Manejo de Lolium multiflorum (raigrás anual) resistente a glifosato mediante el uso de herbicidas preemergentes

Un gran número de especies de gramíneas conforman la flora espontánea de regiones templadas. Algunas de estas especies han cobrado notable importancia en los agroecosistemas actuales, donde las prácticas agrícolas ampliamente adoptadas condicionan la relevancia de ciertos integrantes de la comunidad de malezas. Particularmente, aquellas plantas caracterizadas por su amplia plasticidad y capacidad de adaptación adquieren relevancia por el costoso esfuerzo para mantenerlas a niveles económicamente no perjudiciales. Algunas características como la alogamia, la polinización anemófila, la rápida adaptabilidad al ambiente y la producción de gran cantidad de semillas, entre otras, transforman a L. perenne y L. multiflorum en malezas trascendentes. Tal es así que debido a la plasticidad de esta especie y el continuo uso de glifosato, se ha generado una presión de selección que provocó el incremento de la frecuencia de individuos de baja sensibilidad al herbicida, conduciendo a la aparición de poblaciones resistentes. Una población del partido de Coronel Dorrego (provincia de Buenos Aires) resultó ser el primer caso de Lolium perenne resistente a glifosato en Argentina y a nivel mundial. Actualmente, el problema de raigrás resistente a glifosato trascendió en su nivel de importancia alcanzando una amplia dispersión regional. Frecuentemente, L. perenne junto a L. multiflorum se encuentran formando parte de las comunidades de malezas de zonas templadas. Aunque su estrecha relación dificulta la determinación, varias diferencias morfo-fisiológicas permiten distinguir ambas especies: prefoliación conduplicada, perennidad, requerimientos de vernalización y espiguillas con 2 a 10 flores (Cabrera y Zardini, 1978; Jung y otros, 1996; Inda Aramendía, 2005). Según Jenkin (1951, 1959), las variedades de L. perenne se originaron en la región Mediterránea o el oeste de Asia y luego las distintas variantes se han diferenciado por acumulación de mutaciones. Desde su zona de origen se ha dispersado por regiones templadas de todo el mundo (Balfourier y otros, 2000). Las especies de raigrás más importantes agronómicamente han sido L. perenne y L. multiflorum, tanto por sus características forrajeras como por ser componentes de céspedes. Sin embargo, esas mismas especies son malezas trascendentes cuando “escapan” de las áreas cultivadas (Polok, 2007). Durante varias décadas, el raigrás fue ampliamente cultivado en sistemas agropecuarios o netamente ganaderos de la provincia de Buenos Aires (Cabrera, 1970). A partir del crecimiento de la agricultura y el proceso de cambio en el uso de la tierra, la actividad ganadera fue reemplazada por la producción agrícola (de las Carreras, 2010). Desde 1985 a la actualidad, la superficie asignada a cultivos de cosecha en el sur bonaerense se ha incrementado en un 30%, mientras que la ganadería ha sido desplazada a suelos menos productivos (Duhalde y otros, 2012). En este nuevo contexto, Lolium spp. es una importante maleza en cultivos de cebada y trigo (Istilart y Yanniccari, 2011). El uso continuo de glifosato como único herbicida favoreció la selección intra-específica de plantas, donde aquellos individuos menos sensibles incrementaron su frecuencia gradualmente, conduciendo a la evolución de resistencia. Particularmente en el sur de la provincia de Buenos Aires, esto se evidenció en la baja sensibilidad a glifosato de un biotipo de Lolium perenne hallado por técnicos de la Chacra Experimental Integrada Barrow (Convenio Ministerio Asuntos Agrarios de Bs. As. – INTA) en un cultivo de trigo del partido de Coronel Dorrego. Las plantas presumiblemente resistentes no habrían sido controladas por aplicaciones de glifosato en barbecho. El lote donde se encontró la población problema era trabajado bajo el sistema de siembra directa desde hacía doce años y el glifosato era el principal principio activo empleado a razón de tres aplicaciones por año (Istilart y Yanniccari, 2011). Al adquirir resistencia a glifosato y posteriormente a graminicidas (inhibidores de la ALS y Accasa), surgió la necesidad de comenzar a incorporar herbicidas con otros sitios de acción como es el caso de flumioxazin (inhibidor de la PPO), pyroxasulfone (mecanismo de acción nuevo y desconocido), acetoclor y s-metolacloro (cloroacetamidas). Materiales y Métodos Descripción y diseño del experimento El experimento se realizó en la localidad de Crespo, ubicado a 7 km del ejido de esta localidad, en la provincia de Entre Ríos. Se utilizó un diseño en bloques completamente aleatorizados, con tres repeticiones.

