Panorama Agrícola Semanal

La semana en la que el USDA volvió a reducir las existencias de granos gruesos en los Estados Unidos terminó con ligeras subas para la soja y con bajas para el maíz y para el trigo. Con fuertes ventas y toma de ganancias el miércoles, los fondos de inversión tuvieron mucho que ver en la debilidad relativa de las cotizaciones durante este segmento comercial que, además, sumó como condicionantes de la firmeza las mejores perspectivas productivas en Brasil, pero, fundamentalmente, en la Argentina, sobre todo luego del sorpresivo incremento de las previsiones de cosechas de soja y de maíz publicado el jueves por la Bolsa de Comercio de Rosario. Para el trigo, la intención de los productores rusos de desprenderse de todo el grano posible antes del progresivo incremento de los aranceles que entrarán en vigor el lunes volvió a resultar un fundamento bajista para las cotizaciones internacionales del grano fino. En el nivel local, con la excepción del maíz, que no logró terminar la semana con saldo positivo, en el Matba Rofex hubo leves subas para los precios de la soja y del trigo. Actualmente, los valores vigentes para el tiempo de la cosecha de granos gruesos siguen resultando positivos y continúan invitando al diseño de estrategias comerciales flexibles, que no dejen escapar la chance de fijar pisos elevados para la producción esperada luego de las buenas lluvias de finales de enero y principios de febrero.

Indicadores exógenos que impactan sobre los precios

  Viernes 12 Viernes 5 Variación en %
Petróleo 59,47 56,85 +4,61
Dólar/Euro 1,2120 1,2047 +0,61
Real/Dólar 5,3698 5,3553 +0,27
Peso/Dólar* 88,34 87,80 +0,62

* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación.

SOJA

La soja argentina con entrega inmediata logró terminar la semana estable, con propuestas de las fábricas que se mantuvieron en 330 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario. Por efecto de la devaluación del peso, la transición en la moneda local del valor de la soja fue de 28.974 a 29.152 pesos por tonelada, registro que, como se verá a continuación, quedó debajo de la capacidad de pago de la industria.

Para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agricultura de la Nación en $ 30.523, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial, el miércoles, fue fijado en 30.508 pesos. En el cierre de semana, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera exportadora en 347,80 dólares por tonelada, equivalentes a 30.766 pesos. El valor FOB del poroto de soja en los puertos argentinos pasó de 555 a 550 dólares por tonelada; el del aceite, de 1042 a 1052 dólares, y el de la harina, de 483 a 474 dólares por tonelada, según los datos publicados por Agricultura. En el Golfo de México la variación semanal del FOB del poroto de soja fue de 533 a 534,56 dólares por tonelada.

También cerró casi sin variantes la soja de la próxima cosecha para las entregas entre abril y mayo. En efecto, para el Gran Rosario las ofertas pasaron de 320/322 a 318/323 dólares por tonelada, mientras que para Bahía Blanca y para Necochea se mantuvieron en 318 y en 315 dólares por tonelada, respectivamente.

En el Matba Rofex el saldo semanal fue ligeramente alcista para la soja, con subas del 0,77 y del 0,12% para los contratos marzo y mayo, cuyos ajustes pasaron de 324,50 a 327 y de 322,60 a 323 dólares por tonelada. Este nivel de precios para la nueva cosecha y las mejores perspectivas productivas planteadas en su informe mensual por la BCR –como se verá a continuación– siguen reclamando acción –y a voz alzada– para diseñar estrategias comerciales que fijen pisos elevados y que habiliten la posibilidad de usufructuar alzas aún mayores en las cotizaciones.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 10 de febrero y el 1º de marzo deben salir desde el Gran Rosario 1.280.530 toneladas de harina y 110.834 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 14.000 toneladas de aceite, y desde Necochea, 54.000 toneladas de harina.

