Trigo: cómo hizo Rusia para pasar de principal importador a primer exportador mundial

En la campaña 1984/85, marcó un récord mundial en importaciones para un solo país. Hoy, tras el fin del comunismo, exporta más que cualquier otro país. 

Rusia, luego de dominar el mercado de crudo y gas durante años, salió a la conquista del mercado de materias primas agrícolas y se apropió del mercado mundial de trigo. Se lo arrebató a sus principales competidores y logró conquistar más de la mitad del mercado, convirtiéndose en el principal exportador mundial.

Hace 45 años atrás, en la campaña 1972/73, la Unión Soviética importó más trigo de lo que cualquier Nación lo había hecho antes. En el ciclo 1984/85, las compras fueron de 55,5 millones de toneladas de trigo y maíz, un récord para un solo país en un año. No fue hasta finales de la década de 1990 que las importaciones de la ex Unión Soviética (FSU) se redujeron a un solo dígito. Entre China y Rusia fueron los principales importadores de materia prima.

Hoy, un cuarto de siglo después, Rusia exporta más trigo que cualquier otro país; se estima que los stocks de Rusia suban casi un 50 por ciento a un récord de 20,6 millones de toneladas, según analistas privados y aquí es donde Rusia le compite fuerte a Francia que es el principal exportador de la Unión Europea (UE).

Factores

Ayudada por tierras fértiles, buenas condiciones climáticas y más inversión agrícola, la producción rusa de trigo ha crecido en los últimos años y le ha permitido al país obtener participación en el mercado de importantes exportadores como Estados Unidos y Canadá. Su crecimiento ha sido constante desde la campaña 2001/02, hasta convertirse en el principal exportador mundial de los últimos 25 años, arrebatándole mercado a EE.UU.

Los datos del Usda publicados en abril estiman una producción mundial de trigo de 759,75 millones de toneladas en la cosecha 2017/18, un 0,13 por ciento más en comparación con lo previamente estimado. El consumo mundial, a su vez, debería totalizar 743,13 millones de toneladas, estable en comparación con el informe anterior. África y Asia se encuentran entre los principales compradores de trigo: en conjunto, representan el 65 por ciento de las importaciones totales de trigo.

Egipto es mayor importador de trigo del mundo y el principal comprador de Rusia por primera vez en cinco años. El trigo ruso ha dominado particularmente las ventas a Egipto, que importa enormes cantidades de granos para ayudar a alimentar a sus 95 millones de habitantes. El año pasado, Egipto superó a China como el mayor comprador de alimentos rusos por primera vez desde 2012. Egipto cosecha su propia producción de trigo de abril a julio y espera comprar más de 4,5 millones de toneladas a sus productores. El país africano importa cerca de 12 millones de toneladas de trigo.

Las compras de Egipto de alimentos rusos como el trigo y el aceite de girasol subieron un 44 por ciento a 1.740 millones de dólares el año pasado, según información oficial.

Datos

En 2017, la cosecha de granos de Rusia fue de 135,4 millones de toneladas e incluye 85,9 millones de toneladas de trigo, con exportaciones por 36,5 millones. Analistas privados esperan que la cosecha de granos de Rusia para 2018 sea de 128,7 millones; esto incluye 77 millones de trigo con exportaciones por 37 millones.

A medida que las estimaciones de la cosecha de la nación del Mar Negro siguen creciendo, también lo hace la perspectiva de las exportaciones. A pesar del cambio de precios en el mercado mundial de trigo, el trigo ruso sigue siendo respaldado por factores internos (moneda y producción) y productos extranjeros (demanda).

Diez países representan el 65 por ciento de las exportaciones de trigo de Rusia: Egipto, con 4,73 millones de toneladas; Turquía, con 3,05 millones; Bangladesh, con 1,55 millones de toneladas; Indonesia, con 1,05 millones de toneladas; Sudán, con 940 mil; Vietnam, con 950 mil; Nigeria, con 900 mil; Azerbaiyán, con 840 mil; Yemen, con 740 mil; y el Líbano, con 660 mil.

Medidas

El crecimiento de la producción agrícola en Rusia se explica como resultado de un apoyo estatal sin precedentes para el complejo agroindustrial, durante al menos los últimos 10 años, como así también tarifas flexibles para el uso del ferrocarril. También se aplicaron impuestos a las exportaciones de trigo y una prohibición en 2010. Así aumentaron la oferta doméstica de cereales para los hogares y el sector ganadero.

Rusia es autosuficiente en semillas de trigo. Los centros nacionales de selección de semillas desarrollan y producen una amplia variedad de semillas adaptadas para diferentes regiones. Los agricultores del sur de Rusia siembran variedades de semillas de trigo “intensivas”, aplican un mayor volumen de fertilizantes y productos fitosanitarios y tienden a lograr un mayor rendimiento.

Los puertos más utilizados para los despachos de trigo son Novorossiysk, a través de aguas profundas puertos del mar Negro, y también incluyen los puertos Tuapse, Taman y Kavkaz. Los envíos desde los puertos marinos de Azov que también incluyen los puertos de Eisk, Taganrog, Azov y Rostov-on-Don.

Proyecciones

En el contexto que viene hacia adelante, según el informe de la oficina del Usda en Moscú, en sus primeras proyecciones para 2018/2019 estima que la producción rusa de trigo caería este año en 11 millones de toneladas hasta 74 millones, la primera reducción de la cosecha desde 2012, como consecuencia de una sequía. Las exportaciones, en tanto, se reducirían hasta 36 millones de toneladas, una baja de 1,5 millones de toneladas año contra año, aunque Rusia se mantendría como el primer exportador mundial.

Más allá de las estimaciones de producción, los problemas de infraestructura y cualquier inconveniente climático, Rusia se convirtió en los últimos 25 años en un líder en la producción y comercialización de trigo en el mundo luego de la caída del comunismo. Rusia no solo buscó el liderazgo mundial como exportadora de trigo, sino que se unieron a ella dos de sus vecinos, Ucrania y Kazajstán, como importantes exportadores, así surgió el Mar Negro como una fuente de granos y ese protagonismo vino para quedarse.

 

Fuente: La Voz