Materiales de maíz para silo en 25 de Mayo, campaña 2018-19

El incremento de la producción de alimento para bovinos, cumple un rol fundamental en la búsqueda de mayor productividad por hectárea, y es la elección de variedades o híbridos, entre otras cosas, lo que contribuirá a este aumento. Cuando la decisión es la confección de reservas en forma de silaje, la elección se enfoca principalmente en maíz. Por ello, el objetivo del trabajo es conocer el comportamiento de los híbridos de maíz para silo en el centro de la provincia de Buenos Aires.

Materiales y métodos

El ensayo se realizó en el campo de la Escuela Inchausti situada en el partido de 25 de Mayo, Buenos Aires (35º 37’ 17,53” S – 60º 33’ 40,71” O). El cultivo antecesor fue soja de primera y el suelo hasta 20 cm de profundidad disponía de 2,2 % de materia orgánica, 11 mg/kg de fósforo extractable y un pH de 5,8. Previo a la siembra se pulverizó con 3 l/ha de glifosato 48 %; 0,5 l/ha de 2,4 D 100 %; 1 l/ha de atrazina 90 % y 0,5 l/ha de aceite. El diseño del ensayo fue en parcelas apareadas de 5 surcos por 80 m de longitud, con un testigo cada siete materiales. La siembra fue en directa el 3 de octubre, con una distancia entre surcos de 70 cm, una densidad objetivo de 5 semillas/m y fertilización en la línea con 100 kg/ha de superfosfato triple (0-46-0). En preemergencia se pulverizó con 1 l/ha de atrazina 90 % y 2 l/ha de acetoclor. Un mes después de la siembra se fertilizó al voleo con 150 kg/ha de urea (46-0-0). Se registraron las precipitaciones (Tabla 1) y las temperaturas máximas y mínimas (Tabla 2) durante el ciclo del cultivo.

La producción de materia verde total se midió el 19 de febrero a través de corte manual a 40 cm de altura y en sectores representativos de cada híbrido, obteniéndose una muestra compuesta a partir de cuatro submuestras de 3,5 m2. Se separó el grano con trilladora fija y se determinó la humedad para obtener su contenido de materia seca (MS). A través de una muestra obtenida con la cortapicadora y mediante estufa, se cuantificó la proporción de MS de planta entera. Se estimó la cantidad de MS de grano relativo a la MS de planta entera. Se determinó el índice de rendimiento de cada híbrido, que es la diferencia porcentual de producción de MS con respecto al promedio del ensayo.

Resultados y discusión

La precipitación de octubre fue la mitad del promedio histórico para el mismo mes, sin embargo la emergencia del cultivo se produjo sin inconvenientes. En noviembre y diciembre las precipitaciones fueron 34 y 24 % mayor a la media histórica, respectivamente, mientras que en enero esta diferencia fue el doble. Esto explica, en parte, la obtención de 45.091 kg materia verde/ha como promedio del ensayo (Tabla 3). La mayor diferencia de producción forrajera entre materiales fue 6.600 kg MS/ha. Este resultado muestra la importancia de conocer el desempeño de cada uno en la condición ambiental donde se utilizará. Todos los híbridos presentaron un buen contenido del componente grano, dado que la proporción de éste en el total de MS tuvo valores superiores a 40 %.

Conclusión

Los híbridos de maíz para silo mostraron una alta producción forrajera y una elevada variabilidad entre algunos materiales. Por ello es necesario conocer el comportamiento de cada híbrido en nuestra condición edafoclimática, y elegirlo criteriosamente al momento de planificar el cultivo.

 

Fuente: INTA por Carlos Masci, Valeria Ruquet, Cristian Corbetta, Jorge Luis Zanettini

 

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