A pocos días de las elecciones, el kirchnerismo quiere dejar atrás esta etapa. No hay demasiadas expectativas puestas en remontar los resultados de las PASO, ni siquiera de acortar mucha distancia.
Por eso, los esfuerzos están puestos en el día después de las elecciones, para lo cual el presidente se concentra en un relanzamiento de su mandato. Un segundo ciclo en el que la pandemia y los problemas económicos y sociales de los dos primeros años queden atrás. El respaldo de la CGT es estratégico en este momento.
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Este martes, el presidente se reunió con la cúpula de la CGT y referentes de los movimientos sociales que fueron a darle su apoyo. El jueves se realizará el plenario del movimiento obrero que está en camino de la reunificación y en donde se elegirán las nuevas autoridades. En este plenario se modificarán los estatutos para darle espacio a más mujeres en la conducción y que los representantes de los trabajadores informales y precarizados puedan ingresar en sus estructuras.
Sindicalistas y dirigentes sociales se comprometieron con Alberto Fernández en apoyarlo y con ese fin saldrán a la calle y se movilizarán a Plaza de Mayo para celebrar el Día de la Militancia Peronista el 17 de noviembre.
Además, las organizaciones sindicales y sociales están abocadas en llamar a votar masivamente al Frente de Todos y prometieron movilizar a su gente para el cierre de campaña pospuesto para este jueves en Merlo. También aseguraron fiscales para controlar el desarrollo de las elecciones.
A cambio se llevaron el compromiso de Alberto Fernández y Juan Manzur de recibirlos periódicamente luego de meses de reclamos y conflictividad.
