Las empresas agroexportadores aseguraron que comenzaron a utilizar el mecanismo que creó el Gobierno para impulsar la liquidación de divisas y sumar así reservas en el Banco Central. El Gobierno estima así poder recaudar unos USD 1.000 M por esta vía.
Mediante un comunicado, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informaron que “las primeras operaciones de cuentas especiales y corresponsales en dólares para prefinanciaciones y anticipos basadas en las últimas circulares del Banco Central han tenido un balance positivo”.
Y agregaron que “si bien aún se encuentran ciertos inconvenientes en los bancos para abrir las cuentas especiales en dólares, este esquema va a continuar siendo utilizado por los exportadores en el futuro”.
El Gobierno inició negociaciones con las agroexportadoras al inicio de la gestión de Sergio Massa en el Ministerio de Economía, Producción y Agricultura. Las proyecciones iniciales del equipo económico rondaban los USD 5.000 M, que liquidarían esas empresas en un plazo de 60 días. Pero su primera expectativa acordada con CIARA-CEC, mediante el uso de las cuentas especiales para tal fin, se estima en USD 1.000 M iniciales que ingresarían en las arcas de la autoridad monetaria.
Para asegurarse el ingreso de divisas, el Gobierno instrumentó un esquema para incentivar el ingreso de divisas. Uno había sido creado durante el breve paso de Silvina Batakis por el Palacio de Hacienda, a través de un sistema que le permitía, a los productores, vender sus granos y, con esos pesos, poder acceder, en un 30%, a dólares de libre disponibilidad y, en un 70%, poder depositarlos en una cuenta que protege a esa inversión ante un eventual salto cambiario.
Burocracia. Tras su primera reunión con la Mesa de Enlace, la semana pasada, el Gobierno anunció que buscaría redefinir algunos aspectos de ese mecanismo, que los chacareros consideraron muy burocrático y con trabas que impedían su funcionamiento.
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El segundo punto, anunciado por la gestión Massa, fue una cuenta en dólares para que los exportadores depositen sus divisas obtenidas por operaciones de comercio exterior, con la posibilidad de contar con un interés, pagado por una letra en dólares que el Banco Central licitó este miércoles con entidades financieras. La tasa determinada en esa compulsa será la que obtendrán como compensación los exportadores y que, espera el equipo económico, incentive la liquidación de divisas.
Este mecanismo se podrá poner en marcha por una cuenta especial que ya existe desde 2014, para adelanto de prefinanciaciones y por otra, creada a principios de este mes desde el Central, detallaron las fuentes oficiales.
En la comunicación 7570 del Central se ampliaron los plazos para efectuar las liquidaciones a cambio de esta prefinanciación. “Los anticipos, prefinanciaciones y postfinanciaciones del exterior deberán ser ingresadas en el mercado de cambios dentro de los 5 (cinco) días hábiles de la fecha de cobro o desembolso en el exterior, contando con un plazo adicional de 10 (diez) días corridos para concretar su liquidación en el mercado de cambios. El plazo para ingresar y liquidar este tipo de operaciones se ampliará a 180 (ciento ochenta) días corridos de la fecha de cobro o desembolso en el exterior”, indica la norma del Banco Central.
Energía y reservas. En el Banco Central creen que lo que resta de agosto será la última prueba exigente en el frente cambiario, ya que será el último período de fuertes importaciones de energía. En este sentido, en los últimos días, la autoridad monetaria retomó el camino de recomposición de reservas con compras de dólares en el mercado.
En el Central, aún manejan otras opciones que explora el equipo económico para reforzar las reservas netas. Por un lado, la firma eventual de un préstamo repo por parte de bancos internacionales, que extraoficialmente se calculó en unos USD 2.500 M como tope. Y por otro, los desembolsos de organismos internacionales de crédito.
