La semana en la que el USDA publicó su nuevo informe mensual, el balance fue negativo en Chicago para los precios de la soja y del trigo, a partir del crecimiento de las existencias estadounidenses. En cambio, la reducción del stock final de maíz fue el principal factor alcista para sus cotizaciones. En el mercado local, los cereales mantuvieron mayormente firmes sus valores, en tanto que la soja terminó con importantes bajas.
Indicadores exógenos que impactan sobre los precios
Viernes 9 | Viernes 2 | Diferencia en % | |
Petróleo | 62,04 | 61,20 | +1,37 |
Dólar/Euro | 1,2307 | 1,2316 | -0,07 |
Real/Dólar | 3,2576 | 3,2506 | +0,22 |
Peso/Dólar* | 20,150 | 20,170 | -0,10 |
* Tipo de cambio Comprador (cotización divisa) del Banco Nación
SOJA
Muy negativo resultó el balance de la semana para los precios de la soja en el mercado doméstico, donde pesaron las bajas externas y la decisión de los compradores de ir con sus ofertas hacia el empalme con la nueva cosecha. Así, la transición de las propuestas de la demanda fue de 6300 a 5900 pesos por tonelada de soja para la zona del Gran Rosario. Esta última oferta quedó muy por debajo de la capacidad de pago de la exportación y de la industria. En efecto, para el viernes el FAS teórico de la soja fue calculado por el Ministerio de Agroindustria de la Nación (Minagro) en $ 6383, mientras que para el lunes fue fijado en 6216 pesos por tonelada. En el cierre del segmento comercial, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) relevó el FAS teórico de la soja para la industria aceitera en 6232 pesos por tonelada.
La tónica bajista también comprendió a la soja de la nueva cosecha, dado que la oferta por la mercadería para las entregas en mayo cayó de 295 a 285 dólares por tonelada. Lo mismo ocurrió en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba), donde los ajustes de las posiciones mayo y julio retrocedieron de 311,50 a 294 y de 317 a 299 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 7 y el 27 de marzo deben salir desde las terminales del Gran Rosario 149.000 toneladas de poroto de soja, 1.243.076 toneladas de harina y 254.200 toneladas de aceite; desde Bahía Blanca, 39.000 toneladas de harina, y desde otros puertos, 40.000 toneladas de poroto, y 15.000 toneladas de harina.
Acerca de los cultivos, el jueves la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) volvió a recortar su previsión sobre la cosecha argentina de soja, de 44 a 42 millones de toneladas. “Se prolonga la sequía y, además de importantes mermas en los rendimientos previstos a cosecha, se suma el incremento en pérdidas de superficie que, ya supera las 700.000 hectáreas. La caída del área cosechable tiene mayor incidencia en cuadros de segunda, que iniciaran el ciclo en suelos con menor oferta hídrica y que soportaron la falta de lluvias a lo largo de toda la campaña”, explicó la entidad. Así, además de la pérdida de 2 millones de toneladas respecto del informe anterior, la actual proyección de cosecha implica una merma de 12 millones frente a la estimación inicial y un quebranto de 15,5 millones en comparación con la producción 2016/2017, de 57,5 millones. “Ya es tarde para recuperar rinde en la mayor parte del área en pie sobre el centro y el sur de la región agrícola, ahora resta esperar el inicio de la cosecha a fin de confirmar, o no, las expectativas de rindes relevadas durante las últimas semanas y para entender de forma objetiva el potencial del cultivo”, dijo la Bolsa.
También el jueves, el USDA redujo de 54 a 47 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha argentina de soja en su informe mensual de oferta y demanda, en tanto que redujo de 8,50 a 6,80 millones el saldo exportable de poroto de soja. Además, el organismo recortó de 31,20 a 30,80 millones la previsión sobre las ventas externas argentinas de harina de soja. Si bien el mercado consideraba que el USDA sería “conservador” al estimar el volumen de la cosecha de la Argentina, la percepción generalizada es que su proyección quedó muy por encima de la realidad. Como atenuante, quizás habría que tener en cuenta que el informe publicado el jueves debe haber cerrado sus números a finales de febrero, cuando en la Argentina todavía se ubicaba la producción entre 46,5 y 47 millones.
