Mercado de granos: maíz argentino y su codependencia internacional

Cuando hablamos de maíz, es inevitable pensar en todos los caminos que este grano tiene para recorrer una vez cosechado. Ante la caída internacional de los mercados, en el marco de medidas preventivas por amenaza de pandemia, el maíz también bajó por ese tobogán y sus precios internacionales y locales ofrecen márgenes negativos en casi todos los sistemas productivos. Veamos dónde nos encontramos hoy y qué posibilidades tiene este cereal de recuperar un mejor nivel de precios en el corto y mediano plazo.

Cuando hablamos de maíz, es inevitable pensar en todos los caminos que este grano tiene para recorrer una vez cosechado, desde forraje para la producción de carnes, la alimentación humana en sus distintas formas de molienda, y, hace algo más de una década, como energético a través de su procesamiento para obtener etanol. Ante la caída internacional de los mercados, en el marco de medidas preventivas por amenaza de pandemia, el maíz también bajó por ese tobogán, y sus precios internacionales y locales ofrecen márgenes negativos en casi todos los sistemas productivos.

A nivel internacional, ocurre que el volumen global de maíz es suficientemente grande como para afrontar cualquier amenaza productiva durante la campaña 20/21, considerando que el stock final mundial 19/20 representa casi el 27% de lo que se proyecta consumir este año; es decir, tenemos un saldo mayor a un cuarto de lo que se espera consumir, que pasaría a la campaña siguiente.

Estados Unidos y China son el primer y segundo productor y consumidor mundial de maíz del mundo respectivamente, pero Estados Unidos es el principal exportador mundial mientras China no participa prácticamente del mercado internacional.

Maíz sin China:

Veamos qué tan grande es la relación stock/consumo 19/20 si retiramos a China de la ecuación. Tanto en su consumo como en su stock final, resulta que de 27% baja a 12%, es decir que una falla en alguno de los países productores y exportadores pondría en riesgo el abastecimiento de este cereal. En volumen, el stock final mundial bajaría de 303 a 104 millones de toneladas, solo por sacar el stock final de China, el cual no está disponible para la exportación.

Maíz sin etanol:

Estados Unidos produce 350 millones de toneladas, de las que consume dentro del país casi 310, y entre 120-130 millones son destinados a producir etanol para biocombustible. Si sacamos este volumen del consumo estadounidense y lo sumamos al stock final mundial, tenemos una relación stock/consumo que pasa de 12% a 31%, es decir que los volúmenes de maíz disponibles pasan de ser muy ajustados en una situación normal, a muy abundantes en una situación en la que deja de ser consumido para etanol. Este cálculo es extremo ya que descuenta el 100% del uso de maíz para etanol, pero vale conocer cuan relevante es este destino en USA.

La historia de los precios:

Si buscamos una serie de precios internacionales de largo plazo para maíz, vemos que entre el año 2010 y lo que va del 2020, los precios fluctuaron predominantemente entre U$S 120 y 160/TN. Sin embargo, si retrocedemos a la década 2000-2010, tenemos que el rango de precios predominante fluctuó entre U$S 80 y 120/TN, década en la que el barril de petróleo fluctuó entre U$S 20 y 40/barril. Luego, a partir de 2007 se vieron movimientos de precios en el petróleo que tocaron máximos de U$S 140/barril, y el maíz comenzó a ser una alternativa para producir el famoso biocombustible, logrando picos de precios en torno a U$S 295/TN en Chicago.

El precio del petróleo se encuentra en torno a U$S 25/barril, luego de recuperarse de mínimos nunca vistos hace menos de un mes, pero debe alcanzar al menos U$S 40/barril, para que el precio del etanol se recupere, cubrir sus costos de producción y reabrir las plantas procesadoras. Las subas del precio del petróleo están directamente relacionadas con la reactivación económica global, por lo que tiene gran relevancia el ritmo de reactivación de la actividad global, con el ritmo de suba de estos energéticos.

El problema se presentará si se entra a una nueva normalidad, en la que el barril de petróleo no alcanza ese valor, y el precio del maíz se estabiliza entre U$S 110-130/TN, con precios de exportación que lleven al maíz estadounidense al puesto número uno de preferencia a la hora de comprar este cereal desde la exportación.

Maíz de exportación:

Veamos, entonces, qué pasa con Argentina en este contexto. Con una producción nacional en torno a 50 millones de toneladas, más del 60% es destinado a la exportación como grano y los países compradores están ubicados geográficamente más en línea con Estados Unidos que Argentina, por ejemplo, Argelia o Egipto, por mencionar dos de los principales compradores de nuestro maíz.

Hoy el precio de exportación FOB Bs As es de U$S 147/TN, mientras el FOB Golfo de México, precio de exportación del maíz estadounidense, es de U$S 148/TN. Significa que, a menor costo de fletes, será indistinto comprar maíz estadounidense o argentino, si agregamos a este planteo a Brasil, quien produce más de 100 millones de toneladas, cuyo destino es la exportación para más del 35% de ese volumen, con un precio FOB en torno a U$S 149/TN, tenemos fuerte competencia exportadora.

A la fecha, en nuestro país, ya se encuentra comprado por la exportación 22,7 millones de toneladas de maíz, lo que representa el 68% del volumen que espera ser exportado este año, y aún quedan casi 11 millones de toneladas que serían compradas por la exportación, que en el corto plazo se enfrentaría a un mercado exportador muy complicado, donde la bajante del Paraná suma desventajas competitivas en el corto y mediano plazo.

Por último, a la fecha se observa que la exportación ya compro 1,4 millones de toneladas de maíz 20/21, cosecha que será sembrada la próxima primavera, este volumen de compra anticipada supera en casi 1 millón de toneladas a las compras anticipadas de la exportación el año pasado a igual fecha. Este nivel de compras podría indicar que los actuales precios futuros, en torno a U$S 120/TN, se perciben como mínimos de parte de la exportación, que emprenderán un camino al alza en el mediano plazo, y que la demanda exportadora de maíz argentino se estima seguirá con buen ritmo.

 

Conclusiones: Si la reactivación será rápida o lenta, es el dilema del mercado en estos días, y a nivel local, el cultivo que ocupa el segundo lugar de importancia en volumen e ingreso de divisas, se debate en un mercado internacional, que por el momento se muestra con sobre oferta. La pregunta es si se retornará a niveles de precios que en la última década fueron normales, o si se construirá una nueva normalidad, donde los mínimos podrían ser más bajos a los de hoy.

Nuestro mercado de maíz, con más del 60% de su producción destinada a la exportación, es co dependiente del mercado internacional, y por ende de todos los condimentos que lo afectan. El mayor nivel de compras de la exportación hacia la 20/21 nos muestra que seguimos siendo parte de un mercado internacional demandado, pero los precios actuales y futuros, junto a los costos productivos, deben ser materia de gestión de riesgo para la 20/21, mientras decidimos si precipitar o postergar las ventas del volumen 19/20 pendiente de comercializar tranquera adentro.

Mientras Estados Unidos busca retomar su senda de crecimiento económico, dentro de cuyo camino se encuentra la reapertura de plantas procesadoras de etanol, Argentina debe avanzar en propuestas comerciales que fortalezcan sistemas productivos de agregado de valor, como son las exportaciones de carnes, para que el consumo interno de maíz gane protagonismo frente a la exportación.

 

Fuente: INTA por Marianela Sabrina De Emilio

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