Respecto de los cultivos, la BCR sorprendió el jueves al elevar de 47 a 49 millones de toneladas su previsión sobre el volumen de la cosecha de soja argentina 2020/2021 en su informe mensual de estimaciones agrícolas. En el trabajo técnico destacó que las oportunas lluvias de fines de enero “desbarataron los efectos de una gran ola de calor y pusieron punto final a una sequía que venía condicionado al cultivo desde sus inicios en la franja central del país. Las buenas a muy buenas condiciones de la soja de primera y de segunda permiten estimar un rinde promedio nacional de 29,2 quintales por hectárea, esto es casi un quintal más que el promedio nacional de los últimos 8 años, cuando hasta hace un mes se proyectaban rindes por debajo de la media”. Agregó que el inesperado caudal de las lluvias de fines de enero y de principios de febrero le dio un vuelco a la campaña de soja: “La franja central dejó atrás la falta de agua y ahora con excelentes reservas en los suelos el cultivo atraviesa sus etapas críticas sin limitantes ni estrés. El impacto ha sido contundente en el cambio de la condición del cultivo en Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y en el norte de Buenos Aires. Y aparte, se afirmaron las buenas condiciones de crecimiento en el norte de Argentina”. Al proyectar niveles de rindes zonales, la BCR indicó que Santa Fe encabeza las expectativas, con la previsión de un promedio de 34 quintales por hectárea. Un escalón por debajo le siguen Córdoba y Buenos Aires, con 32,1 y con 29 quintales, respectivamente. “Se trata de muy buenas marcas, más aún en el contexto de falta de agua que dominó gran parte del desarrollo. Respecto al año pasado, Santa Fe está en el mismo nivel de rinde, Córdoba, apenas por debajo del año pasado en 1,1 quintales y para Buenos Aires la diferencia es de 1,4 quintales. Pero aún los rindes tienen buenas chances de mejorar si las lluvias acompañan al cultivo en los próximos 15 a 20 días”. Por último, la entidad explicó que son numerosos los lotes que este año se sembraron más tarde y que, en las actuales condiciones, ahora tienen más chances productivas. “Se destacan las excelentes posibilidades que tiene la soja de segunda, algo que resultaba impensable un mes atrás, cuando los cuadros perdían plantas por la falta de agua”.

Por su parte, también el jueves, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) indicó que las lluvias relevadas sobre el centro del área agrícola durante el inicio del presente mes mejoran la condición del cultivo. “A la fecha, un 25% de los cuadros de la región se encuentran atravesando estadios críticos de fin de formación de vainas (R4). Paralelamente, la ausencia de precipitaciones sobre los extremos norte y sur del país, demora el desarrollo del cultivo mientras los cuadros de soja de primera más adelantados se encuentran en su periodo crítico de diferenciación y formación de vainas (R3/R4)”. La entidad mantuvo su proyección de cosecha en 46 millones de toneladas.

El USDA mantuvo el martes sin cambios su previsión sobre el volumen de la cosecha argentina de soja, en 48 millones de toneladas. En cuanto a las exportaciones proyectadas por el organismo para el complejo sojero de la Argentina, las ventas de poroto de soja fueron sostenidas en 7 millones de toneladas; las de harina, elevadas de 26,30 a 26,70 millones, y las de aceite, de 5,65 a 5,75 millones de toneladas. Cabe señalar que el USDA elevó de 4 a 4,50 millones de toneladas el volumen de las importaciones argentinas de poroto de soja.

A las leves bajas de la semana anterior, ahora el mercado de soja estadounidense le respondió con subas muy ligeras para las cotizaciones de la oleaginosa en la Bolsa de Chicago, en la previa de un fin de semana largo por la celebración, el lunes, del Día de los Presidentes en los Estados Unidos. En efecto, las posiciones marzo y mayo sumaron un 0,38 y un 0,40%, tras variar de 502,19 a 504,12 y de 501,83 a 503,85 dólares por tonelada.

Este resultado levemente alcista luego de una semana muy volátil, con fuertes ventas desde el sector especulador el miércoles, en otro episodio de retiro de ganancias, fue producto de la lógica más elemental si de fundamentos propios del mercado agrícola se ha de hablar. Tras el nuevo recorte en las existencias finales estadounidenses 2020/2021 proyectado el martes por el USDA en su informe mensual, el remanente con que arrancará la campaña 2021/2022 estará entre los más bajos históricos, lo que acentuará la presión sobre el próximo resultado productivo en los Estados Unidos y exacerbará la usual volatilidad durante el clásico mercado climático, que este año comenzará bien temprano, con el inicio de las siembras, en abril.

