El día del paro del campo, la AFIP incorporó herramientas para mejorar la fiscalización del trabajo rural

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) sumó un nuevo Indicador Mínimo de Trabajadores (IMT) para la producción primaria y empaque de ajo, a fin de desarticular potenciales maniobras de fraude, al establecer una cantidad mínima de empleados requeridos para realizar esas actividades.

El anuncio se hizo el mismo día de la protesta y cese de comercialización lanzado por las entidades gremiales empresarias del agro, nucleadas en la Mesa de Enlace, en reclamo por las políticas del Gobierno para la actividad.

Carlos Castagneto, titular de la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP, manifestó que “las fiscalizaciones y controles sobre sectores con elevados niveles de informalidad laboral nos permiten desarticular maniobras que afectan los derechos de las trabajadoras y los trabajadores, y mejorar los ingresos fiscales necesarios para implementar las políticas públicas”.

92 indicadores. Al incluir de este nuevo indicador para la producción primaria y de empaque de ajo, actividad que se concentra en Mendoza, el organismo suma 92 indicadores, que incrementan su capacidad de fiscalización y control sobre sectores agrícolas, ganaderos, industriales y comerciales, en todo el país.

La Resolución General 5231/2022, que se publicará hoy jueves en el Boletín Oficial, dispone la aplicación del IMT para la producción primaria y empaque de ajo. La norma fue articulada junto con el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, el INTA, el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre), la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y las cámaras empresarias de la actividad.

Castagneto agregó que “los indicadores mínimos nos permiten fortalecer las fiscalizaciones que realizamos en todo el país, junto con la cartera laboral. Nuestras herramientas se potencian a partir del trabajo articulado con otros organismos públicos, como los ministerios de trabajo provinciales y las entidades sindicales”, precisó.


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Actividades varias. Además del ajo mendocino, entre otras actividades alcanzadas por IMT en el sector agrícola figuran las producciones de yerba mate, tomate, cebolla, papa, durazno y limón. Y los 92 indicadores que conforman el IMT aplican también a actividades relevantes de sectores de servicio e industria como construcción, “call centers”, frigoríficos, supermercados, servicios postales, estaciones de servicio, restaurantes y bares.

Los IMT se usan como parte de las fiscalizaciones que la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP realiza a empleadores que, en el ejercicio de una actividad económica, no declaran trabajadores en su nómina o lo hacen en menor cantidad que los que realmente están realizando tareas.

La confección de los IMT requiere analizar el proceso productivo y comercial de la actividad. A partir de su aplicación, el organismo puede determinar aportes y contribuciones que le corresponden a los trabajadores que hayan cumplido sus tareas y no hayan sido declarados por sus empleadores.

Cantidad mínima. Para determinar la cantidad mínima de trabajadores requeridos en la producción primaria y empaque de ajos se tuvieron en cuenta la mano de obra permanente y necesaria para cada etapa del proceso de producción, según las hectáreas afectadas a este cultivo.

El ente de fiscalización nacional señalo que “como parte de las acciones impulsadas por la Dirección General de los Recursos de la Seguridad Social de la AFIP para combatir el trabajo informal a lo largo de los últimos dos años y medio, el organismo complementa las fiscalizaciones presenciales, que se realizan sobre los sectores de elevada informalidad con inducciones directas a empleadores y procesos automatizados de determinación de deuda”, señaló.

Y agregó que “la mejora de las herramientas y sistemas disponibles permite ampliar el universo fiscalizado de empleadores con potenciales situaciones de irregularidades e incumplimientos a nivel nacional. Los instrumentos de investigación y control se potencian, a su vez, con los avances registrados en la implementación del Libro de Sueldos Digital, que permite a los empleadores cumplir con distintas obligaciones en un único trámite, favoreciendo la despapelización, simplificando el cumplimiento y reduciendo costos”.

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