Este año no será el mejor para la soja temprana

La superan el maíz de primera y la combinación con el trigo.

En lo que va de septiembre, los precios de la soja aumentaron alrededor de 10% respecto al principio de junio. Los del maíz subieron 16%. Esas cotizaciones justifican la mejora en los márgenes brutos esperados de los granos gruesos 20/21, aunque todavía no superan los niveles defines del año pasado. Es decir, con la gradual recuperación de las economías del hemisferio norte tras la pandemia, reaparece la demanda de granos y eso repercute en los precios internacionales y en el resultado económico al que pueden aspirar los productores argentinos.
Sin embargo, los números “tranqueras adentro” siguen siendo muy justos. Para alcanzar una rentabilidad atractiva en función del capital invertido se tendrán que cumplir dos condiciones: a) que los rindes por obtener sean semejantes a los históricos o mayores, algo que no se puede asegurar si se arranca con suelos secos y pronósticos de lluvias inferiores a lo normal en primavera y verano, y b) los precios mejorados que hoy se ofrecen para época de cosecha, y que cerrarían las cuentas, deberían ser capturados anticipadamente mediante contratos forwards o ventas futuras.Resultados esperados

En el cuadro adjunto -preparado con datos de la plataforma AGBI de la consultora AZ-Group- se proyectan los márgenes brutos y netos de maíz temprano, soja de primera y la secuencia trigo/soja para la zona núcleo del norte de Buenos Aires-sur de Santa Fe.

Del cuadro surge que, en campo alquilado, los mejores resultados se alcanzarían con la secuencia trigo/soja (436 u$s/ha), impulsada principalmente por el alto precio del trigo y por la dilución del costo de alquiler producto de la obtención de dos cosechas en una misma campaña. No obstante, se aclara que estos resultados son válidos para campos que no hayan sufrido déficits hídricos que haya comprometido el rinde del cereal, que son pocos en esta campaña.

Esta combinación tiene la ventaja de dos momentos de venta ante el riesgo de devaluación. No obstante, habría que ver cuánta humedad queda para la soja de segunda luego de cosecha del trigo en caso que se confirme el fenómeno La Niña.

El margen neto teórico del maíz de primera (339 u$s/ha) se sitúa cerca de la combinación trigo/soja por los muy buenos precios para la época de cosecha, aunque habrá que ver si se puede sembrar en fecha. La seca y la temperatura del suelo son los principales aspectos que amenazan la implantación temprana. En caso de tener que optar por la siembra tardía, hay que considerar que el precio de venta es 10 u$s/t menor al del temprano, y si bien el costo del cultivo es inferior, se incrementan los gastos comerciales.

El margen neto de la soja de primera -143 u$s/t- se ubica muy lejos de las alternativas anteriores, básicamente por su bajo precio de venta. No obstante, su costo de implantación es 200 u$s/ha menor que el del maíz, es un factor que considerarán los agricultores desplazados. A su vez, variaciones potenciales en el precio tienen menor impacto que en cultivos como el maíz, en el que el ingreso se ve afectado por las mayores toneladas por hectárea. Un dólar de caída en el precio de soja serían cuatro dólares menos por hectárea mientras que, en maíz, por cada dólar de reducción caería 10 dólares el ingreso.

En los márgenes de la zona sur de Buenos Aires se acentúa la falta de competitividad económica de la soja por menores rindes. En esa región, los mejores resultados corresponden nuevamente al girasol. Asimismo, promete buen resultado el doble cultivo trigo/soja por buenos rindes y precio del trigo.

Conclusiones

En septiembre, la agricultura 2020/21 brinda un panorama económico mejor que los críticos números que se calculaban en invierno. En junio de 2020 se ofrecían 124 u$s/t para el maíz abril de 2021 y 216 u$s/t para soja mayo. Esta semana los valores llegan a 145 y 239, pero todavía no superan a los de diciembre de 2019: 145 y 253 u$s/t. Entonces, será otra campaña con cuentas finas, sobre todo en campos alquilados. Habrá que sembrar solo buenos potreros, y en lo posible, identificando aquellos con una buena reserva de humedad en el perfil al momento de la implantación, además de asegurar de antemano los precios de cada producto, al menos para una parte de la cosecha y considerando las herramientas flexibles que el mercado ofrece.

 

Fuente: ámbito.com por Nicolás Udaquiola

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