En virtud de esto último, así están los suelos del Medio Oeste, con déficits importantes de humedad en Minnesota y en medio Estado de Iowa, según el último mapa de monitoreo de la sequía del Centro Nacional de Mitigación de la Sequía:

Cabe tener en cuenta que entre el jueves y el viernes el USDA celebrará su clásico Foro Anual, donde los técnicos del organismo brindarán sus primeras previsiones sobre la campaña estadounidense 2021/2022, con los datos clave sobre la intención de siembra, donde el partido entre la soja y el maíz se presenta de lo más disputado para dirimir quién suma más tierras.

De vuelta a lo que dejó el mercado en la semana, además de la toma de ganancias de los fondos, atentaron contra el cierre alcista las mejores perspectivas anteriormente citadas para la producción argentina de soja; el progreso de la cosecha en Brasil, pese a sus demoras, y el largo receso comercial en el que entró China hasta el 17, por la celebración del Año Nuevo Chino.

En el detalle del reporte oficial para las variables estadounidenses 2020/2021, el USDA mantuvo en 112,55 millones de toneladas el volumen de la cosecha de soja; en 950.000 toneladas las importaciones; en 59,87 millones la molienda, y en 63,29 millones el uso total, pero, como se preveía, elevó de 60,29 a 61,24 millones de toneladas su proyección sobre las exportaciones de poroto de soja. Con ese movimiento, el stock final fue calculado en 3,25 millones de toneladas, por debajo de los 3,80 millones de enero y de los 3,35 millones previstos por los operadores. Así, las existencias finales se mantienen en el nivel más bajo desde el ciclo 2013/2014.

Y pese a que el mercado esperaba algún recorte sobre la oferta sudamericana –aunque fuera marginal–, el USDA mantuvo el martes en 133 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de soja de Brasil, al igual que sus exportaciones, en 85 millones. No hubo mejor suerte el jueves, cuando la Conab elevó su estimación de 133,69 a 133,82 millones de toneladas. El organismo brasileño señaló que las exportaciones de poroto de soja deberían superar los 85,60 millones de toneladas.

En el nivel mundial el USDA estimó las existencias finales en 83,36 millones de toneladas, frente a los 84,31 millones del reporte anterior y a los 83,30 millones previstos por los privados. De este modo, la presente sería la segunda campaña consecutiva con existencias finales de soja en baja. Desde los 112,80 millones de toneladas del ciclo 2018/2019 se pasó a 94,85 millones en 2019/2020, y, ahora, a 83,36 millones de toneladas.

En su reporte semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos, el jueves el USDA relevó ventas de poroto de soja por 804.700 toneladas, levemente por debajo de las 824.000 toneladas del informe precedente, pero por encima del rango calculado por los privados, que fue de 300.000 a 750.000 toneladas. Así, el volumen comprometido del ciclo comercial actual subió hasta los 59,46 millones de toneladas y es equivalente al 97,10% de la nueva meta de exportaciones para la campaña en curso, a más de seis meses de su cierre.

MAÍZ

El saldo semanal fue negativo para los precios del maíz argentino, con ofertas de los exportadores que descendieron de 215 a 210 dólares por tonelada (de 18.877 a 18.551 pesos) para los puertos de Bahía Blanca y de Necochea, y de 206 a 200 dólares por tonelada para las terminales del Gran Rosario.

Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por Agricultura en $ 17.495, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 17.440 pesos. El valor FOB del maíz en los puertos argentinos pasó de 249 a 244 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura. En el Golfo de México, el FOB del cereal pasó 252,16 a 247,15 dólares por tonelada.

El resultado de la semana también fue adverso para el maíz de la nueva cosecha, para las entregas entre marzo y abril, con bajas en las propuestas de 208 a 200 dólares por tonelada para el Gran Rosario y de 215 a 210 dólares por tonelada para Bahía Blanca y para Necochea.

En sintonía con Chicago, fue negativo el saldo semanal en el Matba Rofex, donde los ajustes de las posiciones marzo y abril del cereal resignaron un 1,93 y un 1,55%, al pasar de 207 a 203 y de 206,50 a 203,30 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 10 de febrero y el 1º de marzo deben salir desde el Gran Rosario 358.000 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 262.940 toneladas, y desde Necochea, 52.911 toneladas.

