Octubre comienza con aumentos de naftas y gasoil

Desde hoy, se actualizarán los valores de los combustibles líquidos en todo el país, que afectarán los precios de las distintas calidades de naftas y gasoil.

Según estimaciones de Energy Consilium, la consultora especializada dirigida por el ex ministro del área, Juan José Aranguren, la suba será de $ 4,90 por litro en la nafta y de $ 3,20 en el gasoil que, para el caso de YPF, en CABA implican incrementos, en los valores al público, de entre 1,7% y 3,7%, según el tipo y calidad de combustible de que se trate.

Estas subas se dan, en principio, por la aplicación de los incrementos al Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC), que el Gobierno mantenía congelado hace más de un año. Pero, además, las refinadoras quieren recomponer sus márgenes de rentabilidad.

Necesidad. Esta es una necesidad imperiosa para las empresas integradas -las que extraen, refinan y venden al público como YPF y Pan American Energy (Axion)- para financiar sus millonarios proyectos de inversión en los yacimientos de Vaca Muerta (Neuquén) y Golfo San Jorge (Chubut).

Según un ejecutivo del sector citado por el diario El Cronista, las compañías quieren aplicar un aumento del 14% por sobre la mencionada suba de los impuestos. La decisión final corresponderá a YPF, la empresa que tiene entre el 55 y 60% de las ventas en estaciones de servicio y que hace punta siempre que se ajustan los combustibles, luego de lo cual el resto de las banderas ajustan sus precios en sus redes de distribución minorista. No obstante, la necesidad de las petroleras, se estima que el alza en boca de surtidores será menor y rondaría entre el 10% a 12%.


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Menos que la inflación. Fuentes de la industria recordaron que “el precio por litro de la nafta súper, en YPF, aumentó 45,5% en lo que va del año, frente a una inflación acumulada hasta agosto de 56,4%” y que, en septiembre podría llegar al 65%, o sea cerca de 20 puntos porcentuales menos que el Índice de Precios al Consumidor que calcula el INDEC. A ese dato, agregan que “además, el Estado le dio a los productores de bioetanol, el biocombustible que se mezcla con la nafta, un incremento de 58,6%”.

Respecto de la actualización impositiva que dispara, en principio, el aumento al público que operará hoy, implica a una suba de 25,3%, correspondiente a la inflación del primer semestre de 2021.

Norma. Al respecto, el decreto 561/2022, establece que, en enero de 2023, el Estado nacional sumará a su recaudación la evolución de los precios de la segunda mitad de 2021 y los 3 primeros trimestres del corriente ejercicio, lo que agregaría unos $24 más al litro de nafta y $17 más al de gasoil, a menos que se cambie el método de actualización o se postergue una parte de su aplicación.

“Los ingresos estimados por los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono ascienden a $ 757.911,6 M, creciendo 86,6% respecto de 2022. La variación se explica, principalmente, por las actualizaciones de las sumas fijas para determinar el impuesto y por las estimaciones de mayores litros vendidos. El monto de este impuesto equivale a 0,5% del Producto Interno Bruto (PIB) y es levemente superior a lo que se espera recaudar por el Impuesto a los Bienes Personales y similar a la expectativa de recaudación de impuestos internos coparticipados”, destacó Energy Consilium.

Pérdida fiscal. Los impuestos a los combustibles recaudaron, en los primeros 8 meses de 2022, $258.695 M, 21,6% más que en igual período de 2022 en términos corrientes; es decir, una enorme pérdida real, si se considera el incremento inflacionario según reconoce la propia AFIP.

En este año y medio, el Estado perdió de recaudar el equivalente a unos USD1.800 M por postergar las actualizaciones de impuestos, analizó el especialista Nicolás Arceo, en un informe preparado para la consultora Economía & Energía.

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