La industria láctea argentina está atravesando una crisis profunda, especialmente en el sector primario de los tambos. Según un informe del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA), los establecimientos de ordeñe cerraron el año pasado con una pérdida mensual de $ 62.000 millones.
Esto representa un problema grave, ya que los tambos cobraron cerca de $ 200 por litro, mientras que necesitarían $ 265 para cubrir sus costos y obtener rentabilidad. El informe también revela que el precio de la leche al productor aumentó un 194,8% el año pasado, mientras que los valores en la salida de fábrica y en las góndolas aumentaron un 241,9% y un 251,9%, respectivamente.
Como resultado, los tamberos han perdido participación en la conformación final del precio de la leche. En este contexto, el OCLA sugiere que una posible solución podría ser un aumento en el precio de la leche al productor, debido a la devaluación, la alta inflación y la mejora en el sector externo.
- Los tambos cerraron 2023 con fuertes pérdidas
- El impacto de las retenciones en el campo argentino
- El Gobierno da marcha atrás con el aumento de las retenciones
- Retenciones al maíz y girasol, otros cultivos que pierden renta y competitividad
Esto permitiría que las participaciones relativas se acerquen a los valores históricos y mejoren los resultados del sector. Por otro lado, la Cámara de Productores de Leche de la Cuenca Oeste de Buenos Aires (Caprolecoba) destaca la importancia de las exportaciones como una posible salida a esta crisis.
Aunque la producción de leche cerró el año pasado con una caída del 2% en comparación con 2022, las exportaciones han aumentado un 14% tanto en volumen como en valor.
El tipo de cambio más competitivo, la eliminación de retenciones a los lácteos y el aumento de la demanda externa han contribuido a este crecimiento.
En resumen, la situación actual de la producción de leche en Argentina es preocupante. Los tambos están enfrentando pérdidas significativas y necesitan un aumento en el precio de la leche al productor para cubrir sus costos y tener rentabilidad. Además, las exportaciones pueden jugar un papel importante en la recuperación de la industria láctea.