Tras cuatro semanas alcistas, el segmento comercial cerró con saldo negativo para los precios de la soja en la Bolsa de Chicago. En efecto, las posiciones marzo y mayo de la oleaginosa retrocedieron un 2,97%, al pasar de 389,76 a 378,19 y de 393,53 a 381,86 dólares por tonelada. De igual modo, terminó con saldo negativo la harina de soja, el producto más beneficiado por la tendencia alcista generada en la sequía argentina, dado que cayó un 4,91%, tras pasar de 433,09 a 411,82 dólares por tonelada.
La toma de ganancias de los fondos de inversión especuladores y las cifras del informe mensual del USDA fueron los principales factores bajistas de la semana, a los que hay que sumar, indefectiblemente, la preocupación que genera entre los operadores la tensión comercial desatada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con países como China, que es su principal comprador de poroto de soja.
En su revisión de la campaña estadounidense, el USDA elevó de 53,07 a 53,34 millones la molienda y de 56,83 a 57,11 millones el uso total, pero volvió a recortar las expectativas exportadoras de los Estados Unidos, de 57,15 a 56,20 millones. Este último dato, que es una consecuencia clara del liderazgo de Brasil en el mercado mundial del poroto de soja, contribuyó para que las existencias finales estadounidenses crecieran de 14,42 a 15,10 millones de toneladas, un volumen que quedó por encima de los 14,42 millones previstos por el mercado.
Sobre este último dato hay que valorar que “emocionalmente” las reservas actuales de soja en los Estados Unidos se ubican un 83,92% por encima de las existencias dejadas por la campaña precedente, de 8,21 millones de toneladas. Además, la retracción exportadoraestadounidense no responde sólo a deficiencias comerciales internas, sino al crecimiento de Brasil como proveedor confiable de poroto de soja, en medio de la segunda campaña seguida con volúmenes históricos en el país sudamericano. Y en medio de esta coyuntura, el gobierno de los Estados Unido arremete con políticas proteccionistas que afectan por igual a China y a Brasil. Entonces, de persistir estas diferencias, y más allá de que a China no le alcanza sólo con la soja brasileña, no se puede descartar que el principal comprador global de la oleaginosa reduzca sus compras en los Estados Unidos, como medida de represalia comercial.
Atado a esto, el USDA elevó el jueves de 112 a 113 millones de toneladas su estimación sobre la cosecha de soja de Brasil, un volumen considerado “conservador” por buena parte del mercado, que calculaba, en promedio, 113,82 millones. No obstante, y para justificar el recorte de las ventas estadounidenses, el organismo elevó de 69 a 70,50 millones de toneladas el volumen de las ventas externas brasileñas.
Como complemento de las cifras importantes para el mercado, el USDA mantuvo en 97 millones de toneladas el volumen de las importaciones chinas de poroto de soja.
Y tras varias semanas con volúmenes debajo de las 900.000 toneladas (e incluso luego de las cancelaciones reflejadas dos informes atrás), el jueves el USDA dejó un dato positivo en su reporte semanal sobre las exportaciones estadounidenses. En efecto, relevó ventas por 2.509.400 toneladas de poroto de soja, por encima de las 857.800 toneladas del segmento anterior y del rango previsto por el mercado, de 900.000 a 1.400.000 toneladas. Los negocios con harina de soja fueron calculados en 200.600 toneladas, por encima de las 139.000 toneladas de la semana pasada y dentro del rango esperado por los operadores, de 100.000 a 350.000 toneladas. Además, el organismo confirmó ventas por 143.900 toneladas de soja 2018/2019.
En cuanto al fundamento central que generó las fuertes subas de los precios de la soja y de la harina: la sequía en la Argentina, hay que destacar que el mercado opera con una expectativa de cosecha en torno de los 45 millones de toneladas. Es probable que mientras esa expectativa se ubique en torno de los 44/45 millones, se reduzca la influencia sobre el mercado, que lentamente va a comenzar a mirar con más atención lo que vaya ocurriendo en los Estados Unidos con la intención de siembra de granos gruesos y con el estado de los suelos sobre los que se deberá comenzar a gestar la campaña 2018/2019. Claro que la cosecha argentina aún debe atravesar la etapa de la recolección, por lo que su potencial como factor alcista se mantendrá latente durante las próximas semanas, a la espera de que algún acontecimiento lo active o, por el contrario, lo neutralice.
