Recomendaciones para el manejo de rodeo de cría en campos quemados

La ola de incendios rurales desencadenados desde el inicio de este verano impactará en forma contundente sobre los productores y comunidades rurales de los territorios afectados.

En lo que va del año se estima que en Villarino y Patagones se han quemado cerca de doscientas mil hectáreas. Si también se considera la magnitud del proceso en distritos aledaños, se estima que más de veinte mil cabezas estarían en condiciones críticas de alimentación. La mortandad de hacienda ha sido variable, dependiendo de las condiciones particulares de cada foco y establecimiento. Cuando se ha perdido la totalidad del recurso forrajero, luego del fuego, viene la etapa de analizar cómo se sigue.

Las condiciones para la producción animal en campos naturales, antes que se desencadenara esta sucesión de fuegos rurales, eran buenas. Ello había posibilitado que la hacienda alcanzara un buen estado corporal, debido a la alta disponibilidad forrajera. En esas condiciones, el potencial de recupero del sistema es elevado, y dependerá de la ocurrencia de lluvias estivales u otoñales.

El traslado de ganado hasta otras regiones distantes, donde existe disponibilidad forrajera, conlleva un alto riesgo sanitario. En establecimientos completamente devastados en cuanto a las instalaciones para el manejo de la hacienda, el control sanitario en origen resulta casi impracticable. Por su parte, la barrera del Colorado también condiciona los movimientos de hacienda.

A continuación se indican algunas líneas directrices para casos con pérdida total del forraje en pie, en los que se apunte al confinamiento transitorio de la hacienda, a la espera del recupero del recurso espontáneo. Se considera que en el período de transición el alimento será obtenido fuera del sistema productivo (compra en otras zonas).

ALIMENTACIÓN PARA VIENTRES EN SITUACIÓN DE EMERGENCIA POR FUEGO

Como etapa previa a poner en marcha un plan de alimentación, se sugiere realizar una estricta selección del rodeo y descartar los vientres vacíos, vacas viejas y animales cuya condición corporal esté por debajo de 2,5.  Estos animales no presentan potencial de recuperación que retribuya los elevados costos de la alimentación en confinamiento.

Los rodeos de cría estacionados se encuentran finalizando el servicio (noviembre/enero). Las hembras que ya están preñadas cuentan con dos o tres meses de gestación, y generalmente están con ternero de tres a cinco meses de edad (parición agosto/octubre). La condición corporal (CC, escala 1-5) de las hembras, estimada como buena, puede variar entre 2,5 a 3,5 según sea el manejo nutricional que hayan recibido durante el otoño/primavera.

El destete anticipado disminuye notablemente los requerimientos nutricionales de la hembra. Una vaca seca en CC 3 o superior, podría mantenerse consumiendo un heno de alfalfa de primera calidad (Tabla 1). Si la vaca en 4°mes de lactancia continuara con el ternero al pie y se alimentara con el mismo heno, pérdida de peso esperable alcanza 300 g/día. También se estima merma en la producción de leche que bajaría de 4 a 2 L/día. Esto causará la merma de condición en la vaca y una mala crianza del ternero. Claramente esta situación podría resolverse complementando con concentrados básicamente proteicos. Sin embargo, ello ocasiona un fuerte incremento en el costo estimado de la dieta (vaca seca 12,80$/día vs vaca con ternero al pie 28,20$/día).

Fuente: Prensa INTA