En cuanto a los cultivos, igual que en el caso de la soja, el jueves la BCR sorprendió al elevar de 46 a 48,50 millones de toneladas su proyección sobre el volumen de la cosecha de maíz argentino 2020/2021, luego de incrementar el rinde promedio nacional de 75,5 a 79,6 quintales por hectárea. “Es destacable el estado de los cultivos tardíos en Córdoba y en el centro y norte de Santa Fe. Las expectativas del maíz en la Argentina van en suba. Aparte del impacto en el desarrollo de los tardíos y los de segunda, las últimas lluvias fueron también capitalizadas por las siembras tempranas pero de fechas más tardías. Incluso también por cuadros implantados en fecha, porque a pesar de los problemas de espigas mal granadas que han tenido, ahora, sin limitaciones hídricas, maximizarán el peso de los granos”, explicó la entidad. Para la provincia de Córdoba ahora se sumaron 7 quintales a la proyección de enero y la cifra subió hasta los 87,8 quintales por hectárea. “Santa Fe se mantiene liderando el pelotón de la productividad unitaria, con 92,5 quintales por hectárea, tras una mejora mensual de 5 quintales. Buenos Aires y La Pampa son de las pocas provincias que por ahora caen respecto del mes pasado, pero se tratan de ajustes poco significativos”, dijo la BCR.

También el jueves, la BCBA señaló que desde el informe previo, las temperaturas máximas moderadas y las lluvias relevadas durante febrero mantienen el estado del cultivo. “Las labores de cosecha se concentran en las provincias de Entre Ríos y de Santa Fe sobre lotes tempranos. Los rindes recolectados se encuentran por debajo de las expectativas iniciales producto del déficit hídrico registrado durante el período crítico. La estimación de producción de maíz con destino grano comercial para la campaña 2020/2021 se mantiene en 46 millones de toneladas”.

En su informe mensual, el martes el USDA mantuvo sin variantes sus previsiones sobre la Argentina, con una cosecha de maíz de 47,50 millones de toneladas y con exportaciones por 34 millones.

Fue negativo el balance de la semana para los precios del maíz en la Bolsa de Chicago, donde los ajustes de las posiciones marzo y mayo perdieron un 1,77 y un 2,01%, luego de pasar de 215,93 a 212,10 y de 215,54 a 211,21 dólares por tonelada. Más allá de las fuertes ventas de los fondos de inversión especuladores durante la rueda del miércoles –liquidaron 55.000 contratos–, el principal factor de presión bajista, siempre dentro de valores que se mantienen como los más altos desde mediados de julio de 2013, fue el recorte menor al previsto por los operadores de las existencias finales en el informe mensual del USDAAdemás, contribuyeron con el movimiento bajista las mejores perspectivas para el maíz en la Argentina y en Brasil.

En el repaso del informe del martes, en cuanto a las cifras estadounidenses, el USDA mantuvo el volumen de la cosecha de maíz en 360,25 millones de toneladas; el uso forrajero en 143,52 millones, y el uso total, en 305,45 millones, con 125,73 millones derivados a la industria del etanol. Los cambios aparecieron recién en la columna de las exportaciones, con un incremento de 64,77 a 66,04 millones de toneladas, y en la de las existencias finales, con una merma de 39,42 a 38,15 millones de toneladas. Ese último fue el dato del conflicto, dado que los privados calculaban un stock de 35,36 millones porque, además, esperaba ver un incremento más importante de las exportaciones. Pese a estas diferencias, al igual que en el caso de la soja, el stock remanente se mantiene en el nivel más bajo desde la campaña 2013/2014.

Donde no defraudó el informe del USDA fue en el cálculo sobre las importaciones chinas de maíz, que fueron elevadas de 17,50 a 24 millones de toneladas. Ahora China ya no sólo es el principal comprador mundial de poroto de soja, sino que también lo es de maíz, luego de haber adquirido apenas 7,60 millones de toneladas en la campaña precedente.

