Córdoba: cálculos finales de producción de trigo campaña 2023/24

En la campaña 2023/24 se produjeron en la provincia de Córdoba 1.529.700 toneladas de trigo pan, lo que significa un aumento interanual del 46 %, incremento dado por mayores rindes y mayor superficie cosechada que la campaña anterior. En promedio, teniendo en cuenta tanto valores en secano como bajo riego, el rendimiento provincial fue de 20,1 qq/ha, ubicándose 5 quintales por encima del logrado la campaña previa, pero 6 quintales por debajo del rendimiento promedio histórico (2007-2022) de la provincia.

El tonelaje alcanzado es el segundo menor de los últimos 10 años, es decir, luego de la campaña anterior, el logrado en este ciclo es el más bajo desde la campaña 2013/14.

En términos departamentales, y tal como se puede observar en el mapa, la mayor parte de la producción se obtuvo en aquellos ubicados al este de la provincia, es decir, en San Justo, Marcos Juárez y Unión. Estos tres departamentos participaron con el 51 % del volumen total producido, dado que ocuparon el 45 % del área triguera.

Por otra parte, se sembraron 500 hectáreas de trigo candeal, el cual se concentró en la zona de traslasierra. Con un rendimiento de 56,0 qq/ha en promedio, la producción total llegó a 2.600 toneladas.

Superficie implantada 

Los motivos influyentes en la toma de decisión de la siembra fueron variados, aunque se encuentran relacionados. De acuerdo con colaboradores del D.I.A, el principal factor fue la humedad inicial del perfil ya que el trigo, al ser un cultivo de invierno, es dependiente de esta variable para su desarrollo. En segundo lugar, se ubicó el pronóstico climático. Si bien las lluvias fueron menores a lo normal en el trimestre abril-mayo-junio 2023, motivo por el cual muchos productores decidieron no sembrar, otros sembraron con algo de humedad en el perfil con las precipitaciones ocurridas en mayo, esperando que la situación se revierta en la primavera debido al pronóstico del fenómeno El Niño.

El tercer motivo de decisión fue el precio del trigo y la rentabilidad esperada del cultivo, ya que al salir de la campaña estival 2022/23 complicada había mayores necesidades financieras que otros años, por lo que se decidió sembrar el cereal de invierno para disponer de capital a corto plazo con la cosecha de este. Otros motivos que tuvieron peso en la definición de siembra 2023/24 fueron la rotación de cultivos, el manejo tecnológico y la incertidumbre por intervenciones políticas en un año de cambio de gobierno.

En la campaña invernal 2023/24 se sembraron casi 970 mil hectáreas con trigo en la provincia de Córdoba, siendo la menor superficie desde la campaña 2015/16, donde fueron sembradas 967 mil. Respecto a la campaña precedente dicha área representa una variación negativa del 6 % y, comparada con la superficie promedio sembrada históricamente en Córdoba, la variación es del – 8 %.

Del total de superficie, un 10 % se destinó como cultivo de cobertura y el 11 % se perdió debido a las malas condiciones climáticas. Así, el área efectivamente cosechada llegó a 762 mil hectáreas, 87 mil hectáreas más que el año anterior, pero 200 mil hectáreas menos que la superficie cosechada promedio (2007-2022) en la provincia.

Los motivos influyentes en la toma de decisión de la siembra fueron variados, aunque se encuentran relacionados. De acuerdo con colaboradores del D.I.A, el principal factor fue la humedad inicial del perfil ya que el trigo, al ser un cultivo de invierno, es dependiente de esta variable para su desarrollo. En segundo lugar, se ubicó el pronóstico climático. Si bien las lluvias fueron menores a lo normal en el trimestre abril-mayo-junio 2023, motivo por el cual muchos productores decidieron no sembrar, otros sembraron con algo de humedad en el perfil con las precipitaciones ocurridas en mayo, esperando que la situación se revierta en la primavera debido al pronóstico del fenómeno El Niño.

El tercer motivo de decisión fue el precio del trigo y la rentabilidad esperada del cultivo, ya que al salir de la campaña estival 2022/23 complicada había mayores necesidades financieras que otros años, por lo que se decidió sembrar el cereal de invierno para disponer de capital a corto plazo con la cosecha de este. Otros motivos que tuvieron peso en la definición de siembra 2023/24 fueron la rotación de cultivos, el manejo tecnológico y la incertidumbre por intervenciones políticas en un año de cambio de gobierno.