MAÍZ
Con mayoría de alzas cerró la semana para los precios del maíz argentino, dado que las ofertas de los exportadores crecieron de 3500 a 3600 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario y de 175 a 185 dólares para el puerto de Bahía Blanca, donde este último valor implicó el viernes 3727,75 pesos. Para Necochea la transición fue de 175 dólares, equivalentes entonces a $ 3529,75, a 3500 pesos por tonelada. Para el viernes el FAS teórico del maíz fue calculado por el Minagro en $ 3620, mientras que para el lunes fue fijado en 3600 pesos por tonelada. La actividad de los consumos se vio muy afectada por la medida de protesta de los transportistas, las principales propuestas relevadas por la BCBA por maíz seco se ubicaron entre 3300 y 3600 pesos por tonelada.
El maíz con entrega entre abril y mayo sobre el Gran Rosario se mantuvo estable, en 175 dólares por tonelada. Levemente alcista fue el saldo semanal en el Matba, donde los ajustes de las posiciones abril y julio subieron de 178,80 a 179,50 y de 175,90 a 178 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 7 y el 27 de marzo deben salir desde las terminales del Gran Rosario 1.020.103 toneladas de maíz; desde Bahía Blanca, 241.000 toneladas; desde Necochea, 12.915 toneladas, y desde otros puertos, 29.000 toneladas.
Respecto de los cultivos, el jueves la BCBA redujo de 37 a 34 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha argentina de maíz para grano comercial. “Durante la última semana la cosecha de cuadros de maíz continuó en el centro y en el sur del área agrícola nacional. A la fecha se recolectó el 6,5% de la superficie apta, con un rendimiento medio nacional de 65,8 quintales por hectárea. En números absolutos se han recolectado unas 350.000 hectáreas, las cuales se ubicaron en Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y en Entre Ríos. Los rindes que se vienen relevando continúan por debajo de las expectativas iniciales para los cuadros tempranos. Por otro lado, los lotes tardíos y de segunda ocupación se encuentran transitando el período crítico de definición de rendimiento bajo reservas hídricas de escasas a regulares. La falta de precipitaciones registradas durante las últimas semanas disminuyó el potencial de rinde de estos cuadros, impactando en la proyección de producción para el cereal a nivel nacional”, detalló la entidad.
También el jueves, en su informe mensual, el USDA recortó de 39 a 36 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha argentina de maíz, en tanto que redujo de 27 a 25 millones el saldo exportable. Aquí corre la misma aclaración hecha para el caso de la soja, este informe fue elaborado varios antes de su publicación. Vale como referencia el hecho de que la BCBA mantuvo hasta el reporte del jueves pasado su valoración en 37 millones de toneladas.
Fue positivo el balance de la semana para los precios del maíz en la Bolsa de Chicago, donde los contratos marzo y mayo del cereal sumaron un 1,52 y un 1,36%, al pasar de 148,52 a 150,78 y de 151,67 a 153,73 dólares por tonelada. La expectativa del mercado, en cuanto de una reducción de las existencias finales estadounidenses, y la posterior confirmación de esa tendencia por parte del USDA fueron los principales factores alcistaspara del maíz, que durante el primer tramo del segmento también se vio favorecido por la firmeza de las cotizaciones del trigo.
En su valoración mensual de la campaña estadounidense, el USDA elevó de 318,66 a 319,93 millones el uso total de maíz estadounidense, a partir del aumento del uso para etanol, de 140,34 a 141,61 millones. Además, sorprendió al mercado al elevar de 52,07 a 56,52 millones el saldo exportable. Por estos últimos cambios, el organismo redujo de 59,75 a 54,04 millones de toneladas el stock final y lo dejó bastante por debajo de los 58,73 millones previstos por el mercado.
Respecto de la oferta de Brasil, en su informe mensual el USDA estimó la cosecha en 94,50 millones de toneladas, por debajo de los 95 millones de febrero, en tanto que el saldo exportable fue sostenido en 35 millones. Estas cifras contrastan con las relevadastambién el jueves por la Conab, que redujo de 88,01 a 87,28 millones de toneladas su previsión sobre la cosecha de maíz de Brasil y que mantuvo en 30 millones el saldo exportable.
