El Gobierno empieza a mirar cada vez con mayor preocupación los efectos del clima sobre algunas producciones. La sequía afecta cada vez más a los granos, a tal punto que las últimas estimaciones ya hablan de pérdidas de ingresos cercanos a los u$s4.800 M, solo considerando la menor cosecha de trigo.
Para este cereal, mientras el verano pasado se habían levantado unas 23 M/t, la falta de agua provocará esta temporada una cosecha que apenas sume unas 11 M/t. A esta merma habrá que sumarle las que seguramente registren el maíz y la soja, los principales cultivos de verano.
David Miazzo, economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en declaraciones al diario El Cronista, sostuvo que “todavía no conocemos el impacto que tendrá la sequía sobre el maíz y la soja, que de hecho se sembraron muy tarde, porque no había humedad para hacerlo. La esperanza era poder realizarlo, al menos en enero-febrero, pero las previsiones son que hasta febrero continuaría la sequía, por lo que el impacto también se podría dar en estos cultivos”, dijo.
Dudas. Al respecto, agregó que “esto sería en aquellos lugares donde los productores decidan hacerlo, porque la realidad es que febrero puede no ser lo más atractivo. Esto se traducirá en menor superficie sembrada y menores rindes. Pero hoy realizar cálculos en cuanto a un menor ingreso es muy complicado”, admitió. Según las primeras estimaciones, los granos aportarían este año u$s 40.000 M por exportaciones, aunque estas proyecciones ya están en duda.
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Por otra parte, la menor producción agrícola se traducirá en menor oferta de materias primas alimenticias básicas, lo que podría generar un incremento en los costos finales de algunos productos. Al tratarse de cuestiones climáticas, el Gobierno entiende que no puede hacer mucho, aunque sí estará atento a los movimientos de alimentos de la canasta básica como la carne, el pan o la leche.
Según datos de FADA, la incidencia del precio de los productos primarios -como el trigo y el maíz- sobre los valores finales no es alto, pero desde el Gobierno vuelvan a apuntar sobre “los especuladores”, que intentan sacar provecho de cualquier movimiento de precios.
Trigo. La incidencia del trigo en el pan es del 13%, aunque según indicó FADA este producto aumentó $118 y su valor subió 59%, en los últimos 6 meses. “Aumentó por efecto del trigo $16 y por otros factores $102”, precisó.
Miazzo explicó que en el caso del trigo se podría dar una complejidad extra ya que, a la reducción de la producción, se le deberán sumar algunos compromisos de exportaciones, que ya habían tomado algunos productores, previendo un volumen del cereal mayor al que finalmente habrá.
Maíz. El caso de este grano, en cambio, es diferente. Se utiliza mayoritariamente para alimentar cerdos, pollos, novillos de “feedlot” y vacas lecheras, y tiene una incidencia variada, según cada producción animal.
En los pollos, incide en el 20% del precio del producto final; en la leche, 10%, y en la carne vacuna, 7%. En estas producciones, los problemas de abastecimiento y de eventual suba de precios del maíz se podrían dar, sobre todo entre febrero y marzo, cuando se notará una merma importante en su oferta.
