El partido de la fina, ¿en qué cancha y con qué reglas se juega?

Cuatro expertos abordaron desde el plano agronómico y comercial las expectativas y desafíos de la campaña fina 2024-2025.

¿Hay otro clima empresarial en la era Milei? ¿Cuál será la visión productiva en las distintas regiones? ¿Por dónde pasa la rentabilidad de los cultivos de invierno? ¿Cuáles son los desafíos del nuevo ciclo? Se viene la campaña fina 2024-2025 y crecen las expectativas luego de los cambios políticos y económicos con la llegada del nuevo gobierno.

Los productores quieren saber en qué cancha y con qué reglas se juega el próximo partido. Para eso, se convocó a un equipo de figuras, una línea de cuatro compuesta por Teo Zorraquín, Joaquín Bello, Pablo Calviño y Jorge González Montaner.

Primero se abordó la realidad empresarial. El consultor Teo Zorraquín describió el actual momento apelando a una imagen: un hombre al borde del abismo. “El empresario en la Argentina está siempre así; con muy pocas opciones, pero siempre acepta el desafío de jugar, tomando decisiones y asumiendo riesgos”, señaló y agregó que estas decisiones deben tomarse en un marco de flexibilidad e ir adaptándose a los entornos, porque la “rigidez puede ser un gran problema en este país”.

En cuanto al actual contexto, el consultor afirmó que hoy Javier Milei “monopoliza la centralidad pública” y en la oposición hay una diversidad de figuras sin un “macho alfa” alfa que polarice con el presidente. Sin embargo, advirtió que en “algún momento va a aparecer, quizás un líder tapado, un “cisne negro”. 

Zorraquín remarcó que Milei hereda un país difícil atravesado por la inflación, cupos para exportar e importar, atraso cambiario, deuda con el FMI, cepo al dólar, déficit fiscal, presión y distorsión impositiva, falta de rentabilidad de las empresas, pobreza y desocupación. “Al presidente le cabe la figura de un bombero lanzando agua con una manguera, motosierra y licuadora. Cuando vienen los bomberos la primera sensación es de alivio, pero luego quedan los escombros y tenés que empezar a reconstruir tu casa”, comparó y remarcó que las primeras medidas tuvieron el objetivo de atacar el déficit fiscal y la sangría de dólares del Banco Central. 

Para este especialista en agronegocios, el gobierno presenta sensaciones encontradas porque hay caída del consumo, menor actividad, cepo y atraso cambiario, presión fiscal, retenciones, dudas sobre la sustentabilidad política del gobierno y muchos frentes abiertos. Sin embargo, logró un superávit fiscal y demostró intención de “bajar impuestos”, “achicar el Estado” y “defender la propiedad privada”, valoró. 

En este contexto de incertidumbre, “los empresarios pueden adoptar estrategias defensivas y ofensivas”, remarcó. Todo va a depender del optimismo del empresario, algunos van a preferir “surfear la ola” esperando que el contexto mejore y otros se animarán a arriesgar, entendiendo que estos tiempos también pueden traer grandes oportunidades. ¿Cómo? Tratando de ocupar los lugares por el replegamiento de la competencia, tomando créditos y haciendo inversiones, contratando talento humano que dejan ir otras empresas, adoptando estrategias de innovación y preparando el terreno para cuando los tiempos mejoren. 

Para Zorraquín esta campaña se desarrollará con un clima de negocios marcado por un resultado desparejo de la campaña 2023-2024; con la amenaza del clima y la chicharrita; con un pronóstico de año Niña para la próxima campaña; con los precios de los granos en alza y de los insumos a la baja, pero con los costos de fletes y labores subiendo en dólares, y con la discusión sobre el valor de los arrendamientos. En cuanto a la rentabilidad, calculo que la 2024-2025 estará en un promedio nacional del 13%, con 100 dólares por hectárea. “Resumiendo… hay negocio. Con dificultades, con menos renta esperada, con un contexto complejo, con un trabajo duro por hacer, sin exitismos o fantasías respecto a la macro y a la política, ¡pero hay negocio!”, finalizó.  

