Molinos harineros con una capacidad ociosa (teórica) superior al 50% por quinto año consecutivo

Una herencia de la gestión kirchnerista.

En la campaña 2016/17 los molinos elaboradores de harina de trigo volvieron a registrar una capacidad ociosa superior al 50% por quinto ciclo consecutivo.

Durante la administración kirchnerista se promovió la instalación de molinos harineros, además de la ampliación de los ya existentes, a través de subsidios directos (“compensaciones”), créditos con tasas subsidiadas y un abaratamiento artificial del valor del cereal (producto de la intervención del mercado + derechos de exportación).

Pero, lejos de asegurar una mayor integración comercial orientada a mejorar las exportaciones argentinas de harina y panificados, la gestión kirchnerista se concentró en cerrar la economía. El resultado: muchos molinos que no tiene razón de ser en la actual coyuntura.

En la campaña triguera 2016/17 la molienda del cereal fue de 5,66 millones de toneladas sobre una capacidad instalada total a nivel nacional del orden de 12 millones de toneladas, según datos oficiales. Si bien se trata de la cifra más elevada desde la campaña 2011/12, representa un porcentaje mínimo histórico de apenas 30% de la cosecha (cuando en los últimos años del régimen kirchnerista nunca había bajado del 40%).

El hecho de que la participación de la molinería haya acompañado con tan poca fuerza el crecimiento de la producción argentina de trigo –que pasó de 11,3 a 18,3 millones de toneladas de 2015/16 a 2016/17– fue el detonante de la sospecha, por parte de los agentes de la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario (SCCA), de que una porción importante de la harina de trigo podría estar ingresando al mercado de manera informal (especialmente porque en el canal formal se registró un incremento de las exportaciones de harina).

Por ese motivo, a comienzos de agosto de 2017 las autoridades de la SCCA comenzaron a instrumentar un nuevo régimen orientado a limitar la evasión en el comercio de harina de trigo. Para eso se suspendió por un plazo de 180 días corridos la recepción y tramitación de solicitudes de inscripción y/o ampliaciones de las instalaciones de molinos harineros en el Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA).

La medida se implementó con el propósito de llevar a cabo un relevamiento orientado a determinar la capacidad de recepción, procesamiento y almacenaje de cada uno de los molinos presentes en el territorio nacional, de manera tal de verificar que los movimientos informados se correspondan con la escala de cada planta industrial.

En ese marco, en octubre del año pasado agentes de la Subsecretaría de Control Comercial Agropecuario (Succa) clausuraron la planta industrial de Molinos Río Segundo (Pasejes S.A.) luego de detectar irregularidades en la declaración del movimientos de granos y adulteración del caudalímetro.

Fuente: Valor Soja