Arranca bien la fina: suba del trigo y baja de insumos
Mejora en la Relación de Precios entre Granos Finos e Insumos
En los últimos meses, la dinámica del mercado de fertilizantes ha experimentado un cambio significativo gracias a la mejora en los precios internacionales del trigo y la disminución en los costos de los fertilizantes. Uno de los indicadores más notables es el incremento del 34% en el valor de referencia del trigo para la posición diciembre 2024. Este aumento ha llevado el precio de u$s 188 la tonelada en febrero a u$s 253 en mayo, marcando una tendencia positiva para los productores.
Simultáneamente, el mercado local ha visto un retroceso del 26% en el precio de la urea, que ha pasado de u$s 715 a u$s 528 por tonelada en el mismo periodo. Este descenso en el costo de los fertilizantes se traduce en una mejora significativa en la relación de compra para los agricultores. Actualmente, se necesitan 2,2 toneladas de trigo para adquirir una tonelada de urea, en comparación con las 3,8 toneladas requeridas hace apenas dos meses. Esta reducción en la cantidad de trigo necesario para la compra de fertilizantes representa una mejora sustancial en la economía de los productores.
El impacto positivo de esta relación de precios se extiende también a otros insumos, como los fosfatados. En este caso, la relación de compra ha mejorado un 15% en el último año, lo que refleja una tendencia generalizada de mayor accesibilidad y rentabilidad para los agricultores. Estas condiciones favorables son cruciales para la reactivación del mercado de fertilizantes, permitiendo a los productores planificar y ejecutar sus cultivos con mayor eficiencia y menores costos.
En resumen, la mejora en la relación de precios entre los granos finos y los insumos no solo beneficia a los productores en términos de costos directos, sino que también impulsa la confianza en el mercado agrícola, fomentando una mayor inversión y actividad en el sector. La conjugación de precios elevados del trigo y la baja en los costos de fertilizantes crea un entorno propicio para un ciclo de producción más robusto y sostenible.
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Impacto en el volumen de importaciones y superficie de cultivo
Los recientes cambios en los precios de los granos finos y los insumos agrícolas han tenido un impacto significativo en el mercado de fertilizantes en Argentina. De acuerdo con datos oficiales, el volumen de importaciones de urea ha alcanzado niveles récord en los primeros meses del año. Entre enero y abril, las importaciones totalizaron 239.000 toneladas, con un pico notable de 149.000 toneladas en enero, cifra calificada como ‘fuera de lo normal’ por AZ Group. Este incremento subraya una reactivación en el mercado de fertilizantes, aunque las compras se mantienen por encima de sus promedios históricos.
Desde la demanda, la mejora en las condiciones agronómicas y de mercados para la campaña fina está estimulando un aumento en la superficie de cultivo respecto a las estimaciones iniciales. Esto se debe, en parte, a la combinación de precios favorables para el trigo y la reducción de costos en los insumos, incentivando a los productores a ampliar sus áreas sembradas. Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de este impulso, la posición general de compras sigue retrasada en comparación con las últimas campañas.
En el caso específico de los fertilizantes fosfatados, las importaciones en los primeros cuatro meses de 2024 no han seguido la misma tendencia alcista que la urea. Las cifras muestran que las importaciones de fosfatos totalizaron 178.000 toneladas, situándose por debajo de sus valores históricos. Esto podría estar reflejando una mayor cautela por parte de los productores o una adaptación de las estrategias de fertilización, priorizando otras fuentes de nutrientes.
En resumen, la dinámica de importaciones y el aumento en la superficie de cultivo reflejan un mercado de fertilizantes en recuperación, impulsado por condiciones agronómicas y de mercado favorables. No obstante, la variabilidad en las importaciones de diferentes tipos de fertilizantes subraya la complejidad y las adaptaciones constantes que caracterizan al sector agrícola en este contexto cambiante.