El tamaño de cada unidad experimental fue de 15 m ² (3 m de ancho por 5 m de longitud) con un testigo apareado sin aplicar a la derecha del tratamiento en cada unidad experimental. Se evaluaron 20 tratamientos, 19 de ellos con herbicidas de acción pre-emergente sobre Lolium spp.

Los tratamientos se evaluaron a los 30, 45 y 70 días después de la aplicación (DDA). La eficacia de control se evaluó mediante observación visual comparando respecto al testigo apareado sin control (Alvarez y otros, 1974) y los resultados se expresaron separando a los tratamientos que contenían herbicidas inhibidores de la ALS del resto, para facilitar el análisis. El 24 de octubre se sembró soja NA 6402 (tolerante a sulfonilurea), con una distancia entre surco de 52 cm. Dada la circunstancia, en la que la aplicación de estos tratamientos se hizo en un contexto de barbecho corto, se evaluó la fitotoxicidad de la soja en aquellos herbicidas que no están recomendados para este cultivo. La misma se evalúo a través de la escala de la Sociedad Europea de Investigación en Malezas (EWRS) (Chaila, 1986) . Entre la aplicación de los tratamientos y el día primero de diciembre se produjeron 96 mm de lluvia, siendo la primera de 30 mm a los dos días de la aplicación de los herbicidas.

Para realizar las pulverizaciones se empleó una mochila de presión constante por fuente de CO2 equipada con una barra de 4 boquillas con pastillas Lechler AP 8001 y Albus CH 80 a 50 cm de separación , a una presión de 2,7 bares, una altura del botalón respecto del suelo de 50 cm y a una velocidad de 4 km h-1

En cuanto a la fitotoxicidad en el cultivo y a pesar de ser una variedad de soja no STS (susceptible a sulfonilureas), no se registró fitotoxicidad en las combinaciones de clorimuron y sulfometuron e imazapic (26,75%) + imazapyr (8,75%), excepto que en esta última combinación se observó un efecto fitotóxico de grado 2 en la escala EWRS (Tabla 2) para la dosis de 500 ml p.f. ha-1 (figura 9). Tampoco se registraron daños en el cultivo por efecto de pyroxasulfone en ninguna de las dosis evaluadas, ni cuando se combinó a éste con flumioxazin.

Conclusiones

Se destacaron varias alternativas para el manejo de Lolium spp., que pueden adaptarse tanto al barbecho largo como al corto, con rotación de sitios de acción y buen control final para la siembra de soja. La aplicación de los herbicidas residuales debe sincronizarse con las precipitaciones y el flujo de emergencia de la maleza, teniendo en cuenta que este último factor se correlaciona con las precipitaciones. Por lo que la aplicación del herbicida dependerá de las lluvias en el año. Es importante tener en cuenta que se debe asegurar un buen control de la maleza que está emergida, ya que el herbicida residual va a actuar inhibiendo la emergencia de los individuos de Lolium spp., no sobre aquellos que ya han emergido. Además, cuando el efecto residual decae y se comienzan a producir nuevos nacimientos, estos individuos se encontrarán en estado de plántula en primavera, lo cual los hace mucho más sensibles y receptivos a la aplicación de graminicidas postemergentes

Fuente: Prensa Aapresid