La peste porcina pone en alerta al mundo

El Senasa reforzó las medidas para evitar el ingreso en Argentina de esta enfermedad altamente contagiosa aunque sin peligro para los humanos.

Conocido desde hace casi un siglo, el virus de la peste porcina africana (ASFV) es un patógeno altamente contagioso que causa grandes epidemias en cerdos domésticos y jabalíes, con una mortalidad que puede alcanzar el 100 por ciento de los animales afectados. Ha causado brotes en 15 países (algunos de Europa) y en septiembre de 2018 se identificó en China, el mayor productor de carne de cerdo del mundo.

Como consecuencia de la expansión de la enfermedad, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) reforzó las medidas sanitarias para evitar su ingreso a la Argentina, donde nunca fue detectada. “No representa ningún peligro para los humanos”, pero produce grandes pérdidas económicas a los productores porcinos, afirmó a la Agencia CyTA-Leloir el doctor Antonio Montero, director científico del Centro de Medicina Tropical y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

El reservorio del virus.

El jabalí verrugoso suele ser el reservorio natural del virus, con el cual puede estar infectado sin mostrar signos de enfermedad. Y una garrapata (Ornithodoros moubata) actúa como vector de transmisión: ingiere el virus al ingerir sangre infectada y lo transmite cuando se alimenta con animales sensibles.

El virus se encuentra en todos los fluidos orgánicos y tejidos de los cerdos domésticos infectados. Estos adquieren la infección por contacto directo con cerdos infectados o por ingesta de restos de productos cárnicos porcinos infectados.

No existe una vacuna efectiva para proteger a los cerdos de la enfermedad. Además de las medidas de prevención, para evitar la propagación del virus se sacrifica a los animales infectados.

En este contexto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) trabaja en todos los continentes para prevenir y responder a la aparición de esta y otras enfermedades animales. En agosto pasado, este organismo internacional informó que las autoridades chinas habían sacrificado hasta ese momento a más de 24 mil cerdos en cuatro provincias para evitar la propagación del virus.

De acuerdo con Montero, el ASFV no puede afectar a la especie humana. “No constituye ningún peligro más allá de su impacto económico sobre la industria alimentaria porcina y la fauna de cerdos y jabalíes silvestres”, afirmó. “Pensar que el virus pueda mutar y afectar a nuestra especie es altamente especulativo y pertenece al dominio de la ciencia-ficción”. Fuente: La Capital

 

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