Respecto de Brasil, el USDA mantuvo sin cambios su estimación sobre la producción de maíz, en 109 millones de toneladas, al igual que la valoración de las exportaciones, en 39 millones. El jueves, la Conab elevó de 102,31 a 105,48 millones de toneladas su cálculo sobre la producción total de maíz brasileño y sostuvo en 35 millones el saldo exportable.

En el nivel mundial el USDA estimó las existencias finales en 286,53 millones de toneladas, por encima de los 283,83 millones del reporte anterior y lejos de los 279,79 millones previstos por los privados. No obstante, la presente sería la cuarta campaña consecutiva con existencias finales mundiales de maíz en baja. Desde los 351,96 millones de toneladas del ciclo 2016/2017 se pasó a 340,76 millones en 2017/2018; a 320,04 millones en 2018/2019; a 303,01 millones en 2019/2020, y, ahora, a 286,53 millones de toneladas.

Por último, después del inusual registro de ventas semanales reportado por el USDA para el segmento del 22 al 28 de enero, con 7.436.500 toneladas, el organismo retornó a valores más lógicos y para el período del 29 de enero al 4 de febrero relevó negocios con maíz 2020/2021 por 1.448.600 toneladas, un volumen que superó el rango previsto por los operadores, que fue de 800.000 a 1.400.000 toneladas. Japón y México concentraron la mayor parte de las operaciones. Ahora, los 57,56 millones de toneladas comprometidos son equivalentes al 87,16% del nuevo objetivo planteado por el USDA en su informe del martes.

Como se señaló en el espacio de la soja, entre el jueves y el viernes los técnicos del USDA darán sus primeras proyecciones sobre la campaña 2021/2022 durante el Foro Anual del organismo. En las tarjetas, el maíz aparece como el favorito para ganar territorio sobre el Medio Oeste, pero el partido recién empieza y todavía pueden sucederse muchas incidencias.

TRIGO

El trigo disponible terminó la semana sin cambios en la zona del Gran Rosario, donde las ofertas de los exportadores se mantuvieron en 215 dólares por tonelada, que por efecto de la devaluación diaria implicó un tránsito de 18.877 a 18.993 pesos. Para los puertos del sur el saldo semanal fue negativo, dado que las propuestas cayeron de 220 a 210 para Bahía Blanca y de 205 a 200 dólares por tonelada para Necochea.

Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por Agricultura en $ 19.564, mientras que para el inicio de la nueva semana comercial fue fijado en 19.361 pesos. El valor FOB del trigo en los puertos argentinos pasó de 273 a 270 dólares por tonelada, según lo publicado por Agricultura. El valor FOB del trigo pan en el Golfo de México pasó 294,02 a 287,21 dólares por tonelada.

El saldo semanal en el Matba Rofex fue ligeramente positivo para el trigo, con mejoras del 0,23 y del 0,85% para los contratos marzo y julio, cuyos ajustes pasaron de 221,50 a 222 y de 223,60 a 225,50 dólares por tonelada.

En su informe semanal sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 10 de febrero y el 1º de marzo deben salir del Gran Rosario, 355.000 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 90.700 toneladas; desde Necochea, 82.122 toneladas, y desde otros puertos, 90.000 toneladas

Para la Argentina, el martes el USDA redujo su estimación sobre la cosecha de trigo de 17,50 a 17,20 millones de toneladas y las exportaciones, de 12 a 11,50 millones. El dato de producción quedó en línea con la proyección del Ministerio de Agricultura de la Nación, no así el cálculo de las ventas externas, que el organismo local prevé en 10 millones de toneladas.

Los precios del trigo cerraron en baja por segunda semana consecutiva en los Estados Unidos. En efecto, las posiciones marzo y mayo en la Bolsa de Chicago perdieron un 0,70%, tras pasar de 235,62 a 233,97 y de 237,27 a 235,62 dólares por tonelada. En Kansas, los mismos contratos del cereal resignaron un 1,36 y un 1,19%, luego de variar de 229,74 a 226,62 y de 231,49 a 228,73 dólares por tonelada.

