El Tratado de Libre Comercio entre Nueva Zelanda y China: una relación comercial a pesar de las diferencias ideológicas

La relación comercial entre China y Nueva Zelanda es un ejemplo de cómo las diferencias ideológicas no son un obstáculo para establecer acuerdos comerciales sólidos. A pesar de ser dos países con sistemas políticos y económicos diferentes, China, considerada “comunista”, se ha convertido en el mayor socio comercial de Nueva Zelanda, un país “capitalista”.

En abril de 2008, los líderes de ambos países firmaron el Acuerdo de Libre Comercio entre Nueva Zelanda y China, marcando un hito en las relaciones comerciales bilaterales. Este acuerdo, resultado de 15 rondas de negociaciones a lo largo de tres años, convirtió a Nueva Zelanda en el primer país desarrollado en establecer un TLC con China. El acuerdo tenía como objetivo la eliminación gradual de los aranceles sobre el 96% de las exportaciones de Nueva Zelanda a China.


Se estimaba que esto aumentaría los ingresos por exportaciones de Nueva Zelanda entre 180 y 280 millones de dólares estadounidenses al año. En enero de 2021, Nueva Zelanda logró mejorar aún más el acuerdo, centrándose en los productos lácteos, uno de sus principales sectores de exportación. A partir del 1 de enero de 2024, los productos lácteos neozelandeses podrán ingresar al mercado chino libre de impuestos, lo que eliminará los aranceles acordados en el TLC. Se espera que esta eliminación total de aranceles genere ingresos adicionales de aproximadamente 350 millones de dólares neozelandeses al año.

China se ha convertido en el mayor socio comercial de Nueva Zelanda, con un comercio bilateral que superará los 40.000 millones de dólares neozelandeses en 2022. Durante los últimos tres años, Nueva Zelanda ha exportado en promedio 1,4 millones de toneladas de productos lácteos a China, con un valor aproximado de 8 mil millones de dólares neozelandeses. Este ejemplo demuestra que los acuerdos de libre comercio pueden ser una herramienta efectiva para aumentar las exportaciones y la competitividad internacional de un país.

Es importante que Argentina también busque establecer acuerdos similares para impulsar su economía y abrir nuevas oportunidades comerciales en el mercado global. Aunque pueda llevar tiempo, el camino hacia la recuperación y el crecimiento económico pasa por la firma de acuerdos de libre comercio que eliminen los aranceles y promuevan la competitividad internacionalmente.

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