Un mapa para conocer el potencial de los suelos

Técnicos del INTA presentaron la carta de suelos del partido bonaerense de Villarino con datos geológicos, geomorfológicos, edafológicos y climáticos. Se trata de una herramienta imprescindible para la toma de decisiones y la proyección productiva de la región.

Con una escala 1:250.000, el INTA presentó la Carta de Suelos del partido bonaerense de Villarino. Esta herramienta, imprescindible para la toma de decisiones, cuenta con la recopilación y análisis de los antecedentes geológicos, geomorfológicos, edafológicos, climáticos y de potencialidad productiva existentes para la región.

Guillermo Schulz, especialista en relevamiento de suelos del Instituto de Suelos del INTA, destacó la importancia de las cartas de suelo porque proveen información básica acerca de su tipo, propiedades y distribución en una determinada región. “Constituyen una herramienta imprescindible para la toma de decisiones, principalmente a la hora de buscar alternativas productivas más rentables”, aseguró.

“La publicación de este trabajo nos ayuda a divulgar conocimiento para profesionales, extensionistas y productores agropecuarios con el propósito de contribuir a un manejo eficiente del recurso”, indicó el ingeniero Darío Rodríguez del Instituto de Suelos, quien reconoció que esta herramienta permite conocer la distribución de los suelos con sus limitantes y hacer un uso de los mismos de un modo más sustentable.

Con respecto a la selección de la localidad bonaerense, el técnico argumentó que se trata de una región ubicada al sur de la provincia de Buenos Aires, donde los cambios de uso y manejo de las tierras produjeron desequilibrios entre el uso de las mismas y su aptitud. “De allí la necesidad de conocer el tipo y distribución de los suelos del partido”, dijo.

El área de estudio presenta condiciones naturales homogéneas caracterizadas por ausencia de fuertes contrastes en su topografía, a diferencia de las planicies pampeanas del centro del país, el área en estudio se caracteriza por un relieve escalonado relacionado a distintos niveles de terrazas, cubiertas tanto por sedimentos fluviales como eólicos, además de diferencias climáticas que oscilan en el sentido norte-sur.

“Esto se refleja por una progresiva aridez que alcanza rasgos similares a los patagónicos en el sector sur”, detalló el especialista.

Desde el punto de vista climático, se trata de una zona semiárida situada al final de la llamada “Diagonal Árida Sudamericana” que se extiende desde Ecuador hasta la costa Atlántica de la Patagonia y está caracterizada por una precipitación anual menor de 500 milímetros (mm). “El clima tiene una influencia directa en el desarrollo de la vegetación”, explicó el licenciado Alejandro Pezzola de la EEA INTA Hilario Ascasubi.

Ésta área queda comprendida en la franja zonal de climas templados, con valores anuales de temperatura entre los 14 y 20° C, con estaciones térmicas bien diferenciadas: veranos e inviernos rigurosos, y primaveras y otoños intermedios. Los máximos valores de lluvias se observan en febrero marzo y en septiembre octubre.

El partido de Villarino tiene una precipitación promedio anual de 594 mm y una evapotranspiración de 1135 mm. Las heladas se producen en un lapso de 90 a 100 días, concentrándose en el mes de octubre y principios de noviembre las tardías. La heliofanía relativa es del 60 %. La mayor frecuencia del viento es en primavera-verano con una velocidad media de 15.5 km/h predominando del O-NO.

Reconocedores de suelos

En el marco del “Plan Mapa de Suelos”, con sede en el Instituto de Suelos del INTA Castelar, el organismo formó una escuela de “reconocedores de suelos”, según los lineamientos del Servicio de Conservación de Suelos de los Estados Unidos. Este equipo de especialistas realizó la cartografía a diferentes escalas en el ámbito del territorio nacional, indicó el geólogo Lucas Moretti de la EEA INTA Cerro Azul, uno de los editores de la publicación.

A partir de este proyecto -realizado entre la década del 60 y 90- se elaboró la mayor parte de la cartografía semi detallada de nuestro país, pero luego se dejó de trabajar de un modo conjunto y organizado.

En consecuencia, los relevamientos posteriores realizados por cada uno de los grupos en sus regiones fueron fruto del esfuerzo por conseguir recursos en épocas de desfinanciamiento institucional y escasez de recursos humanos.

La Carta de Suelos del partido de Villarino es el resultado del trabajo realizado en el marco del convenio vigente entre el Instituto de Suelos del INTA Castelar, el Departamento Suelos y Agua del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires. Asimismo, participaron profesionales del INTA Hilario Ascasubi y de diferentes Agencias de Extensión del INTA en la región.

 

Fuente: INTA

 

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