Silo de Cebada Silera INTA, una experiencia a campo

Los cereales de invierno son una alternativa estratégica para la confección de forrajes de alto valor nutricional en los sistemas de producción intensivos de carne y leche de la Cuenca del Salado.

El uso del ensilado de estos cereales de invierno es importante para equilibrar las dietas en planteos de alta producción, balanceando muy bien la calidad y permitiendo también un buen aporte de fibra efectiva. La cebada es la especie que mejor destaca esta relación.

La selección de suelos aptos y un manejo diferenciado del cultivo permiten lograr mejoras en los resultados.

Mejores ambientes producen mayores cantidades de grano y materia verde. También debe considerarse que aplicando fertilizante nitrogenado en etapas más tardías del cultivo, como la encañazón, es posible elevar 1-2 puntos el porcentaje de proteína que resulta un factor importante en el plano nutricional. Estos aspectos tienen gran impacto generando una mayor dilución de los costos por kilo de materia seca digestible.

Estudios realizados en la EEA Bordenave determinaron que la variedad granífera Silera INTA
tiene un potencial de rinde elevado, se ha obtenido hasta 14.000 kg de MS/ha de los cuales 6.000
Kg corresponden al grano.

Objetivo:

El objetivo de este trabajo fue determinar el potencial productivo y la calidad nutricional de una cebada para silo, en este caso la variedad ͞Silera INTA͟, en condiciones de campo.

Caracterización del sitio:

En campo de productor correspondiente al Cuartel V del Partido de Azul, Provincia de Buenos Aires, se instaló un lote de 15,3 hectáreas con la cebada variedad ͞Silera INTA͟ destinada a la producción de silo de planta entera. Se realizó sobre un suelo de Aptitud de Uso Clase IIIs. El cultivo antecesor fue trigo/ soja de 2da. El análisis de suelo realizado el 4/08 mostró los siguientes resultados (Tabla1).

Las precipitaciones ocurridas en el año 2017 se detallan en la tabla 2.

Manejo del cultivo:

El control de malezas durante el barbecho se realizó con una aplicación el 5 de Junio con 1,5 lts/ha de Glifosato 48% EA + 0,5 lts/ha de 2,4D (90%) + 5 grs de Metsulfurón + 120 cc/ha de Piclorán con 80 lts de agua/ha.

La siembra fue realizada el 10 de julio de 2017 con una sembradora de directa grano fino a una distancia entre líneas de 21 cm a chorrillo. El poder germinativo de la semilla fue 96 %, la densidad de siembra 130 kg/ha con un logro de 240 plantas/m2 medido a los 17 días posteriores a la siembra.

La fertilización utilizada fue 100kg/ha de DAP en la línea de siembra. Se distribuyeron 120 kg/ha de UREA en aplicación dividida los días 29 de septiembre y 25 de octubre.

El corte y picado del cultivo se realizó el 4 de diciembre mediante la utilización de una picadora autopropulsada con corte directo y embolsado. La plantas de cebada se encontraban con el grano en estado pastoso – lechoso.

La determinación de los parámetros de calidad: porcentaje (%) de materia seca (MS), materia orgánica (MO), digestibilidad de materia seca (DMS); proteína bruta (PB); concentración de la acidez (PH); almidón (ALM); fibra en detergente neutro de pared celular (FDN) y energía metabolizable (EMet) se realizó en el Laboratorio de Nutrición y Evaluación de Calidad de Forrajes de la EEA INTA-Balcarce. Se observan en la Tabla 3.

Resultados:

El rendimiento en materia verde fue de 16,21 TN/ha. Se obtuvieron 6,24 TN/ha de MS. El costo de confección de la materia seca fue 0,97 $/kg

Conclusiones:

  • La variedad granífera SILERA INTA mostró un buen comportamiento productivo y excelentes parámetros de calidad en el silo.
  • La liberación temprana del lote permitió la realización a tiempo de cultivo de moha destinado a la henificación y se considera una alternativa muy apta para sistemas mixtos.
  • La disponibilidad de un silo de planta entera en el periodo de verano es interesante para quienes realizan invernada, y es una buena alternativa para suplementar la recría durante el verano, o reemplazar pasturas cuando hay limitantes de oferta forrajera.
  • La calidad del silo es excelente para la alimentación de vaquillonas, vacas secas y vacas hacia la lactancia, por la calidad de su fibra y los niveles de proteínas requeridos por estas categorías.

 

Fuente: INTA por Gregorio Ruiz, Mariano Benjamín de La Vega