Entre los compradores, la única modificación se dio en China, cuyas importaciones fueron elevadas de 3 a 4 millones de toneladas. Para el resto, las cifras se mantuvieron sin variantes: México, en 16,50 millones de toneladas; Japón, en 15 millones; Egipto, en 10 millones, y la Unión Europea, en 16,20 millones.
Por cuarta semana consecutiva, resultó positivo para el mercado de maíz el informe semanal sobre las exportaciones estadounidenses. En efecto, el USDA relevó el jueves ventas por 1.857.500 toneladas del cereal, por encima de las 1.753.000 toneladas del trabajo anterior y del rango previsto por los operadores, de 1 a 1,50 millones de toneladas.
TRIGO
Positivo resultó el balance de la semana para los precios del trigo argentino, donde la transición de las ofertas de los exportadores fue de 3600 a 3750 pesos por tonelada para las terminales del Gran Rosario; de 190 a 200 dólares por tonelada para Bahía Blanca (el último valor, equivalente a $ 4030), y de 190 a 195 dólares para Necochea (equivalente a $ 3929,25). Para el viernes el FAS teórico del trigo fue calculado por el Minagro en $ 3817, mientras que para el lunes fue fijado en 3796 pesos por tonelada. El rango de propuestas de los molinos, relevado a diario por la BCBA, creció de 3500/4250 a 3500/4300 pesos por tonelada, según calidad, procedencia y forma de pago.
Con un nivel general de precios muy positivo para la actual campaña comercial, en el Matba el cierre semanal dejó altibajos, dado que mientras la posición marzo creció de 187 a 193 dólares, el contrato julio bajó de 201 a 200 dólares por tonelada. El dato más preocupante de la semana, que estuvo en línea con las bajas externas, fue la caída del valor de la posición enero, de 197,50 a 190,50 dólares por tonelada.
En su informe sobre carga de buques programada, la BCR indicó que entre el 7 y el 27 de marzo deben salir desde las terminales del Gran Rosario 507.482 toneladas de trigo; desde Bahía Blanca, 123.600 toneladas; desde Necochea, 68.894 toneladas, y desde otros puertos, 42.000 toneladas. Al 8 del actual, el Minagro relevó Declaraciones Juradas de Ventas Externas de trigo 2017/2018 por 7.794.732 toneladas.
En su informe mensual, el USDA mantuvo el jueves en 18 y en 12,50 millones de toneladas sus estimaciones sobre cosecha y sobre saldo exportable de trigo argentino 2017/2018.
Resultó negativo el balance de la semana para los precios del trigo en los Estados Unidos. En efecto, las posiciones marzo y mayo del cereal en la Bolsa de Chicago perdieron un 0,61 y un 2,15%, al pasar de 180,78 a 179,68 y de 183,72 a 179,77 dólares por tonelada. En la Bolsa de Kansas, los mismos contratos resignaron un 2,68 y un 2,48%, tras variar de 191,80 a 186,66 y de 196,12 a 191,25 dólares por tonelada. El aumento de las existencias finales estadounidenses y la toma de ganancias de los fondos de inversión estuvieron entre los principales factores bajistas para el grano fino.
En su trabajo mensual, el USDA modificó su previsión sobre las exportaciones estadounidenses, al reducirlas de 25,86 a 25,17 millones de toneladas. Ese dato implicó un incremento de las existencias finales, de 27,47 a 28,15 millones, con lo que quedaron por encima de los 27,62 millones previstos por el mercado. Como lo venimos reiterando, el liderazgo de Rusia en el mercado exportador de trigo se da fundamentalmente en detrimento de las ventas estadounidenses.
En ese sentido, si bien la cosecha de Rusia fue mantenida casi sin variantes, dado que los números muestran una “baja” de 85 a 84,99 millones de toneladas, el USDA volvió a elevar el volumen de sus exportaciones, de 36 a 37,50 millones de toneladas.
Para el resto del mercado global no hubo grandes modificaciones, pero las existencias finales globales fueron elevadas por el USDA de 266,10 a 268,89 millones de toneladas, frente a una expectativa de los operadores de 265,63 millones.
El reporte semanal sobre las exportaciones de los Estados Unidos fue neutral, dado que el jueves el USDA relevó ventas por 391.500 toneladas de trigo, por encima de las 191.100 toneladas del informe anterior, pero dentro del rango previsto por el mercado, de 200.000 a 500.000 toneladas.
Fuente: Granar