Tendencias actuales y proyecciones de la NOAA
Las últimas actualizaciones de la NOAA revelan una marcada tendencia hacia condiciones neutrales a partir de abril de 2025. Alfredo Elorriaga, consultor de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), subraya que “casi no hay chances de que se encadene una segunda Niña”. Este análisis se fundamenta en modelos proyectivos que indican que, tras un enfriamiento, sería muy atípico que se produzca un calentamiento seguido de otro fenómeno de La Niña.
Históricamente, este tipo de patrón climático ha sido extremadamente raro; en los últimos 30 años, solo se ha registrado una vez entre 2016 y 2017. Este dato destaca la improbabilidad de una segunda Niña consecutiva. Los modelos de la NOAA respaldan esta perspectiva, mostrando una disminución significativa en las probabilidades de ‘Niña’, que han bajado de un 85% hace tres meses a un 48% para abril de 2025. Este descenso iguala las probabilidades de que se presenten condiciones neutrales.
Estas proyecciones son cruciales para la planificación agrícola y comercial, ya que las condiciones climáticas influyen de manera directa en la producción y los mercados. La tendencia hacia la neutralidad sugiere una estabilización que podría beneficiar a diversas industrias dependientes de patrones climáticos predecibles.
En resumen, la NOAA y expertos como Alfredo Elorriaga coinciden en que las probabilidades de una segunda Niña han disminuido considerablemente, apuntando a un escenario más estable y predecible a partir de abril de 2025. Este cambio en las proyecciones proporciona una base para ajustes estratégicos en la agricultura y otros sectores afectados por las variaciones climáticas.
Te puede interesar
-
Pronóstico de lluvias hasta el 5 de agosto
-
Luis ‘Toto’ Caputo en la Exposición de Palermo: reunión con la Mesa de Enlace y promesas de reducción de retenciones
-
Las cadenas bovina, porcina y avícola piden reglas claras para potenciar el negocio de la carne
-
Ya se comercializó la mitad de la cosecha de maíz y soja
-
Duro Comunicado de una entidad del campo
-
Murió Danilo Gallay: un pionero del Periodismo Agropecuario, un amigo
Impacto en la agricultura argentina
La noticia de que las probabilidades de una segunda niña caen por debajo del 50% para abril de 2025 es un alivio significativo para la agricultura argentina. En los últimos años, la región ha sufrido los efectos devastadores de tres niñas consecutivas, así como de una de las sequías más severas en la historia de la agricultura moderna. Estas condiciones adversas, exacerbadas por el efecto del Índico, resultaron en una escasez crítica de agua que afectó tanto a la región pampeana como al norte del país.
El impacto de estos eventos climáticos ha sido profundo, reduciendo la productividad agrícola y aumentando la vulnerabilidad de los sistemas de producción. La sequía afectó negativamente la disponibilidad de recursos hídricos, esenciales para los cultivos y el ganado, lo que llevó a una disminución de los rendimientos y a pérdidas económicas significativas para los agricultores.
Con la tendencia hacia condiciones climáticas más neutrales, se espera una mejora considerable en el panorama agrícola. La neutralidad climática puede ofrecer una mayor estabilidad en las precipitaciones y las temperaturas, creando un entorno más favorable para la siembra y el crecimiento de los cultivos. En particular, se anticipa que la siembra gruesa se beneficie significativamente, comenzando con perfiles de suelo mucho más húmedos debido a las lluvias previstas con la salida del niño en marzo y abril.
Este cambio en las condiciones climáticas podría marcar el inicio de un periodo de recuperación para la agricultura argentina. Los suelos más húmedos y las lluvias regulares no solo mejorarán la germinación y el establecimiento de los cultivos, sino que también pueden ayudar a restablecer los niveles de agua subterránea y a reponer los recursos hídricos necesarios para futuras temporadas de crecimiento. En un contexto donde la resiliencia y la adaptación al cambio climático son cruciales, estas condiciones más favorables ofrecen un rayo de esperanza para los agricultores y la economía agrícola del país.