Entre los factores que prolongaron la caída de las cotizaciones del trigo estadounidense vuelve a aparecer Rusia, donde la inminente imposición de aranceles a las exportaciones comenzó a repercutir sobre los precios propuestos por la exportación a los vendedores rusos, que se encuentran ante la amarga disyuntiva de convalidar estas primeras bajas y desprenderse de todo el grano 2020/2021 posible, con impuestos que desde el lunes serán de 25 euros por tonelada, o resignarse a aceptar quitas mayores desde marzo, cuando los aranceles suban hasta los 50 euros, o a ver pérdidas aún peores desde el inicio de la campaña 2021/2022, cuando entrará en vigor un impuesto flotante más oneroso.

Andrey Sizov, director de la consultora rusa SovEcon, explicó el jueves en la publicación VTimes que el arancel para la nueva campaña del trigo, que se inicia el 1º de julio, será del 70% de la diferencia entre el precio de exportación y 200 dólares. “Con el precio de exportación actual en la región, de 300 dólares por tonelada, el impuesto ascendería a 70 dólares por tonelada”. Y explicó: “Es importante agregar que estos derechos afectarán no solo a los productores cuyo grano se exporta. No hay precios separados para los mercados de exportación y nacionales; para los agricultores, en la mayoría de los casos los precios están determinados por la paridad de exportación, es decir, el nivel al que es posible exportar cereales de esta región. Por ejemplo, con un precio de exportación de 300 dólares por tonelada, el precio en el sur de Rusia fue de aproximadamente 270 dólares por tonelada y en la región de Chernozem –zona núcleo por productividad–, de 250 dólares, basado en costos logísticos de 30 y de 50 dólares por tonelada, respectivamente. Con una tarifa de 70 dólares, un agricultor de Kuban recibirá 200 dólares por tonelada y uno de Kursk, 180 dólares. No importa a quién venda su grano el agricultor, sea al exportador o al molinero”.

Está claro que si bien en el corto plazo estos aranceles resultan un factor bajista para los precios internacionales, dado el cuello de botella que podría darse en las próximas semanas con ventas masivas, para el mediano/largo plazo resultaría alcista, por la falta de estímulo que tendrá la siembra de trigo y el uso de tecnología para los cultivos. En rigor, la siembra de invierno ya está en la tierra, pero los primeros síntomas de siembras en retroceso podrían verse con las labores de primavera, en los próximos meses.

En cuanto al reporte mensual del USDA, en su repaso de las variables comerciales 2020/2021 en los Estados Unidos no introdujo cambios, por lo que mantuvo la previsión de existencias finales en 22,76 millones, frente a los 22,70 millones previstos por los privados.

Tampoco hubo cambios para Rusia, dado que la producción y las ventas externas fueron mantenidas en 85,30 y en 39 millones de toneladas.

Quizá, la novedad más relevante del espacio del trigo en el informe mensual del USDA haya sido la confirmación de China entre los importadores más importantes, dado que el organismo elevó de 9 a 10 millones de toneladas la previsión de sus compras en el actual ciclo, un volumen que supera los 5,38 millones comprados en la campaña anterior y que sube a China al podio de los importadores, sólo detrás de Egipto y de Indonesia. Además, el organismo redujo de 158,93 a 154,93 millones de toneladas las existencias finales chinas.

En el nivel mundial el USDA estimó las existencias finales de trigo en 304,22 millones de toneladas, bastante por debajo de los 313,19 millones del reporte anterior y de los 312,86 millones previstos por los privados. En ese recorte mucho tuvieron que ver las caídas proyectadas de los stocks de China, como se indicó en el párrafo anterior, y en la India, de 31,32 a 27,50 millones de toneladas. Pero pese a ese brusco recorte, la presente sería la segunda campaña consecutiva con existencias finales mundiales de trigo en alza. Desde los 283,16 millones de toneladas del ciclo 2018/2019 se pasó a 300,10 millones en 2019/2020, y, ahora, a 304,22 millones de toneladas.

Resultó constructivo para el mercado de trigo estadounidense el reporte semanal sobre las exportaciones, dado que el jueves el USDA relevó ventas 2020/2021 por 591.000 toneladas, que si bien quedaron debajo de las 643.100 toneladas del reporte anterior, resultaron superiores al rango previsto por los operadores, que fue de 200.000 a 450.000 toneladas.

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Fuente: Granar