Casi la mitad de la cosecha gruesa se venderá para cancelar deudas

Los productores venderán el 48% de su soja y el 44% del maíz hasta julio próximo para hacer frente a sus necesidades financieras. Esto anticiparía un buen ritmo de ventas.

Esa proyección surge de una encuesta realizada por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, que también refleja la confianza y expectativas de los productores.

El estudio, que toma respuestas de 400 productores cuyo valor bruto de producción es igual o mayor a los 200.000 dólares, consultó a los encuestados sobre cuánto consideran que deberán vender de la cosecha para pagar compromisos financieros.

“Los productores manifiestan que deberán vender, en promedio, 48,5% de su producción de soja para cubrir los compromisos financieros”, señala el trabajo, que aclara que hay diferencias según el tamaño de los productores.

“Casi 50% de los productores más grandes indicaron que necesitarán vender menos del 30% de su cosecha. Este número oscila entre 30 y 35% para los segmentos de productores chicos y medianos”, apunta.

La comercialización del 48,5% de la cosecha para pagar compromisos representa 26,19 millones de toneladas. Según el reporte, quedará un excedente de 27,810 millones de toneladas y la encuesta también indagó sobre el destino de ese volumen.

Al respecto, consultados sobre qué harán con ese tonelaje, un 39% será para la adquisición de insumos (10,84 millones de toneladas), un 25% para maquinarias e inversiones (6,95 millones de toneladas), un 31% para almacenar sin fijar precio (8,6 millones de toneladas) y un 3% para adquirir dólares (834.000 toneladas), entre otras inversiones.

En qué se gastará lo que no será para pagar deudas

La Universidad Austral también confecciona un indicador de confianza llamado Índice Ag Barometer Austral. En su última medición, la misma bajó un 3%, al nivel de 103.

En el relevamiento los valores por encima de 100 representan que las percepciones positivas superan a las negativas. Lo contrario ocurre cuando está por debajo de 100.

En tanto, según el trabajo, el Índice de Condiciones Presentes mejoró 16%, de 59 a 69, en tanto que el Índice de Expectativas Futuras cayó de 137 a 126 (-8,75 %).

De acuerdo al trabajo, entre las preocupaciones para los próximos doce meses en primer lugar está la cuestión financiera (62%), por el acceso al crédito y las tasas, luego la marcha de la economía (46%), “incluyendo la inestabilidad económica y la presión impositiva”, y después las cuestiones productivas (29%) vinculadas con el clima, la infraestructura, la tecnología y el medioambiente. En la lista sigue la preocupación por los márgenes (20%), en tanto que “la inestabilidad política y social” aparece con un 18 por ciento.

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Fuente: La Nación

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