A pesar de las contingencias climáticas, la soja manda en el Nea

Visión regional de estado y evolución de la campaña 2018-2019. Este jueves 4 Jornada anual de la red organizada por Aapresid en Santiago del Estero. En el Chaco se sembraron 573 mil hectáreas y se perdieron más de 40 mil.

En el Chaco la soja manda. Más allá que no deje valor agregado en la provincia, el cultivo se extiende por casi toda el área agrícola con un promedio anual de unas 700 mil hectáreas. Y más alá de las contingencias climáticas que afectan sobremanera su evolución y atentan contra la rentabilidad deseada.

Esta temporada 2018-2019 no es la excepción y se implantaron 573 mil hectáreas en el territorio provincial, según datos relevados por el Ministerio de Producción. A la fecha, la cosecha aún no arrancó en su esplendor, ya que está retrasada por la afectación climática y sólo se recolectó el 1 por ciento del total.

En la zona de Santa Sylvina el agua genera un desastre. La soja, es uno de los cultivos más afectados por las intensas precipitaciones desde principio de año

Menos que la anterior

En el inicio mismo de esta campaña, la intención de siembre se situaba en 700 mil hectáreas. En tanto, la temporada pasada se implantó en esta parte del país unas 650 mil hectáreas, lo que significa una merma cercana a las 80.000 hectáreas, entre ambas temporadas. “Los cultivos se están desarrollando normalmente, principalmente en el Oeste provincial.

Pero donde más afectó el agua, al Sur de Las Breñas, Hermoso Campo, Santa Sylvina y General Pinedo hubo mucha afectación en los lotes. Tenemos pérdidas de 44 mil hectáreas contabilizadas por los delegados del Ministerio de Producción, sin contar la intensa lluvia del domingo que afectó aún más esta zona”, dijo a NORTE Rural, Jorge García, subsecretario de Agricultura del gobierno provincial. Así, precisó que donde se pudo sembrar temprano y donde el agua no quedó encharcada, “hoy esa soja está espectacular”. “Tienen muy buen desarrollo y se estima que van a tener muy buenos rindes. En donde se sembró soja tardía, los lotes no tiene la misma posibilidad de tener buenos rindes”, detalló el funcionario local. A su vez, comentó que la cosecha que arrancaba siempre a mediados de abril, “probablemente arranque más tarde”. “Lo poco que se cosechó, menos del 1 por ciento, corresponde a la soja primavera. El grueso de la soja arrancará en mayo recién”, concluyó.

Situación variable

La situación es diferente según las zonas, ya que las lluvias de enero hicieron estragos y atentan contra la rentabilidad del cultivo. Así lo entienden desde la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del INTA Las Breñas, desde donde aportan una visión regional del cultivo y la evolución de la campaña sojera. En tanto, se alistan para participar de la jornada anual de Red Nea Soja, organizada por Aapresid, denominada “Estrategias de Manejo de Soja en el Nea” que se desarrollará mañana 4 de abril. La propuesta tendrá lugar en Sachayoj (Santiago del estero), desde las 8,30 y hasta las 12,30 en el local ubicado en ruta provincial 6 y acceso Norte 5.

Etelvina Gesualdo, jefa de la Agencia de Extensión Rural INTA en General Pinedo aporta claridad sobre esta campaña. Así, comenta a este suplemento que el equipo de extensión en sus recorridas semanales a campo por la zona de influencia de la EEA las Breñas, observan que aún quedan caminos intransitables, lotes que no se han podido trabajar y enmalezados, alfalfas con diferentes grados de perdidas según encharcamiento, agua retenida en los lotes, pero también se observa que en los lotes altos donde el productor ha podido implantar sus cultivos de verano, soja, maíz, sorgo en fechas adecuadas o tardías estos se encuentran con muy buen crecimiento y estado sanitario bueno.

Sin embargo, las últimas condiciones climáticas de lluvias que en algunos lugares han superado los 300 milímetros, han traído consecuencias severas a la región, afectando a los cultivos en diferente grado, y en algunos casos anegados totalmente. En esta región el cultivo de soja se sembró desde principios de diciembre hasta fines de enero llegando algunos lotes a sembrarse incluso durante principios de febrero, implantándose una proporción importante en fechas de siembras tardías. Debido a esto actualmente los lotes se encuentran en estado reproductivo, la mayoría promediando el llenado de granos, con los lotes sembrados más temprano próximos a finalizar su ciclo. En general el nivel de crecimiento alcanzado por el cultivo es bueno a muy bueno con posibilidad de alcanzar altos rendimientos. La evolución de todos los cultivos hasta su cosecha dependerá de las condiciones climáticas de los tres meses futuros y en la actualidad se tendrán que hacer nuevas evaluaciones de acuerdo al grado de afectación por las copiosas lluvias.

Los productores se han abocado al control de insectos, principalmente el complejo de chinches y se realizan las aplicaciones de fungicidas, según recomendaciones. Se ha tenido que recurrir al mayor uso de aplicaciones aéreas por imposibilidad de ingreso a los lotes por falta de piso debido a las importantes precipitaciones.

Más trigo

En los lugares donde las lluvias fueron justas y necesarias, el cultivo se desarrolla de manera “espectacular”.

Se prevé un aumento del área de siembra con trigo, para darle destino a los lotes que han quedado sin trabajar. En este marco desde la AER General Pinedo se realizará el 11 de abril, a partir de las 18.30, una jornada de actualización en el cultivo para ver manejo, fechas de siembra según ciclo, presentación de los resultados de rendimiento de los ensayos realizados.

También es momento oportuno para recurrir a la siembra de cultivos de cobertura o de servicio, con gramíneas o leguminosas, de acuerdo al objetivo que se busca y teniendo en cuenta el estado que ha quedado el suelo después de los excesos hídricos, se puede recordar que los objetivo de un cultivo de servicio es mejorar el balance de carbono, fijar nitrógeno y disminuir los requerimientos de fertilizantes, atenuar las perdidas por erosión, disminuir la presión de malezas y el uso de herbicidas, mejorar la captación de agua y reducir encharcamientos y/o encostramientos, reducir evaporación incrementando la eficiencia de conservación y disponibilidad de agua, disminuir la susceptibilidad a la compactación, mejorar la actividad biológica.

 

Fuente: Diario Norte

 

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