del grano. Tabla 5. La evaluación del color y la textura se realizaron por comparación entre los híbridos participantes. Es un criterio subjetivo del evaluador, los datos brindados pueden no coincidir con el marbete de cada híbrido.

Comentarios Generales

La campaña 19/20 fue una campaña especial para los cultivos de siembra estival. Las condiciones no fueron las mejores, dado que el invierno e inicio de primavera fue muy seco (ver planilla de lluvias), prácticamente a partir del 17 de junio (última lluvia importante), las mismas se cortaron por 120 días. Por suerte octubre, noviembre y diciembre, si bien con lluvias por debajo de la media histórica, igualmente aportaron agua muy valiosa. Posteriormente enero y febrero, fueron muy secos y con temperaturas muy altas, que en ciertos lotes ocasionaron estrés térmico importante. En el partido se llegaron a perder lotes de soja de segunda, por la falta de agua y las altas temperaturas. En el lugar donde se instaló el ensayo se pudo contar con agua de napa, la misma al inicio de la experiencia se encontraba a 2,2 m, al tener la zona suelos arenosos y sin impedimentos, las raíces pudieron “pescar” agua del frente freático y esto seguramente salvo la producción. El período crítico del maíz se ubicó entre diciembre y enero, es decir en una época en donde el agua no sobro, por el contrario, fue muy escasa esto refuerza más la idea de la importancia que tuvo el agua de napa para sobrellevar ese momento. Aunque las lluvias ocurridas los días 20 – 25 y 28 de diciembre fueron claves. Las lluvias importantes que vinieron en marzo y abril, lógicamente no tuvieron injerencia en el resultado de los maíces sembrados temprano. El rendimiento promedio del ensayo fue 11.208 kg/ha, con un máximo de 12.302 kg/ha y un mínimo de 9.528 kg/ha.

 

Fuente: INTA por Luis Alberto Ventimiglia, Lisandro Torres Baudrix

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