Evaluación de enfermedades en cultivares de colza primaveral y carinata en Paraná, Entre Ríos, durante 2019

Desde 2013, en la EEA Paraná del INTA, se evalúa el comportamiento a enfermedades de cultivares y líneas experimentales de colza (Brassica napus). Cada año se registran enfermedades como mancha gris (Alternaria brassicae), mancha foliar por Phoma (anamorfo Phoma lingam; teleomorfo Leptosphaeria maculans), podredumbre negra o mancha en “V” (Xanthomonas campestris pv. campestris) y oídio (anamorfo Oidium spp.; teleomorfo Erysiphe cruciferarum). Estas dos últimas se caracterizan por manifestarse con los mayores niveles de prevalencia, incidencia y severidad. Por otra parte, en algunos años se observan otros síntomas ocasionados por P. lingam como cancro del tallo y necrosis de la base del tallo.

Durante 2019, además de las enfermedades mencionadas anteriormente, se observaron síntomas de mildiu (Hyaloperonospora brassicae) en cultivares de colza y en un cultivar de carinata (Brassica carinata). Carinata es de reciente introducción en el país, promisoria como opción para diversificar el área de cultivos invernales y es hospedante de patógenos que habitualmente afectan a la colza. En un trabajo reciente se detallaron los signos y síntomas de las enfermedades en dicho cultivo. El conocimiento del perfil sanitario de cultivares es una de las herramientas que permite la elección correcta del genotipo y posteriormente la planificación el cultivo bajo diferentes situaciones de producción.

¿Cómo se realizó el estudio?

Con la finalidad de determinar el comportamiento de cultivares de colza de tipo primaveral y de carinata a enfermedades, se realizaron observaciones sobre un ensayo implantado el 16/05/19 sobre soja (Glycine max) como antecesor inmediato y una secuencia de cultivos sin brasicáceas por más de 10 años. Las evaluaciones de las enfermedades se realizaron los días 01/08, 12/08, 28/08, 12/09 y 10/10. En cada fecha se estimaron la incidencia y la severidad, esta última utilizando diversas escalas diagramáticas. En los casos en que fue posible, se construyó el área bajo la curva del progreso de la enfermedad (ABCPE) utilizando los registros de severidad. El ABCPE expresa la cantidad “acumulada” de enfermedad en el transcurso del tiempo. La influencia de los factores agroclimáticos sobre la aparición y el desarrollo de la enfermedad se analizó utilizando los registros de temperatura y lluvias del Observatorio Agrometeorológico de la EEA Paraná.

¿Cómo fueron las condiciones climáticas?

Si bien la temperatura media del período mayo-octubre de 2019 no tuvo grandes variaciones, junio se destacó por presentar 2,7°C más que lo normal. Con respecto a las lluvias, entre mayo y julio, los valores fueron superiores al promedio histórico (Tabla 1).

Al inicio de las evaluaciones los cultivares de colza se hallaban en la etapa de aparición del órgano floral, a excepción de Bioaureo 2386 y carinata que se encontraban en la etapa de crecimiento longitudinal del tallo principal o “elongación”, y de Solar CL que estaba en la etapa de desarrollo de hojas o “roseta” (Tabla 2).

¿Qué enfermedades se cuantificaron?

Mildiu

Los síntomas de la enfermedad se manifestaron tanto en los cultivares de colza como en carinata (Figura 1).

Los registros de incidencia en la última fecha, así como el ABCPE construido a partir de los datos de severidad de las cuatro primeras fechas de evaluación, permitieron discriminar el comportamiento de los cultivares al mildiu (Tabla 3). El cultivar de carinata se destacó por la menor incidencia de la enfermedad y se diferenció del resto. En cuanto a la severidad, la misma alcanzó los grados 3 y 4 (escala 0-5) en los cultivares de colza más susceptibles (datos no presentados); los menores valores de ABCPE correspondieron a carinata y los cultivares Bioaureo 2386, Solar CL, Macacha, Rivette, E 1604 y Smilla, sin diferencias significativas entre los mismos. El mayor número de infecciones ocurre con temperaturas de 8-16°C, elevada humedad relativa (rocío, niebla, llovizna) y baja intensidad de luz, mientras que temperaturas de 23-24°C favorecen el posterior desarrollo del mildiu.

Estas condiciones ocurrieron entre mayo y julio. Es de destacar que desde 2014 no se observaba un ataque de esta magnitud en los ensayos de colza de la EEA Paraná.

