Los datos del primer semestre proporcionados por el INDEC marcan un aumento de la indigencia respecto del mismo semestre del año anterior.
La Encuesta Permanente de Hogares que realiza el INDEC muestra el avance de la pobreza que afecta a 5,9 millones de niños menores de 14 años. Este elevadísimo nivel de pobreza representa el 56,3% de esa franja etaria. Dentro de ese grupo, el 15,6% son indigentes y viven en lugares donde no llegan a cubrir la canasta básica.
A pesar de que la pobreza se redujo en 378.400 niños en comparación con las cifras del año pasado, la cantidad de niños indigentes subió a 94.300 en el semestre y 166.600 en un año.
El segundo semestre del 2020 tuvo un 57,7% de menores de 14 años pobres, de los cuales 15,7% eran indigentes.
En proporción, con el 72,7%, el conurbano bonaerense a fines de 2020 fue la región con mayor pobreza infantil del país, mientras en el resto del país el promedio fue del 65%. Esta situación sería el resultado de las restricciones provocadas por la pandemia, que fueron mas severas que en el resto del país. Las mediciones del último trimestre de 2020 habían registrado 10 puntos menos.
Lee más
Pronóstico climático para Octubre, Noviembre y Diciembre
A nivel nacional el crecimiento de la pobreza fue del 55,7 al 62,9%. Separados por regiones vemos que el crecimiento fue del 58,6% al 60,9% en el NOA, del 59,1% al 61,9% en el NEA y en la Patagonia del 44,3% al 50,8%.
En el conurbano, la indigencia escaló del 20,2% al 20,8% en un año entre los 9 y 14 años, mientras que a nivel nacional el aumento fue del 14,7% al 15,6%
En los partidos del conurbano donde se combinan la caída del ingreso real de los últimos años con las restricciones de la cuarentena y las peores condiciones estructurales se dieron los mayores incrementos.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) indicó un aumento de la inseguridad alimentaria de 1,5 puntos porcentuales en niños y adolescentes.
Los adolescentes fueron el grupo más afectado mientras que la primera infancia tuvo una mayor protección gracias a la tarjeta Alimentar.
Las infancias del estrato bajo integrado fueron afectadas en mayor medida respecto de 2019 por la indigencia y la inseguridad alimentaria severa. Además, la atención preventiva de la salud de niños y adolescentes sanos se vio postergada por las restricciones. El déficit de controles médicos preventivos se incrementó casi 12 puntos porcentuales y el de salud bucal, 23 puntos porcentuales. En la primera infancia se duplicó y a medida que aumenta la edad aumenta la incidencia del déficit.
También hubo un aumento de estilos de crianza nocivos y el maltrato físico fue mayor en el estrato bajo marginal y en general mayor en hogares monoparentales.
Sin embargo, por las restricciones provocadas por la pandemia hubo una disminución del trabajo infantil económico y domestico intensivo.