Las producciones de la región están siendo afectadas por la crisis hídrica en el sur de Buenos Aires

Hace 10 años baja el nivel del agua del dique Casa de Piedra, ya que cada vez nieva menos en la Cordillera y se va achicando el cauce del Río Colorado. El caudal de ese río descendió a la mitad.

Los diversos sectores de la producción del sur de la provincia de Buenos Aires aseguran que se está frente a la peor crisis hídrica en toda la historia.

En el sur del territorio bonaerense, pasando Bahía Blanca, se encuentran los partidos de Villarino y Patagones, que son reconocidos como parte de la Patagonia. Allí hay 532 mil hectáreas donde es muy difícil producir, porque el régimen de lluvias ofrece registros anuales de menos de 350 milímetros. Pero por la región cruza el Río Colorado, que nace en el sur de Mendoza y trae el agua de deshielo desde la Cordillera.

Las aguas del Río Colorado permiten regar, por un histórico acuerdo entre las provincias que forman la cuenca, unas 138 mil hectáreas de campos distribuidos entre ambos partidos, y entre los que han florecido varias pujantes localidades. Los canales principales de riego pasan cerca de Villalonga y Juan A. Pradere, en el Partido de Patagones; y Pedro Luro, Hilario Ascasubi y Mayor Buratovich, en Villarino.

Los mencionados distritos cuentan con una dinámica muy intensa. En materia agropecuaria se caracterizan por ser la principal zona de producción de cebolla del país, porque desde esta zona sale el 80% de la producción. Pero se hacen muchos otros cultivos hortícolas (que atienden la demanda de Bahía Blanca y Viedma). También se producen granos y especies forrajeras que sirven para complementar la alimentación del ganado de las zonas de secano.

El sistema es administrado desde hace 60 años por la Corporación de Fomento del Valle Bonaerense del Río Colorado (CORFO), que es un ente de administración mixta pero que administrativamente depende del Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires.

La Corporación es la que cobra los cánones de riego y debe definir las obras por hacer. Según cuentan los productores de la zona, “hasta ahora el sistema siempre funcionó bien”. El agua del Río Colorado se almacena en el embalse Casa de Piedra, ubicado en el extremo sudoeste de La Pampa, y desde allí se libera en la temporada de riego, cuando los cultivos más necesitan agua, entre agosto y mayo de cada año. Se riegan en total 1.350 parcelas de 100 hectáreas cada una.Los dueños de esas tierras son los regantes, que participan de CORFO y están organizados desde hace décadas, incluso en un consorcio hidráulico desde donde se concretan las obras y el mantenimiento de los canales.

Asamblea y Mesa Técnica

Días atrás se realizó una asamblea en Villarino con la presencia de 300 productores, ya que comenzaron las restricciones. Hace 10 años viene bajando el nivel del agua del dique Casa de Piedra, ya que cada vez nieva menos en la Cordillera y se va achicando el cauce del Río Colorado. La cantidad de agua que baja por ese río ha descendido a la mitad, según los cálculos de CORFO.

A todo esto, los productores agregaron: “Hasta ahora no había problema, pero este año el agua disponible para la zona fue un 30% menor a lo calculado inicialmente. Esta situación se expresa en una menor cantidad de agua disponible para los campos y en una reducción de la cantidad de días de riego. La temporada de riego comienza en agosto y dura hasta mayo. Ahora se sabe que en marzo termina”.

En la asamblea quedó reflejado el malestar de los productores por la falta de obras de fondo y hasta se escucharon amenazas de no pagar más el canon, con lo que el sistema ingresaría en una espiral problemática. “Hay acuerdo en que la crisis está entre nosotros, y podría agravarse mucho el año que viene. Hay 138 mil hectáreas con riego que este año tienen un 30% menos de agua. Se estima que de esas solo se han podido regar 70 mil hectáreas. El problema es que si el año que viene no nieva lo necesario, que es lo que viene sucediendo hace diez años, habrá serios problemas, porque ya no queda más reserva de agua en el embalse”, aseguran los productores.

Desde CORFO, alertaron que se está trabajando para encontrar soluciones. La semana pasada, el ministro de Desarrollo Agrario provincial, Javier Rodríguez, recibió en La Plata a todas las partes involucradas en esta crisis hídrica y se decidió conformar una mesa técnica que aporte una hoja de ruta para enfrentar la escasez de agua.

Soluciones

De acuerdo a lo que pudo saber este medio, entre las soluciones que aparecen en el horizonte se encuentra un viejo proyecto para hacer un “trasvasamiento” de aguas del Río Negro al Río Colorado, de modo de compensar los faltantes. En la frontera entre La Pampa y Río Negro, a la altura de la localidad de 25 de Mayo, los ríos están cerca y serían unos 30 kilómetros de canales para llevar el agua de uno a otro. Pero ese proyecto, alentado por los bonaerenses, ha sido postergado desde hace años. En Río Negro se resisten a tomar esa decisión.

Hay otras opciones para enfrentar la crisis. Lo que dicen los productores y desde CORFO es que hay que encarar obras urgentes en la red de canales, que casi por completo son de tierra. Se propone revestirlos de modo urgente, para evitar las pérdidas de agua por infiltración, que llegarían al 50% en los tramos que van del río hasta las parcelas regadas. El sistema de conducción así es ineficiente: tiene un adecuado mantenimiento pero nunca se revistió ni con cemento ni con plásticos. Esta obra permitiría ahorrar mucha agua y podría sostener el fluido durante 30 años, según los cálculos del Consorcio Hidráulico.

Pero hace falta dinero. El gobierno bonaerense históricamente aportaba el 70% del presupuesto de CORFO y los productores el 30%, pero esa relación se invirtió con el correr del tiempo y ahora los regantes aportaban el 70% de los recursos. Esto se agravó el año pasado, pues por el déficit fiscal el aporte estatal cayó a un mínimo histórico del 19%.

Por estos días se está analizando con el ministro Rodríguez como se financiarán las obras. Los productores están con la expectativa del renacimiento del PROSAP, que podría derivar créditos internacionales para concretar las obras. Pero advierten que hay que apurarse, porque la crisis ya está declarada. “Cualquier obra va a llevar años. Pero hoy de las 140 mil hectáreas se riega la mitad. Y esto puede seguir cayendo”, advierten.

 

Fuente: INFOBAE

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