Menos precios y más costos golpean a la ganadería

La sequía empuja a productores a vender más animales, lo que hace crecer la oferta. Del otro lado, por la caída de la cosecha, la relación kilo de novillo – maíz es la peor desde 2004.

Las noticias que pueblan los portales de todo el país, en relación a la sequía, en general hacen foco en el impacto que tendrá la falta de agua en la cosecha de granos.

Sin embargo, la ganadería también está sufriendo una suerte de “Doble Nelson” provocada por la falta de lluvias: el aumento de los costos, principalmente por la suba del maíz a raíz de la menor producción; que se contrapone con una tendencia a la baja de los precios de la hacienda, a raíz del mayor envío de animales a faena.

Así lo consideró; por ejemplo, el consultor Ignacio Iriarte en su última columna de opinión publicada en Agrovoz. Un párrafo textual de su artículo: “Ya es visible en los mercados la gran cantidad de vacas y de hacienda falta de terminación, que los productores han comenzado a desprenderse. Por varios meses habrá sobreoferta de vacas, que se destinarán a China, y de terneros de invernada (más livianos que lo habitual), que serán absorbidos por el feedlot. Todo se venderá; la variable de ajuste será el precio”.

Sobreoferta

En el marco de Expoagro, el consultor del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), Víctor Tonelli, disertó en una jornada organizada por la Asociación Argentina de Brangus.

“La ganadería también va a tener un mercado climático; un año que no va a ser fácil. Más del 80 por ciento de la ganadería argentina está afectada de alguna manera. Por efecto del clima, la invernada va a permanecer retrasada; es uno de los componentes más complicados del escenario”, indicó Tonelli.

El experto coincidió con Iriarte en que, para abril y mayo, habrá una “sobreabundancia” de animales que mantendrá a los precios frenados, que podrían llegar a repuntar para fin de año, en los meses en que normalmente los valores mejoran ante la falta de hacienda y “este año, va a faltar más de lo usual”.

Según un reporte de la consultora Agroideas, difundido por la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra), lo que sucede es que la falta de precipitaciones complica la siembra de pasturas y verdeos, y provoca escaso o nulo “rebrote” de las pasturas implantadas; es decir, provoca un panorama de escasez de forraje para el próximo invierno.

Por eso, “los criadores con la finalidad de alivianar los campos están adelantando la venta de la invernada y de aquellas categorías improductivas: vacas rechazo, gordas y vacías”, menciona el estudio.

Altos costos

Paralelamente, a nivel nacional las expectativas de cosecha de maíz siguen cayendo conforme pasan los días y, así, los precios tienden a escalar.

En su último informe sectorial, la Cámara Argentina de Feedlot lamenta que “el valor del maíz registro un incremento del 30 por ciento desde principios de año, elevando el costo de alimentación aproximadamente en un 20 por ciento”.

Tonelli advirtió al respecto que, en sólo tres meses, el cereal pasó de 2.400 a 2.550 pesos la tonelada y, así, “la relación kilo de novillito – maíz es la peor desde 2004”. “Hoy, con un kilo de novillo compro 10 kilos de cereal, cuando en los últimos años comparaba 14”, ejemplificó.

En este contexto, Tonelli consideró que hay un factor estructural que hay que tener en cuenta: el consumo de carnes en Argentina, contabilizando tanto vacuna, como porcina y aviar, está en 120 kilos por habitante al año, una cifra que triplica el promedio mundial.

Para el especialista del IPCVA, este valor constituye un “límite”; es decir, el consumo interno ya no tiene espacio para seguir expandiéndose.

“Hoy, el encierre de animales, es 24 por ciento más alto que en febrero del año pasado, y el 80 por ciento son animales livianos, para el mercado interno, que no tiene margen para crecer. ¿Cómo creen que van a estar los precios en ese contexto”, cerró Tonelli. Fuente: La Voz | Por: Favio Ré