En la campaña invernal 2023/24 se sembraron casi 970 mil hectáreas con trigo en la provincia de Córdoba, siendo la menor superficie desde la campaña 2015/16, donde fueron sembradas 967 mil. Respecto a la campaña precedente dicha área representa una variación negativa del 6 % y, comparada con la superficie promedio sembrada históricamente en Córdoba, la variación es del – 8 %.

Del total de superficie, un 10 % se destinó como cultivo de cobertura y el 11 % se perdió debido a las malas condiciones climáticas. Así, el área efectivamente cosechada llegó a 762 mil hectáreas, 87 mil hectáreas más que el año anterior, pero 200 mil hectáreas menos que la superficie cosechada promedio (2007-2022) en la provincia.


Rendimiento del cultivo

El rendimiento en la campaña se vio afectado por las condiciones meteorológicas, principalmente por la falta de agua y, teniendo en cuenta los últimos 10 años, es el tercer peor rendimiento. El rinde promedio ponderado (considerando tanto en secano como bajo riego) de la campaña fue de 20,1 qq/ha, lo que significa un aumento del 30 % con respecto al año pasado, pero una caída del 22 % comparado con el rendimiento promedio histórico (2007-2022).

Los rendimientos obtenidos bajo riego oscilaron entre 36 y 53 qq/ha, mientras que en aquellos lotes en los que la producción se realizó en secano los mayores rindes se lograron en los departamentos Marcos Juárez y Unión, alcanzando un promedio de 28 y 22,4 qq/ha, respectivamente.

Ciclo del Cultivo 

La siembra comenzó en mayo y finalizó en julio, con precipitaciones que se ubicaron, en la mayoría de los departamentos de Córdoba, por debajo del promedio histórico (2007-2023) de dicho período. En términos generales, los mayores acumulados se dieron en abril y hacia fines de mayo, lo que motivó a la mayoría de los productores a avanzar en la labor. Por esto es que la siembra tuvo mayor velocidad que el promedio histórico (2014-2023).

El cultivo comenzó su ciclo con un 90 % de la superficie en un estado general entre bueno y excelente, proporción que fue reduciéndose con el transcurso de los meses. Ya en agosto, colaboradores del D.I.A comenzaban a reportar la falta de agua, que sumada la presencia de plagas y/o enfermedades, ocasionó que el 25 % del trigo se encontrara en regular y mal estado.

Finalizando agosto, en septiembre y parte de octubre el trigo atravesó su etapa de período crítico para la definición de rendimientos bajo marcadas condiciones de estrés térmico por temperaturas extremas e hídrico por escasez de precipitaciones y bajas reservas de agua en el perfil. Sólo ocurrieron lluvias de importancia en la segunda quincena de octubre hacia el sur y este de la provincia, lo cual, si bien no fueron totalmente oportunas, amortiguó el estrés del cereal.

Para analizar la falta de agua puede utilizarse el Índice de Precipitación Estandarizado (SPI, por sus siglas en inglés). Este índice cuantifica específicamente la intensidad de la sequía meteorológica o déficit de precipitación, comparando el total de precipitaciones para el período de interés con la distribución histórica de precipitaciones para ese intervalo. Los valores de SPI son el número de desvíos estándar en que la lluvia observada difiere del valor medio de precipitación para la escala temporal seleccionada. Los valores positivos/negativos indican que la precipitación es mayor/menor que la mediana.

En los siguientes mapas puede observarse la evolución del SPI a lo largo del ciclo del cultivo y, en particular, la falta de precipitaciones que tuvo lugar entre agosto y octubre 2023, meses en los cuales el trigo atravesaba su etapa crítica de definición de rendimientos.

La cosecha de trigo en la campaña 2023/24 marcó valores de avances en la labor máximos históricos en la provincia. Debido a las condiciones de estrés mencionadas, aunque principalmente a causa de temperaturas anormalmente elevadas para la época invernal, el ciclo del trigo se acortó respecto a otros años, repercutiendo en el avance de las labores de trilla.

Fuente: Bolsa Cereales de Córdoba

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