Tras extinguir el fuego en la cosechadora, los bomberos enfrentaron y controlaron un incendio de rastrojo de cebada en 10 hectáreas, destacándose el liderazgo y coordinación del Oficial Auxiliar Fabián Lay en el operativo.
Este viernes 29 de diciembre a las 19:35 horas, se desató una situación de alerta en la estancia El Palomar en la provincia de Buenos Aires, motivando la rápida intervención de los servicios de emergencia. La alarma general se activó ante el informe de un incendio en una cosechadora en plena actividad agrícola.
Los equipos de emergencia, con prontitud y eficacia, se dirigieron al lugar del incidente para enfrentar las llamas. Al llegar, los efectivos encontraron que el incendio en la maquinaria ya había sido controlado, gracias a la rápida acción de los trabajadores de la estancia.
Sin embargo, no todo el peligro había sido eliminado. Las llamas se habían extendido, provocando un incendio en el rastrojo de cebada que cubría una extensión aproximada de 10 hectáreas. La lucha contra el fuego no fue sencilla. Las llamas, alimentadas por la vegetación seca y los vientos típicos de la zona, presentaron un desafío considerable para los bomberos.
- Kicillof propone aumentar 300% el impuesto Inmobiliario Rural
- Con las retenciones a la soja, Máximo Kirchner propone crear un fondo para financiar la obra pública
- Perspectiva internacional para los granos en 2024
La destreza y el arduo trabajo del personal fueron fundamentales para controlar y finalmente extinguir el incendio del rastrojo, evitando así una mayor propagación y posibles daños a las áreas circundantes. En el operativo, se destacó la participación del móvil número 1, liderado por el Oficial Auxiliar Fabián Lay. Su experiencia y liderazgo fueron claves en la coordinación de las maniobras y estrategias de extinción, demostrando una vez más el compromiso y la preparación de los equipos de respuesta ante emergencias.
Una vez asegurado el área y extinguido completamente el fuego, el equipo de emergencia realizó las inspecciones necesarias para descartar riesgos adicionales. La vuelta al cuartel marcó el fin de una jornada intensa, donde la coordinación y rapidez de acción resultaron esenciales para evitar una catástrofe mayor.