Luego llegó el turno de Joaquín Bello (AACREA – GAER) quien brindó una visión productiva en la región litoral. “Entre Ríos como zona de rendimientos es variable y el cultivo de trigo es un gran aliado porque ha ido creciendo de manera notable los últimos 10 años, y con el aumento de rendimientos también aumentó la estabilidad”, describió. Eso llevó a que “el entrerriano empiece a sembrar trigo a lo loco con un crecimiento del 17% anual”, aseguró. 

La performance del trigo también hizo crecer la siembra de soja de segunda. “Y, hoy por hoy, el doble cultivo trigo-soja de segunda se ha convertido en el más rentable de los últimos tiempos en la zona”, enfatizó el litoraleño. Entre las claves del rendimiento, Bello asegura que es muy importante ajustar la tecnología de procesos, entre ellas la fecha de siembra. “Ampliamos la ventana de siembra para terminar a tiempo y ubicar el PC en condiciones de alto potencial. Sembrar en julio significa 500 kilos menos por hectárea”, precisó.

A continuación, el consultor privado Pablo Calviño se enfocó en la rentabilidad de los cultivos de invierno. En este sentido, consideró que la situación ha mejorado respecto a hace escasos 10 días por una multiplicidad de factores como la inundación en Brasil y los desbarajustes climáticos en Rusia, lo que ha cambiado el contexto de los precios. Ahora, ¿de qué depende la renta en la agricultura en el sudeste? Para el técnico, la renta dependía históricamente del rendimiento y no tanto de los costos, pero actualmente “estamos teniendo costos exagerados”. Según datos revelados, los fertilizantes aumentaron un 106% en el último quinquenio, y por eso es fundamental “poner en práctica las tecnologías de procesos que no tiene costos (fecha de siembra, elección de la genética correcta, hacer buena agronomía). “Se necesita planificación y no usar recetas y protocolos generales; hay que ir al lote para tomar decisiones correctas y no olvidar fijar precios, especialmente cuando se trabaja con números justos”, recomendó.

Jorge González Montaner (AACREA – Consultor privado) fue el último orador y abordó las expectativas y desafíos para la nueva campaña de trigo. Para el especialista, será una campaña con complejidad donde habrá que estar finos con las tecnologías de procesos y buscar alternativas agronómicas que permitan explorar nichos comerciales más atractivos.

En lo que respecta a fertilización, reveló que ensayos realizados en las localidades del sudeste bonaerense muestran que aplicaciones particionadas de fósforo líquido generaron una respuesta productiva y económica muy superior a la correspondiente a fertilizaciones tradicionales tanto en trigo como en cebada. Además, remarcó no descuidar los niveles de nitrógeno en el suelo, sobre todo en años tan lluviosos como este, sobre todo en zonas de “lomas donde el nitrógeno se lava”, comentó.


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Otro aspecto central en la próxima campaña será la elección de materiales con un buen perfil sanitario. “En la actualidad, el costo de una o dos aplicaciones de fungicidas representa una carga importante para los costos de los productores”, resaltó.

Para el investigador, en la próxima campaña será crucial el uso intensivo de tecnologías de procesos que permitan eficientizar al máximo el uso de los recursos disponibles. Uno de esos puntos claves es la fecha de siembra. “Al trigo hay que sembrarlo en junio, la siembra temprana es clave. Vayamos a buscar buenos resultados en trigo porque ahí está la clave. Y en cebada pasa lo mismo, le fecha de siembra es todo”, enfatizó

Otro de los consejos que dio es la utilización progresiva de los productos biológicos por sobre los químicos, una tendencia que va en crecimiento por su potencial tanto en el plano de la sustentabilidad, como para abrir mercado más exigentes por sus restricciones ambientales. En este sentido, Montaner destacó al hongo Trichoderma harzianum, que demostró respuestas superiores a los productos de síntesis química en cultivos de cereales de invierno Para este especialista, “el Trichoderma es un hongo mágico” que aporta vigor adicional a los cultivos, sobre todo a las gramíneas, y es una alternativa interesante para reducir gradualmente la aplicación de agroquímicos.

“En Argentina no hay plata, pero sobra talento. ¡¿Por qué no nos ponemos de acuerdo y hacemos una cadena?! Tenemos los mejores técnicos reconocidos en el mundo, tenemos una capacidad enorme de inventiva e innovación. Vamos a ponernos de acuerdo y ponerle onda”, arengó en el final. 

Fuente: A todo Trigo

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