Maíz, girasol y soja en siembra de segunda

La siembra de cultivos de verano luego de la cosecha de los cultivos de invierno permite aprovechar la oferta estival de recursos. En el sur bonaerense, los niveles de rendimiento obtenidos en condición potencial (sin limitación hídrica) resultan adecuados y justifican la siembra de cultivos de segunda. En secuencias fina-gruesa, donde el barbecho es de aproximadamente unos 10 meses, la siembra de cultivos de segunda constituye uno de los caminos hacia la intensificación agrícola sustentable. Sin embargo, en muchas regiones agrícolas del sur bonaerense la escasa humedad remanente en el suelo luego de la cosecha de los cultivos de invierno y la variabilidad propia de las lluvias de verano determinan una alta probabilidad de estrés hídrico, limitando la fecha de siembra y condicionando el crecimiento y el rendimiento de los cultivos de segunda. La elección de la especie a sembrar y el manejo adecuado según las principales limitantes, constituyen factores determinantes para obtener buenos resultados. Este trabajo tiene el objetivo de evaluar el comportamiento de diferentes especies en siembra de segunda sobre un suelo somero del partido de Tres Arroyos.

Continuando con los ensayos iniciados en el año 2008, durante la campaña 2018-19 se sembraron maíz y girasol como alternativas al cultivo de soja de segunda. La siembra se realizó sobre un cultivo de trigo candeal. Se implantaron híbridos de maíz DK6910 y AX7761 (ciclo largo), y P39B57 (ciclo corto). De girasol se sembró el híbrido SYN3970 y de soja la variedad Nidera 4209. Los cultivos de maíz y girasol se sembraron a una densidad de 4 pl m-2 y soja con 25 pl m-2 . Se fertilizó con 80 kg DAP ha-1 en la línea de siembra y con 140 kg de UREA ha-1 al voleo previo a la siembra de segunda.

Se evaluaron dos fechas de siembra, la primera fecha el 28/12/2018 y la segunda fecha el 14/01/2019. Además, se evaluó el efecto de interferencia por parte del trigo candeal. Para esto, cada fecha de siembra se implantó sobre parcelas de trigo candeal y sobre parcelas sin antecesor. Se utilizó un diseño anidado por fecha de siembra y por antecesor, con tres repeticiones. El análisis estadístico se realizó con INFOSTAT.

Resultados y discusión

Las lluvias de noviembre (Figura 1) favorecieron el crecimiento y rendimiento de los cultivos de invierno, lográndose un rendimiento de 4120 kg ha-1 de trigo candeal. La cosecha del trigo se realizó el 18 de diciembre y la primera fecha de siembra se efectuó el 21 de diciembre. No obstante, producto de la escasez de precipitaciones la siembra se registró en la fecha 28 de diciembre, ya que las precipitaciones que desencadenaron la germinación comenzaron el 29 de diciembre para luego tornarse importantes durante el mes de enero (Figura 1). Los nacimientos de la primera fecha de siembra de los cultivos de segunda se registraron en enero y se correspondieron con la fecha de precipitación.

Los cultivos de segunda lograron una considerable acumulación de biomasa hasta la floración, producto de las abundantes lluvias del mes de enero (Figura 1). Sin embargo, desde el mes de febrero las precipitaciones resultaron inferiores a las históricas. Por otro lado, las temperaturas de otoño resultaron frescas, registrándose un descenso considerable en la temperatura máxima del mes de marzo (Tabla 1). Además, ocurrieron heladas agronómicas (entre 0 y 2 oC) durante los días 6 de marzo y 21 de abril. No obstante, los cultivos de soja y maíz sólo manifestaron daños visibles por helada luego del evento ocurrido el 30 de abril (-2 oC). Por otro lado, al igual que en campañas previas, el cultivo de girasol no manifestó daños visibles por helada.

Rendimiento

Las particularidades meteorológicas de la campaña destacaron las fortalezas y debilidades de cada una de las especies sembradas. En primer lugar, la escasez de precipitaciones y las bajas temperaturas de marzo limitaron la productividad del cultivo soja (28-dic= 1.647 kg ha-1 y 14-ene= 867kg ha-1 ). Determinando una tasa de pérdida de rendimiento de 45 kg ha-1 por día en el atraso de la siembra, lo cual resulta coherente con el retraso de ambas fecha de siembra y con las condiciones frías y secas del otoño. En cambio, el cultivo de girasol obtuvo un excelente rendimiento en ambas fechas de siembra (28-dic= 1.967 kg ha-1 y 14-ene= 2064 kg ha-1 ).

Al igual que en esta campaña, en años previos se obtuvieron buenos resultados con girasol cuando la humedad del suelo se repuso durante la etapa inicial del cultivo. Del mismo modo, las bajas temperaturas del otoño no afectaron el rendimiento, observándose una pequeña caída del contenido de aceite en grano (28-dic= 55% y 14-ene= 51%). Al igual que soja, el cultivo de maíz presentó una fuerte caída de rendimiento por atraso en la fecha de siembra (28-dic= 4874 kg ha-1 y 14-ene= 3024 kg ha-1 ). Promediando una tasa de pérdida de rendimiento de 108 kg ha-1 por día de atraso en la fecha de siembra de maíz. Los resultados por híbrido serán presentados en otro trabajo.

El efecto de interferencia por antecesor, donde se comparó la performance de los cultivos de segunda versus la condición sin antecesor en la misma fecha, resultó significativo (Fig. 2). En términos relativos, el cultivo más afectado por la presencia previa de trigo candeal fue soja, luego maíz y en menor medida girasol (pérdida de rendimiento relativo: soja -30%; maíz -25% y girasol – 11%). Estos resultados no son afines a la plasticidad esperada para el cultivo de soja, la cual se vio afectada por el deterioro de las condiciones ambientales de marzo. No obstante, los resultados son coherentes y consecuentes con la escasez de recursos, producto del escaso tiempo de barbecho entre cultivos, y con un atraso fenológico ocurrido en las parcelas con antecesor. Al igual que por atraso en la fecha de siembra (párrafos anteriores), este atraso fenológico por antecesor (+2 a 3 días) desencadenó mermas de rendimiento principalmente en soja y en maíz (Figura 1). No obstante, la fenología solo justificó una parte menor de la pérdida total producto del efecto antecesor, correspondiendo a la escasez de recursos la mayor parte de la reducción del rendimiento.

Conclusiones

Respecto de las fechas de siembra normales para la región, la campaña evaluada sólo permitió siembras tardías. En este marco, al igual que en campañas anteriores, los cultivos de maíz y soja tuvieron grandes pérdidas de rendimiento por atraso en la fecha de siembra. En cambio, el cultivo de girasol alcanzó niveles de rendimiento muy satisfactorios que resultaron indiferentes a la fecha de siembra. Las particularidades meteorológicas de la campaña determinaron que la interferencia del cultivo de invierno previo al cultivo de segunda resultase significativa, siendo mayor en los cultivos más sensibles al atraso en la fecha de siembra (maíz y soja).

 

Fuente: INTA por Fernando Ross

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