Moderación de la Intensidad de ‘La Niña’
Otra buena noticia es que la intensidad de ‘La Niña’ proyectada será moderada. Los recientes datos muestran un enfriamiento más suave de lo previsto inicialmente, con una anomalía actual para diciembre de -1,3, comparada con -2,3 hace tres meses. Este cambio en las predicciones descarta la posibilidad de una ‘La Niña’ fuerte a muy fuerte, lo que reduce significativamente los riesgos de sequías extremas.
Esta moderación de la intensidad es crucial, ya que un evento de ‘La Niña’ más severo podría tener consecuencias devastadoras para la agricultura y los ecosistemas acuáticos. Con una anomalía de temperatura más baja, las condiciones climáticas serán menos extremas, permitiendo una mayor estabilidad en los ciclos de lluvia y reduciendo el riesgo de sequías prolongadas.
Además, la caída del enfriamiento a partir de enero 2025 es más abrupta de lo que se esperaba, consolidando la tendencia hacia condiciones más favorables para la agricultura. Este rápido cambio sugiere que las temperaturas del océano Pacífico se están normalizando más rápido, lo que puede llevar a una recuperación más rápida de las condiciones agrícolas y ambientales. Con esta moderación en la intensidad de ‘La Niña’, los agricultores pueden esperar una temporada más manejable, con menos interrupciones en los ciclos de cultivo y una mejor previsibilidad en los patrones de lluvia.
En resumen, la proyección de una ‘La Niña’ moderada para abril 2025 ofrece una perspectiva más optimista para las áreas afectadas. Las condiciones menos extremas no solo benefician la agricultura, sino también la gestión de recursos hídricos y la estabilidad de los ecosistemas regionales. Este desarrollo positivo subraya la importancia de monitorizar y adaptar las estrategias agrícolas y ambientales en respuesta a las fluctuaciones climáticas.
Proyecciones a corto plazo y expectativas de lluvias
A corto plazo, los productores y técnicos de la región pampeana están especialmente atentos a las lluvias, dado el impacto crítico que tienen en la producción agrícola. Las expectativas de lluvias para el fin de semana pasado no se cumplieron plenamente, lo que ha incrementado la necesidad urgente de precipitaciones en la zona. Las condiciones actuales han generado una alta demanda de agua, y la llegada de cualquier cantidad de lluvia, entre 10 a 15 mm, podría modificar significativamente el panorama agrícola.
En particular, cultivos como el trigo están en estado crítico debido a las bajas temperaturas y la falta de humedad. Las proyecciones indican que la situación podría mejorar con la llegada de lluvias adecuadas. La importancia de estos milímetros de lluvia radica en su capacidad para revitalizar los cultivos y proporcionar el agua necesaria para su desarrollo. La situación es especialmente delicada para los agricultores que dependen de estas lluvias para asegurar una buena cosecha.
Las condiciones neutrales previstas para el periodo de marzo a mayo de 2025 son vistas como una esperanza para los productores. Estas condiciones climáticas neutrales podrían traer el alivio necesario y mejorar las perspectivas agrícolas a mediano plazo. Los agricultores y técnicos esperan que estas condiciones permitan una mayor estabilidad en la producción y un mejor rendimiento de los cultivos. La neutralidad climática se asocia generalmente con patrones de lluvia más regulares y previsibles, lo que es fundamental para la planificación y ejecución efectiva de las actividades agrícolas.
En resumen, la región pampeana enfrenta un momento crucial en términos de precipitaciones. La llegada de lluvias significativas en el corto plazo podría ser determinante para el rendimiento de los cultivos y la estabilidad económica de los productores agrícolas. Las expectativas están puestas en la evolución de las condiciones climáticas y su impacto directo en la producción.
Fuente: BCR