Podredumbre negra o mancha en “V”

Desde 2013, esta bacteriosis es la enfermedad foliar más importante en los ensayos de evaluación de cultivares de colza de la EEA Paraná, presentándose en la mayoría de los años con moderados a altos valores de severidad. Sin embargo, durante el ciclo agrícola 2019 se observaron los más bajos niveles de incidencia y severidad, debidos principalmente a la ausencia de lluvias intensas en el ciclo del cultivo. En la evaluación del 12/09/19, los máximos niveles de incidencia (36,7%) y severidad (3,2%) correspondieron a la línea E 1601. Asimismo, el cultivar de carinata presentó valores de incidencia inferiores al 1% y una severidad de “trazas” (<0,1%). De todas maneras, los análisis no detectaron diferencias significativas entre los cultivares en cuanto a los parámetros fitopatológicos. Durante 2017 se registraron los más altos niveles de incidencia y severidad (hasta 80 y 40%, respectivamente) en colza, coincidente con condiciones más cálidas de lo normal y con un exceso de lluvias en agosto y septiembre.><0,01) De todas maneras, los análisis no detectaron diferencias significativas entre los cultivares en cuanto a los parámetros fitopatológicos. Durante 2017 se registraron los más altos niveles de incidencia y severidad (hasta 80 y 40%, respectivamente) en colza, coincidente con condiciones más cálidas de lo normal y con un exceso de lluvias en agosto y septiembre.

Mancha foliar por Phoma

Todos los cultivares de colza, así como el de carinata, presentaron síntomas foliares por P. lingam. En la evaluación del 12/09/19, la incidencia media no superó el 1%, mientras que la severidad estuvo comprendida dentro de los valores comúnmente denominados “trazas”, sin diferencias significativas entre los genotipos. En 2014, los cultivares de colza registraron una incidencia máxima de hasta 40%, el valor más alto registrado hasta el presente. Una secuencia de cultivos sin presencia de brasicáceas por más de 4 años, como la presentada en este ensayo, junto a la elección de cultivares resistentes, son estrategias de manejo para reducir infecciones y pérdidas por la enfermedad. En el presente trabajo no se observaron síntomas a nivel del tallo; sólo en 2012 se registró un ataque severo con cancros en la base del tallo y quebrado de plantas. En cultivos de carinata en Uruguay en 2017, se detectaron manchas foliares por P. lingam, no observándose niveles epidémicos para la enfermedad.

Mancha gris

Esta enfermedad se manifestó en todos los cultivares, sin diferencias significativas entre los mismos en cuanto a incidencia y severidad. En la evaluación del 12/09/19, la máxima incidencia fue del 6%, con una severidad entre grado 1 y grado 2. Cada año, en la EEA Paraná, la mancha gris se presenta en los ensayos de cultivares de colza con niveles variables de incidencia (bajo, moderado o alto) y bajos valores de severidad. En Uruguay en 2017, en cultivos de carinata, se detectaron manchas foliares por A. brassicae, sin alcanzar niveles epidémicos.

Oídio

Los ensayos de evaluación de cultivares de colza en la EEA Paraná se caracterizan por la presencia de oídio todos los años, en general con elevados valores de incidencia y severidad a nivel del tallo. Durante el ciclo 2019, la incidencia en los cultivares de colza (datos no presentados) osciló entre 83,3 y 100%, mientras que en el cultivar de carinata fue del 38,3%, diferenciándose significativamente de las primeras. En relación a la severidad, la mayoría de los cultivares de colza superó el grado 4, a excepción de E 1601 y Solar CL quienes no difirieron significativamente del cultivar de carinata; este último registró el menor valor para dicho parámetro (Tabla 4).

En general, los signos del oídio aparecen en floración y maduración, en el estrato inferior del cultivo, y la enfermedad avanza en sentido ascendente por el tallo pudiendo además afectar hojas y silicuas. Cuando se manifiesta en la etapa temprana del cultivo puede ocasionar silicuas vacías o con pocas semillas y producir pérdidas en el rendimiento. El momento de aparición varía de un año a otro, principalmente debido a las condiciones climáticas y la disponibilidad de inóculo en el ambiente. La infección requiere temperatura moderada, baja humedad relativa y condiciones de tiempo seco. Sin embargo, el posterior desarrollo de la enfermedad es independiente de las condiciones climáticas. La bibliografía extranjera indica que, en comparación con la colza, la carinata presenta en general buena tolerancia o resistencia a las enfermedades. De todas maneras, es necesario continuar con las evaluaciones y obtener información local debido a que las condiciones climáticas prevalecientes en cada ciclo agrícola favorecen la aparición y desarrollo de unas enfermedades sobre otras.

Conclusiones

Durante el ciclo agrícola 2019, en el ensayo de evaluación de colza primaveral y carinata de la EEA Paraná, se registraron cinco enfermedades: mildiu, podredumbre negra o mancha en “V”, mancha foliar por Phoma, mancha gris y oídio en tallo. Los cultivares presentaron comportamientos diferenciales en relación al mildiu y al oídio; las condiciones climáticas durante el cultivo fueron conducentes para el desarrollo de estas enfermedades, destacándose la carinata por sus bajos niveles de incidencia y severidad y su buen comportamiento hacia las mismas.

 

Fuente: INTA por Pablo Daniel Velazquez

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